5 fotos

«Compartieron décadas de afecto»: la invitada más inesperada al funeral del duque de Edimburgo

Lady Penny Brabourne, 30 años menor que el príncipe, será una de las pocas asistentes a la ceremonia privada para despedir al marido de Isabel II.

Entre el selecto grupo de 30 personas que estará presente en la ceremonia íntima para despedir a Felipe de Edimburgo –donde se producirá el esperado reencuentro entre Enrique y su hermano, Guillermo– figura lady Penny Brabourne, condesa Mountbatten de Birmania. "Penny y el duque de Edimburgo compartieron décadas de afecto", aseguró una fuente cercana a la pareja a la edición británica de Grazia. Añadía que su presencia en la despedida era "exactamente lo que el duque quería y toda la familia estará encantada de que esté allí en esta ocasión". Lady Penny, como es conocida en los medios británicos, es 30 años menor que el difunto príncipe, y ambos compartían su pasión por las denominadas 'carreras de enganche', competiciones en las que un carruaje es tirado por uno o más caballos y el cochero tiene que demostrar sus habilidades para conducirlo. Se conocieron en 1975, en un partido de polo, y desde entonces se les pudo ver en público en diversas ocasiones, incluso acompañados por la reina, con la que Felipe de Edimburgo compartió 73 años de matrimonio, pese a los constantes rumores de infidelidades y amantes. Entre sus supuestas aventuras figuraron escritoras como Daphne Du Maurier, la autora de Rebeca, o nobles como la duquesa de Abercorn. En la imagen, Felipe de Edimburgo y lady Penny Brabourne con sus motos en 2005 en el castillo de Windsor.
Como su padre, Carlos de Inglaterra se vio rodeado durante años de rumores acerca de su relación extramatrimonial con Camila Parker Bowles. Desde los años setenta y a lo largo de las décadas, su relación con la que a día de hoy es su esposa, fue escrutada por los medios y, a pesar de que ambos se casaron con distintas personas, los tabloides nunca dejaron de especular que entre ellos había algo más que una amistad. La hoy duquesa de Cornualles y el joven príncipe se conocieron también en un partido de polo, en 1970, cuando ella tenía 23 años y él 22. La leyenda cuenta que ella le abordó directamente diciendo: “¿Sabía usted que su tatarabuelo, Eduardo VII, fue amante de mi bisabuela, Alice Keppel?”. A partir de ahí se inició una relación personal que cambió cuando ella contrajo matrimonio en 1973 con el mayor Andrew Parker Bowles. En 1981 no faltó a la boda de Carlos con Diana Spencer y así se inició el triángulo amoroso más sonado de la monarquía británica, que desembocó en el divorcio de los Parker Bowles en 1995 y en el de los príncipes de Gales un año después. En 2005, finalmente y tras 35 años de relación, Carlos y Camila se casaron en el Ayuntamiento de Windsor. En las imágenes, Diana Spencer y Camila Parker Bowles en 1980, y Carlos de Inglaterra y Camila Parker Bowles en 1979.
Tres décadas de habladurías y titulares planearon sobre el que fuera presidente de la República Francesa, François Mitterrand, y Anne Pingeot. Ese fue el tiempo que duró su relación clandestina, en este caso confirmada por una hija secreta en común, Mazarine Pingeot. Como recogía El País, "aunque a su padre le gustaba pasear con ella y llevarla al teatro, restaurantes y conciertos, nunca se la presentó a nadie como su hija, y su otra familia y el público francés solo conocieron oficialmente a Pingeot en 1996, el día del entierro del político socialista". Al funeral celebrado en la localidad francesa de Jarnac el 11 de enero de aquel año asistieron madre e hija; dos invitadas muy especiales que ocuparon un lugar de honor junto a la familia del político (en la imagen, ese mismo día). Esta relación clandestina había comenzado cuando el político tenía 46 años y Pingeot era una joven estudiante de 19, en la localidad costera sureña de Hossegor. En el libro François Mitterrand. Retrato de un ambiguo, publicado en 2015, Pingeot habló por primera vez sobre esta relación que permaneció oculta a pesar de la rumorología y que, parece ser, era aceptada por Danielle Gouze, esposa de Mitterrand y madre de sus otros dos hijos, quien por su parte mantenía una relación con su profesor de gimnasia. "Fueron 32 años de vida intensa, de felicidad... y de desgracia, porque era duro", reconoció Pingeot en ese libro, porque ella confiaba en que el político dejara a su mujer y ambos pudieran irse a vivir juntos con su hija a una casa al sur de Burdeos, algo que nunca llegó a ocurrir.  
Aunque el matrimonio formado por Jackie y John Fitzgerald Kennedy parecía perfecto, las habladurías sobre las supuestas infidelidades del presidente fueron una constante en su relación. Seymour M. Hersh, en La cara oscura de Camelot, y Jed Mercurio, en Un adúltero americano, repasan la larga lista de 'amigas especiales' y affaires del carismático JFK: fiestas con prostitutas en la piscina de la Casa Blanca mientras los agentes de seguridad se ocupaban de que su mujer permaneciera fuera de la vivienda, citas sexuales en suites de hoteles de lujo, enfermedades venéreas, escuchas secretas de John Edgar Hoover, el jefazo del FBI... "Podríamos decir que lo he retratado como un santo en público y un pecador en privado. Mi idea es que el lector se cuestione cómo la opinión que tiene de él como marido afecta a su opinión como presidente", explicó Mercurio en una entrevista en El País. La más comentada de esas relaciones, que no llegó a confirmarse de forma oficial pero forma parte de la leyenda de amb fue la que JFK mantuvo con la gran estrella de cine del momento, Marilyn Monroe, que en 1962 le cantó Cumpleaños feliz en público en el Madison Square Garden de Nueva York (en la imagen).
Las revistas del corazón comenzaron a especular sobre una posible relación más allá de la amistad entre el expresidente francés François Hollande y la actriz Julie Gayet allá por 2014. En aquel momento, el entonces presidente mantenía una relación con la periodista Valérie Trierweiler y el escándalo conmocionó a la opinión pública gala. Tras separarse de Trierweiler en 2018, la relación con Gayet, que un primer momento negó, no solo quedó confirmada, sino que desde entonces se han dejado ver juntos de forma oficial en diferentes eventos públicos. La propia actriz confesó en una entrevista que jamás tuvo intención de ser la primera dama porque para ella "es un papel sexista".Andia (Universal Images Group via Getty)