«Eres mi auténtica leyenda»: Laura Dern y las emotivas lágrimas de su madre al ganar el Oscar

Laura Dern se hizo con el Oscar a mejor actriz de reparto por Historia de un matrimonio. Un premio motivado por un apoteósico (y viral) discurso sobre el síndrome de las Madres Virgen María, donde la abogada de divorcios Nora Fanshaw, a la que interpreta, expone su oposición sobre las expectativas sociales y la presión que se ejer...

Laura Dern se hizo con el Oscar a mejor actriz de reparto por Historia de un matrimonio. Un premio motivado por un apoteósico (y viral) discurso sobre el síndrome de las Madres Virgen María, donde la abogada de divorcios Nora Fanshaw, a la que interpreta, expone su oposición sobre las expectativas sociales y la presión que se ejerce sobre las madres, a las que se construye socialmente como una especie  de vírgenes y seres sin mácula. Un monólogo que ha expuesto y ha generado un debate social sobre los juicios morales que pesan sobre las progenitoras cuando son evaluadas ante los ojos de los demás.

Si el camino que le llevo al Oscar fue por criticar duramente la dictadura sobre la maternidad ideal, su opción al recoger su premio fue el de homenajear la figura de sus padres: tanto al actor Bruce Dern –que no estaba presente–, como a su propia madre, la también actriz Diane Ladd. «Hay quien dice que no conozcas a tus héroes. Pero yo digo que si eres afortunado, les tienes como padres», dijo Dern, emocionando visiblimente a Ladd, que la acompañó y ejerció de pareja de su hija con un simbólico traje masculino en la alfombra roja. Madre e hija se sentaron juntas y se abrazaron al escuchar el nombre de Dern como ganadora del Oscar. Las lágrimas de la madre durante el discurso fueron captadas por las cámaras en uno de los momentos más emotivos de la noche.

Las palabras de Dern fueron especialmente emocionantes, teniendo en cuenta que madre e hija han tenido una carrera profesional de lo más prolífica, compartiendo retos profesionales y logros personales. Dern debutó con su madre en Los Traficantes, en 1973. Después haría otro cameo en otras de las películas de su progenitora, Alicia ya no vive aquí (1974) y hasta aparecieron juntas en escenas de los más simbólicas en Corazón Salvaje (1990), a las órdenes de David Lynch. Sus papeles más trascendentales juntas llegarían en otros dos proyectos: El precio de la ambición (1991), película por la que ambas fueron nominadas al Oscar (Dern a mejor actriz protagonista, Ladd a mejor actriz de reparto, convirtiéndose en la primera madre e hija en ser nominadas por sus interpretaciones en la misma película) e Iluminada, donde Ladd daba vida a la madre de Dern en la añorada serie de HBO.

Veintiocho años después de su primera nominación, y después de haberse acompañado la una y la otra a múltiples entregas de premios, Dern cerraba el circulo haciéndose con un galardón nacido de un personaje que se frustra ante las imposiciones sociales sobre las madres para dedicárselo, precisamente, a la suya. Su «auténtica leyenda».