Felicity Jones: «Stephen Hawking es un ligón. Me pidió que le diera un beso»

A esta británica asidua (con éxito) a desfiles y alfombras rojas, le llueven los aplausos por su papel de esposa del físico Stephen Hawking en La teoría del todo. Nominación al Globo de Oro incluida.

Para algunos es una desconocida. Para otros, la chica que se enfrenta a Jessa en la tercera temporada de Girls. Son muchos los que afirman que les gusta su estilo… Todos se ponen de acuerdo al considerar a esta actriz británica de 30 años la gran promesa de 2015. Lo confirma haber sido una de las intérpretes más aclamadas de los últimos meses. Y su nominación al Globo de Oro como mejor actriz dramática por La teoría del todo (estreno 16 de enero), el biopic que narra la relación del científico Stephen Hawking con su primera mujer, Jane, por la que también parece ca...

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Para algunos es una desconocida. Para otros, la chica que se enfrenta a Jessa en la tercera temporada de Girls. Son muchos los que afirman que les gusta su estilo… Todos se ponen de acuerdo al considerar a esta actriz británica de 30 años la gran promesa de 2015. Lo confirma haber sido una de las intérpretes más aclamadas de los últimos meses. Y su nominación al Globo de Oro como mejor actriz dramática por La teoría del todo (estreno 16 de enero), el biopic que narra la relación del científico Stephen Hawking con su primera mujer, Jane, por la que también parece candidata segura al Oscar.

Ningún personaje masculino, por relevante que sea, logra hacerle sombra; ni lo hizo Ralph Fiennes cuando se metió en la piel de Charles Dickens en The Invisible Woman (donde ella, una vez más, ejercía de amante del genio), ni el mismísimo Spiderman de la última entrega de la saga, El poder del Electro, que llegará a las salas en 2016. Aunque ahora todos comentan la increíble interpretación de Eddie Redmayne como Hawking, de nuevo, Jones no se deja comer el terreno por su pareja.

Seguidora confesa de las tendencias y asidua a las listas de las mejor vestidas, en 2011 ya fue elegida por Burberry para protagonizar una de sus campañas más british. Poco tiempo después, Dolce & Gabbana la convirtió en el rostro de su línea de cosméticos. Exuberancia y clasicismo británico. El mismo eclecticismo que aplica a la elección de sus personajes, lo pone en sus decisiones de estilo.

Con el año que lleva, está claro que parece dispuesta a comerse el mundo, ya sea en grandes producciones tipo Spiderman o con pequeñas gemas como The Theory of Everything.

¡Y quién no! ¿Cómo rechazar estas oportunidades? Me ha encantado formar parte de Spiderman. Es una de las pocas historias de superhéroes con las que crecí. Veía los dibujos animados con mi hermano cuando éramos pequeños, así que me ha traído muy buenos recuerdos. Es fácil identificarse con él porque es un chaval corriente que adquiere habilidades extraordinarias. Además… ¡a las órdenes de Marc Webb!, el director de 500 días juntos, una de mis películas preferidas. ¡Como para decir que no a una oferta así! Pero tienes razón, me gusta mezclar trabajos muy dramáticos, íntimos, con películas de gran tamaño. Así todo es mucho más divertido.

Hablando de esos títulos más íntimos, su gran logro en The Theory of Everything ha sido que la gran interpretación de Eddie Redmayne no la devorase.

Lo conseguí gracias a la propia Jane. Fui a verla a Cambridge hecha un manojo de nervios, porque desde que leí su libro me pareció una mujer increíble. Durante 25 años crió a tres hijos y cuidó de Stephen. Y a la vez fue capaz de mantener su propia identidad y sacar adelante su tesis. El único secreto fue saber capturar su personalidad.

Al parecer, su encuentro con Stephen Hawking fue igualmente asombroso.

Fue amor a primera vista. Al principio, los nervios son inevitables. Te inmiscuyes en la vida de esta gente y no quieres dar una mala impresión. Especialmente con alguien como él. No quieres que piense: «Vaya par de idiotas van a reinterpretar mi vida». Pero resultó ser alguien muy divertido. Pasó mucho tiempo con nosotros la primera semana de rodaje. Al final del primer día, estábamos todos pendientes de lo que estaba escribiendo. Pensábamos que era algo que tenía que ver con la película. Y lo que escribió fue: «¿Le puedes preguntar a Felicity si me da un beso?». ¡Es un ligón! (risas). Un verdadero encanto, alguien capaz de sacarle a la vida su lado más chispeante. Incluso tiene algo de estrella de rock.

¿Y el beso? ¿Se lo dio?

