Joel Schumacher cree que Woody Allen dejó adrede y a la vista sus polaroids inculpatorias con Soon-Yi

El director asegura en una entrevista que Allen es «demasiado inteligente» como para haberlas dejado por descuido. Fue el catalizador de su separación con Mia Farrow y el inicio de la batalla por la custodia de sus hijos.

Soon-Yi Previn y Woody Allen, en una imagen de febrero de 2018.Getty (Patrick McMullan via Getty Image)

La entrevista que Joel Schumacher ha ofrecido a Andrew Goldman en el New York Magazine es un auténtica delicia para los fans del género y para aquellos que quieran alimentarse de anécdotas jugosas sobre celebrities con pedigrí. En el encuentro, el emblemático director de cine de títulos que van desde Jóvenes Ocultos a El fantasma de la ópera o Batman Robin, que también se graduó como interiorista en la mítica Parsons y trabajó mano a man...

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La entrevista que Joel Schumacher ha ofrecido a Andrew Goldman en el New York Magazine es un auténtica delicia para los fans del género y para aquellos que quieran alimentarse de anécdotas jugosas sobre celebrities con pedigrí. En el encuentro, el emblemático director de cine de títulos que van desde Jóvenes Ocultos a El fantasma de la ópera o Batman Robin, que también se graduó como interiorista en la mítica Parsons y trabajó mano a mano con Halston, cuenta un buen surtido de episodios de la industria. Desde cómo afianzó la carrera de jóvenes actores como Colin Farrell, Kiefer Sutherland o Julia Roberts (a la que llegó a consolar en un coche mientras lloraba desconsolada porque alguien de su pueblo había vendido sus escarceos de adolescencia en la prensa), la misteriosa desaparición del mapa de Jason Patric («fue voluntaria y lo respeto») o afirmar sin género de dudas que Tommy Lee Jones fue «gilipollas» que trató fatal a Jim Carrey en el rodaje de Batman Forever y que Val Kilmer es «psicótico».

En el texto, Schumacher también habla sobre los supuestos abusos de Michael Jackson, con el que trabajó en El mago (1978) : «Si los chicos [que lo acusan] tienen razón, tienen razón, y si no la tienen, me sabe muy mal por la familia Jackson. No lo sé, no puedo» o describe abiertamente sus impresiones sobre las acusaciones de abuso sobre Woody Allen emitidas por Dylan Farrow. Shumacher y Allen se hicieron íntimos en los 70, cuando rompió con Diane Keaton, los dos estaban solteros y decidieron pasárselo en grande juntos. Como cuando, por ejemplo, decidieron ir juntos a todas las fiestas de Nochevieja a las que los habían invitado esa noche. Cuando se le pregunta sobre «qué piensa sobre lo que ha pasado con Woody», Schumacher responde que «he visto la entrevista con Dylan. Ella cree que pasó. Su hermano también lo cree. Mia lo cree totalmente. Yo no voy a decir que pasó. Solo digo que ellos creen que pasó. Pero ella era muy joven en aquella época, así que no lo sé«.

Cuando se le recuerda que las acusaciones se hicieron poco después de que Mia descubriese que Woody Allen estaba involucrado sentimentalmente con Soon-Yi Previn, Schumacher apunta a un dato que nunca se había verbalizado. Que las polémicas polaroids que Mia Farrow descubrió en casa de Woody Allen en la que su hija adoptiva y su pareja aparecían juntos y que propiciaron la separación fueron dejadas adrede por el director: «Bien, Mia encontró las polaroids, que estaban sobre el mantel. Ellos vivían en distintos pisos, cada uno a un lado del parque. Woody es una de las personas más inteligentes que he conocido. Y Mia tenía una llave de su apartamento. Así que él las dejó al descubierto, y eso no es algo que Woody hubiese hecho. Tenía cocinero. Tenía ayuda en casa. Quiero decir, ya sabes, él y Soon-Yi no eran los únicos en el apartamento. Así que creo que esa fue la forma que tuvo de contárselo». Es aquí cuando el entrevistador le indica que «esa es una forma cruel de hacerlo», a lo que Schumacher interpela: «Creo que, a veces, cuando la gente engaña a sus parejas, existe esa factura de motel para que el otro diga: ‘¿Qué significa este recibo?’ Creo que hay muchas maneras de hacerlo sin tener que sentarse y decirlo».

Joel Schumacher y Alec Baldwin, en una imagen de 2017.Kris Connor

El caso de los supuestos abusos a Dylan Farrow es público desde hace un par de décadas. Allen siempre ha sostenido que las acusaciones son falsas y dos investigaciones concluyeron sin cargos contra el director. La policía investigó el caso en 1992 y las pesquisas se cerraron cuando Mia Farrow aceptó en el juicio sobre la custodia prohibir a Allen visitar a sus dos hijos adoptados (Dylan y Moses) y a su hijo biológico Satchel. En 2014, Dylan Farrow sostuvo en una cruda carta acusatoria contra el director en The New York Times que si Mia Farrow no continuó y presentó cargos penales contra él fue porque el fiscal consideró “la fragilidad de la menor” y que su fortaleza psicológica peligraba si seguían por la vía penal. Lo que sí está probado es que el director, durante la investigación policial, cambió varias veces su declaración sobre los supuestos abusos proferidos en el ático de su casa. Primero negó haberlo pisado, pero luego cambió su declaración al encontrarse un cabello suyo allí. Finalmente, el juez que le denegó la custodia de sus hijos, Elliott Wilk, escribió en su declaración de 33 páginas que el comportamiento de Allen sobre Dylan “era gravemente inapropiado” y que se debían “tomar medidas para protegerla”. El mismo juez también apuntó que “no había pruebas creíbles que apoyen las aseveraciones del señor Allen: que Mia Farrow había entrenado a Dylan y que actuaba con deseo de venganza contra él por seducir a Soon-Yi”.

En una entrevista que Soon-Yi Previn ofreció con la misma publicación hace unos meses, aseguró que el romance comenzaría, según recuerda, hace 26 años en unas vacaciones mientras estaba en la Universidad. “Me enseñó una película de Bergman, creo que era El séptimo sello. Hablamos sobre ella y debió ser algo bueno porque me besó y ahí empezó todo. Éramos como dos imanes, nos atraíamos mucho”. Previn indicó que pensaba que el “cuelgue” se pasaría mientras estudiaba la carrera, que tanto ella como Allen  “planeamos llevarlo en secreto” pero que “se convirtió en una relación como tal cuando se hicieron públicos las acusaciones de abusos”. Ella justifica su relación indicando que Woody Allen nunca fue una figura paternal: “Yo ya tenía un padre. Era André Previn y Mia nunca se casó con Woody, tampoco vivieron juntos. Era el novio de mi madre, simple y llanamente”.

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