Gwyneth Paltrow quiere regalar esta aldea abandonada de Lugo por Navidad
El pueblo es una de las opciones de su clásica lista anual de regalos navideños excéntricos: un conjunto formado por una casa de 360 metros útiles y varios pajares, edificios en medio del valle del Eo.
En el arte del titular esperpéntico, la prensa digital sabe que Gwyneth Paltrow, como el Almendro, nunca falla por Navidad. En su negocio, Goop, también. Desde su imperio de lifestyle no dudan en capitalizar haberse convertido en una de las webs femeninas más odiadas (y cuestionadas) de la red. Para alimentar su gloria y leyenda, cada año se superan con su particular lista de regalos navideños «ridículos pero asombrosos». Ideas que combinan lo aspiracional del alto standing (aquí se viene a pagar) pero con el punto de mamarrachez suficiente como para generar titulares y que e...
En el arte del titular esperpéntico, la prensa digital sabe que Gwyneth Paltrow, como el Almendro, nunca falla por Navidad. En su negocio, Goop, también. Desde su imperio de lifestyle no dudan en capitalizar haberse convertido en una de las webs femeninas más odiadas (y cuestionadas) de la red. Para alimentar su gloria y leyenda, cada año se superan con su particular lista de regalos navideños «ridículos pero asombrosos». Ideas que combinan lo aspiracional del alto standing (aquí se viene a pagar) pero con el punto de mamarrachez suficiente como para generar titulares y que el cachondeo global les redireccione a su web. El odio alimenta sus cifras.
Si en otras ediciones nos encontramos con propuestas como Gwyneth Paltrow quiere que te compres una pasta de dientes de 115 euros (2016) o Gwyneth Paltrow quiere que te compres un asiento para vapores vaginales (2015), en 2018 llega el más difícil todavía: Gwyneth Paltrow quiere que regales una aldea abandonada en Lugo. En concreto, este conjunto rural en el valle del Eo, al norte de la provincia, formado por una casa principal de 360 metros útiles, varios pajares, un edificio para preparar pan y otras cuantas edificaciones en medio del campo. El precio total: algo menos de 150.000 euros. Una ganga y combo perfecto para sentirse cual Diane Lane en Bajo el sol de la Toscana pero versión babuña gallega.
«Suelo trabajar con marqueses, condes y otro tipo de compradores adinerados, pero con Gwyneth Paltrow no hemos hablado nunca», aclara por teléfono Elvira Fafian, responsable de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas Real Estate y mediadora para la venta del conjunto rural en ciernes. Fafian, que apunta de antemano que todas sus ventas están asesoradas por un contrato de confidencialidad, explica que desde que se publicó la lista en Goop han tenido llamadas de «compradores interesados» por el espacio rural de Lugo, pero que todavía no se ha cerrado ninguna venta en firme. La inmobiliaria gestiona esta aldea en concreto desde hará unos siete meses y se trata de una «propiedad familiar en herencia» que no interesa conservar a su actual propietario.
Fafian, que vende aldeas abandonadas por toda España desde hace más de 20 años, así como castillos o grandes pazos, asegura que la fantasía del urbanita forrado reformando un pueblo abandonado para vivir su paraíso rural de desconexión es precisamente eso: una leyenda puramente anecdótica en la realidad. La amplia mayoría de compradores de este tipo de conjuntos rurales en el norte de España, especialmente en Asturias y Galicia, la conforman segundas generaciones de exiliados a Latinoamérica y otros países por el franquismo «que han alcanzado cierto estatus económico en sus países y desean volver a conectar con sus raíces españolas». Otro grupo de compradores habituales por el resto de España: jubilados de Suiza o países nórdicos. «También tenemos el caso de familias o jóvenes creativos», explica, pero en un porcentaje menor.
La inmobiliaria, según defiende, no solo es un mediador de venta sin más. También existe la voluntad de revitalizar zonas deprimidas u olvidadas. «Necesitamos saber de antemano que el comprador aportará vida a la zona y la reactivará. Desde nuestra empresa requerimos el empadronamiento y que los nuevos propietarios aporten actividades y vida a ese territorio. Nosotros nos comprometemos a gestionar gratuitamente todo el papeleo que conlleva la gestión de la venta: asegurar el alcantarillado, que la zona pueda estar iluminada, la conexión con el exterior, etc; pero los compradores tienen que aportar algo más que el dinero. Somos como una gran familia y aquí estamos para ayudar a esas zonas», aclara.
Fafian asegura que empezó con casas a 20.000 euros y ahora gestiona ventas de castillos por siete millones. «Yo casi ya no veo esto como un negocio. Hay que implicarse y ofrecer un servicio extra para que toda esa España olvidada vuelva a la vida. En Soria, por ejemplo, la situación es bastante crítica», lamenta. Ahora que su mercado cuenta con la promoción de un portal de lifestyle valorado en 214 millones de euros, que tome nota Goop: Soria (también) existe.