Jessica Chastain: «Me gusta cambiar de diseñadores tanto como de historias»

Hace un año apenas la conocían unos poco cinéfilos; ahora es la pelirroja por la que suspiran todos los directores. En España acaba de estrenar la inquietante Take Shelter.

Getty

Dice el horóscopo chino que este es el año del dragón, pero en Hollywood esa mítica figura tiene cuerpo de mujer y se llama Jessica Chastain. Una belleza carmesí de 31 años que viste de Alberta Ferretti y Jimmy Choo para celebrar su último estreno, Take Shelter. El último de muchos porque con Chastain no hay término medio. Con ella es todo o nada, de cero a cien, de desconocida a la musa de todos los directores, con siete estrenos en un mismo año y ninguno de ellos malo.

...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dice el horóscopo chino que este es el año del dragón, pero en Hollywood esa mítica figura tiene cuerpo de mujer y se llama Jessica Chastain. Una belleza carmesí de 31 años que viste de Alberta Ferretti y Jimmy Choo para celebrar su último estreno, Take Shelter. El último de muchos porque con Chastain no hay término medio. Con ella es todo o nada, de cero a cien, de desconocida a la musa de todos los directores, con siete estrenos en un mismo año y ninguno de ellos malo.

A la vista de su filmografía, ¿hay algo que no sepa hacer?

¡No sé nadar! Claro que si me llega un guion donde necesitan una nadadora, ahí estoy yo. Hay muchas cosas que no sé, pero me gusta aprender.

¿Incluso a cantar y bailar?

Me encanta bailar. Y no canto bien, pero soy capaz de seguir una canción. ¡Y adoro tocar el ukelele! Aunque es algo que solamente hago en privado. Soy tímida y el ukelele es esa pasión en la que me encanta volcarme cuando regreso del rodaje y estoy sola en mi habitación. Además, estoy aprendiendo a tocar el bajo.

¿No le preocupa interpretar desnuda la danza de los siete velos, pero le da vergüenza tocar el ukelele en público?

Las actrices que más admiro se desnudan. Al principio me negué un par de veces. Pero el papel de Salomé me abrió los ojos, me dejó claro que en lugar de ser la víctima puedes utilizar tu cuerpo como arma. Claro que me da vergüenza, y los días previos a una escena así me vuelvo muy peleona, pero nadie sabe por qué. Es porque me siento incómoda. Pero también entiendo que, como actriz, es mi trabajo.

¿Se considera una persona con sex appeal?

Mi definición de sexy es una persona segura de sí misma y misteriosa. La sensualidad es una mezcla de misterio y seguridad.

¿Coqueta?

A mí nadie me pilla delante de un espejo. A no ser que forme parte del personaje, como el caso de Celia en Criadas y señoras.

¿Tiene diseñadores preferidos?

Adoro Louis Vuitton, aunque también me gustan nuevos diseñadores como Prabal Gurung o Juan Carlos Obando. Y Balenciaga o Chanel.

¿Qué papel tiene la moda en su vida?

Lo veo como mi trabajo. Soy una cuentacuentos, alguien que narra historias y para eso no puedo tener todo el tiempo el mismo aspecto. Me gusta cambiar de diseñadores tanto como de historias.

Y en cuestión de música, ¿es igual de diversa?

Sí. Supongo que tiene mucho que ver con mi pasión por la interpretación. Me gustan cosas tan dispares como Ray LaMontagne, Brandi Carlile, George Gershwin, Joan Baez y Joni Mitchell.

Al Pacino asegura que fue él quien la descubrió, pero el público la recuerda por primera vez del brazo de Brad Pitt en El árbol de la vida (2011). ¿Quién fue el primero?

Al tiene razón. Él fue mi profesor de interpretación y con él trabajé primero en el teatro, en Salomé, hace aproximadamente cinco años. Fue él quien habló con Terry Malick para El árbol de la vida. Después han sido tantos (risas). Brad, Sam Worthington, ahora Mike Shannon y Tom Hardy el próximo (risas). ¡Increíble! Brad es el capitán del equipo porque tiene un gran sentido del humor, pero a la vez es un hombre normal.

Tras el último año de éxitos su vida será todo menos corriente.

Lo más divertido es que nada ha cambiado y me gusta así. Nadie me reconoce por la calle. Solo me he visto rodeada de paparazis en un par de ocasiones. Una de ellas, en París, pero no me importó porque pensé que era una buena forma de que se fijaran en mí en el cine francés.

¿Por qué el cine francés?

Me encanta porque sus películas no tienen necesariamente un final feliz. Y porque mis actrices favoritas son Isabelle Huppert y Catherine Deneuve. Y también porque cualquier razón es buena para vivir en París.

¿Con todos sus perros?

Me llevo a uno a cada rodaje. Chaplin se vino conmigo a Take Shelter. Lo encontré abandonado tras un accidente de coche. Le tuvieron que cortar una pata, así que cuando lo miras de frente se parece a Charlot.

Archivado En