Hugo Silva: «Empecé a evitar los papeles en los que tenía que quitarme la camiseta»
El actor estrena próximamente ‘Brigada Costa del Sol’, la nueva serie de Telecinco que promete enganchar a base de tiroteos, drogas y romances. «Me he sentido cosificado a lo largo de mi carrera, pero no es comparable con lo que sufren las mujeres», reconoce.
Para Hugo Silva, haber nacido en San Blas (Madrid) no supone impedimento a la hora de encarnar a un policía malagueño en Brigada Costa del Sol, la nueva serie de Telecinco que llegará próximamente a la parrilla dispuesta a enganchar a base de una fórmula que parece incombustible: drogas, tiros, sexo (blanqueado) y testosterona. «Toda mi familia es de Andalucía y voy bastante a Cádiz, así que no me costó volver a familiarizarme con el acento y la forma de entender la vida de mis mayores», reconoce a S Moda. Ambientada en el Torremolinos de los...
Para Hugo Silva, haber nacido en San Blas (Madrid) no supone impedimento a la hora de encarnar a un policía malagueño en Brigada Costa del Sol, la nueva serie de Telecinco que llegará próximamente a la parrilla dispuesta a enganchar a base de una fórmula que parece incombustible: drogas, tiros, sexo (blanqueado) y testosterona. «Toda mi familia es de Andalucía y voy bastante a Cádiz, así que no me costó volver a familiarizarme con el acento y la forma de entender la vida de mis mayores», reconoce a S Moda. Ambientada en el Torremolinos de los años 70, la ficción se inspira en la historia real de la primera brigada antidroga de España. Silva, que ya tiene experiencia en los menesteres de las pistolas y las persecuciones, interpreta a Bruno López, que se autodefine como «el puto jefe» y que, según reconoce el actor, «si no fuese policía probablemente sería un delincuente». Charlamos con él sobre la locura de la fama que lo envolvió en la época de Los Hombres de Paco, por qué se ha sentido cosificado durante su carrera o su decisión de evitar papeles que incluían quitarse la camiseta sin necesidad narrativa.
Brigada Costa del Sol es la nueva serie de Mediaset con la participación de Netflix. ¿Qué opinas del papel de las nuevas plataformas audiovisuales?
Como actor noto que hay mucho más trabajo gracias a ella y, además, la proyección de lo que haces es mucho más amplia y más rápida. Series como El Ministerio del Tiempo o La casa de papel se están viendo en muchísimos países por esta vía. Como espectador, además, me parece que es maravilloso poder tener acceso a tantísimo contenido.
¿Tenéis en mente repetir el éxito viral de series como La Casa de Papel?
Puede suceder, pero no pienso demasiado en el alcance que pueda tener. Disfruto lo que hago, lo paso bien y me flipo un poco haciéndolo. La repercusión depende de factores algo aleatorios, nunca se sabe, pero si funciona podría hacerlo a nivel mundial, algo que antes no pasaba.
En esta serie vuelves a interpretar a un policía como ya hiciste en Los Hombres de Paco o El Ministerio del Tiempo. ¿Te da miedo que te encasillen?
Puede parecer que el personaje de Brigada Costa del Sol es algo que ya he hecho, pero son matices distintos. Vas evolucionando y a un mismo tipo de rol le puedes ir poniendo muchas más capas. El personaje de Bruno no tiene nada que ver, por ejemplo, con Pacino (El Ministerio del tiempo).
Bruno tiene la testosterona bastante alta. ¿Crees que gusta este tipo de personajes a la audiencia española?
Todos los personajes de la serie la tienen, creo que va con la época en la que transcurre. Lo que me gusta del personaje es que precisamente esa testosterona lo va metiendo en líos, no es algo de lo que pueda presumir sino todo lo contrario, se pone en su contra.
Se te ha etiquetado como uno de los guapos de la ficción española. ¿Te has sentido cosificado alguna vez?
Ufff (coge aire). Muchísimas. Creo que es la primera vez que me preguntan esto en toda mi vida profesional. Sí, sí que me he sentido cosificado, sobre todo, por las revistas que ponen bocadillos en tus fotos alabando o criticando lo bien o mal que tienes el cuerpo ese año o cualquier tontería así. Tristemente creo que es algo que forma parte de este negocio y buscas la forma para que te resbale, pero no te voy a negar que me he sentido así.
Ahora que por fin se denuncia la cosificación femenina, ¿crees que también hay que hablar de la masculina?