¡Por supuesto! Le di un gran abrazo. A esas alturas yo ya estaba besando a todo el mundo. Fue una experiencia tan surrealista… probablemente uno de los momentos más abrumadores de toda mi vida.

¿Qué aprendió de la teoría del Big Bang, de los orígenes del universo? ¿Se siente un poco más sabia?

Lo intenté. Leí todo lo que pude, incluso el trabajo de Stephen. Eddie, James (Marsh) y yo tuvimos muchas conversaciones sobre el tema. Si te soy sincera, no creo que ninguno de nosotros lo acabara de entender. Pero me hizo pensar en lo insignificantes que somos, en lo poco que importa nuestra presencia en la Tierra, ese pequeño planeta del Sistema Solar. Ésa fue precisamente otra de las razones por las que quise hacer esta película; me gustó el hecho de que fuera un historia tan pequeña dentro de la grandeza de nuestro universo.

Felicity Jones junto a Eddie Redmayne

Getty Images

De lo divino a lo humano. ¿Por qué decidió ser actriz?

Empecé como muchos otros, sin darme cuenta de que estaba actuando. Simplemente lo hacía. Así recuerdo mis primeros pinitos. Crecí junto a mi hermano. Mi madre nos crió sola. Y yo solía escribir pequeñas obras que interpretaba para ellos. Eran parte de mis juegos y solo más tarde me apunté a un grupo de teatro para conseguir una base sólida. Tenía 11 años y éramos 30 niños a los que un profesor extraordinario llamado Colin Edwards les enseñó Pinter y Stanislavski. ¡Imagínate! Me hizo pensar que ese podía ser mi medio de vida.

¿Tuvo el apoyo de su madre?

Supongo que al principio ella tuvo sus dudas, como cualquier otra en su lugar, pero siempre nos inculcó a mi hermano y a mí la importancia de saber correr riesgos, de atrevernos a explorar nuevos mundos.

¿Recuerda su primer trabajo?

Por supuesto: El soldadito de plomo. Me envolví en papel de aluminio. Así es como empecé. En televisión, mi primer trabajo conocido fue en una serie infantil sobre una escuela de brujas, un Harry Potter antes de Harry Potter.

¿Y sus ídolos? ¿A quién quería emular?

No hables en pasado. Sigo enamorada de Michelle Williams. Admiro su precisión. Se nota lo mucho que se prepara los papeles, resulta exquisita en todo lo que hace. También me encanta Annette Bening, lo afincada que está en el teatro, un mundo que me encanta. Cate Blanchett es otra actriz a la que adoro. Su Blue Jasmine es el tipo de interpretación que admiro, porque vislumbras su preparación. Mis ídolos son estas tres mujeres. Y Meryl Streep, claro. ¿Quién no quiere ser Meryl Streep?

Y en cuestión de moda, ¿de quién ha aprendido más en la alfombra roja?

Como cualquier actriz,me paso la vida creando personajes a partir de la vestimenta, así que siempre me interesa el diseño, cómo expresarte a través de lo que vistes, cómo hacer una entrada. Lo disfruto tanto en la alfombra roja como en mi vida. Tengo un gusto natural por la moda.

Y a diario, ¿qué viste?

Me gustan los diseñadores británicos. Su colorido. Pero si tengo que escoger una marca, sería Prada . Y en zapatos, Valentino.

¿Fetichista de los zapatos?

Eso me viene de mi abuela. Ella solía acumular zapatos y bolsos y me parece que sigo sus pasos.

¿Se siente sola…?

Ahora estoy soltera y sé que no debería de hablar de estas cosas, pero últimamente he tenido un par de citas muy raras. Sin entrar en detalles, eso me hizo pensar en por qué será que si te gusta alguien te quedas sin palabras y no sabes qué decir a esa persona. Sin embargo, cuando no te interesa puedes hablar, bromear y soltar todas esas cosas que te gustaría decirle al otro, al que realmente te importa. Nunca lo entenderé.

Quizá por eso le gustan las relaciones amorosas complicadas en sus películas.

Soy una romanticona, lo tengo claro. Y me encantan las historias de amor. Por eso sigo haciéndolas. Me gusta verlas y hacerlas, nunca me canso. Pero luego, en mis relaciones, no tengo nada de complicada. Doy paseos, voy al cine, al teatro… Sobre todo al teatro, si me acompaña alguien con quien comparto gustos.

¿Y cuando está sola?

Sigo yendo al cine, al teatro o a pasear, pero también hago yoga o me pongo a cocinar. Soy muy casera. Quizá voy a algún pub de vez en cuando pero eso es todo. Porque mi única pasión es el cine. Lo demás es secundario.

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