No se puede comparar. Puede que yo me haya sentido así en algún momento, pero el nivel al que se llega con las mujeres, no solo con las que son actrices o famosas, sino lo que la mayoría sufre en su día a día, no puede equipararse a los casos de algunos hombres/celebrities que nos hayamos podido sentir así.
¿Tu físico te ha abierto puertas en tu carrera o en ocasiones te ha perjudicado?
Me las ha abierto y también me las ha cerrado. Me han cogido alguna vez por el físico que tengo, pero otras veces me han rechazado por la misma razón. El físico es algo que te acompaña no solamente en tu carrera, sino en tu vida y tienes que aprender a gestionarlo y potenciarlo sea cual sea.
Cuando en un guion ves que te tienes que quitar la camiseta, ¿te tira para atrás?
Si estoy comprometido con el trabajo, creo en lo que se está haciendo y veo que no es una cosa gratuita, yo me quito la camiseta y lo que haga falta, no tengo ningún problema. Esa fase ya ha pasado, pero antes, cuando veía que era algo fácil sin nada detrás, empecé a evitarlo todo lo que podía.
Has reconocido en entrevistas que “has sido machista”. ¿Qué le dirías a los hombres que no lo admiten y critican al feminismo?
La definición de feminismo está en el diccionario y poco más hay que decir. No entiendo por qué muchos hombres se sienten atacados cuando simplemente se trata de tener más conciencia. El feminismo no es bueno solamente para las mujeres, el feminismo es bueno para todos.
¿Ahora te consideras feminista?
Tengo mucha más conciencia ahora que hace 10 años e intento actuar acorde a ella, aunque seguramente dentro de otros 10 tendré más. Sí que quiero llegar a serlo porque creo que es bueno para mí y para toda la sociedad.
El personaje de Bruno tiene una relación sentimental en la serie con el de la Buhíta, que interpreta Sara Sálamo. Tú tienes 41 años y ella 27. Es frecuente ver en la ficción parejas en las que ella es mucho más joven que él. ¿Crees que es justo para las actrices? ¿Debería cambiar?
Sí. Por lo menos debería haber distintos tipos de combinación de pareja, no solo de edad sino de muchas más cosas.
¿Has estado en rodajes en los que seas consciente de haber cobrado más que tus compañeras de reparto?
Hay un factor que hay que tener en cuenta en nuestro trabajo: el caché. Algunas veces he cobrado más que algunas compañeras y otras he trabajado con actrices que tenían un caché más alto que el mío y he cobrado menos. El caché que tú tienes no está solo definido por tu género sino por la cantidad de dinero que generes, pero aparte de eso creo que hombres y mujeres deberían cobrar lo mismo.
¿Es algo que te preocupa cuando vas a aceptar un proyecto?
Cuando acepto un trabajo lo hago teniendo en cuenta lo que vaya a aprender haciendo el personaje, lo que me vaya a divertir… Pero si te digo la verdad, no hago la negociación a nivel personal, se encarga de todo mi representante.
Una vez dijiste en una entrevista: “Los actores nos servimos del ego. Cualquiera que se suba a un escenario y disfrute, lo tiene, y bien grande. El que te lo niegue te está mintiendo”. ¿Es mayor tu ego ahora o en la época de Los Hombres de Paco?
(Ríe). Es el mismo, pero en aquel momento era una cosa más inconsciente y tenía mucho más que aprender. Ahora lo tengo muchísimo más controlado. Hay que tener ego, pero aprender a domarlo y tenerlo flexible para poder hacer cualquier cosa.
¿Cómo recuerdas el éxito de la serie?
Fue una época muy divertida y muy bonita, pero también de mucho trabajo. No recuerdo que disfrutara de mi fama, por decirlo de alguna manera, y tampoco era tan agradable porque había días en los que no tenía energía suficiente para salir a la calle. Cuando estás muy de moda no te enfrentas a una fama serena sino eufórica e incómoda y necesitas tener mucha energía para encararla. Luego la cosa va cambiando y aprendes a gestionarlo. Además, una vez que se pasa el boom se mantiene el cariño, pero puedes andar más tranquilo por la calle.
¿Te llegaste a sentir acosado por los fans?
Más que acosado me sentí bastante incomprendido. La gente me veía y se emocionaba, pero al mismo tiempo me exigían que estuviera bien, tan felices por verlos como ellos. Había gente que se decepcionaba mucho y me lo echaba en cara diciéndome que era un borde o que no era tan majo como pensaban. Es complicado porque en el fondo tú también piensas: “Estoy siendo un borde”, pero al final es una situación absurda y poco natural. Ahora me dan mucho cariño, ya no me gritan. Estoy bastante reconciliado con el público.