El hombre que transforma en moles de músculo a los actores de Hollywood

Hablamos con Aaron Williamson, el entrenador personal más demandado en el mundo del cine. Entre sus ‘greatest hits’: las increíbles transformaciones de Zac Efron y J.K. Simmons.

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“¿Has visto lo de J.K. Simmons?”. Durante los últimos días esta pregunta se ha repetido con insistencia en redacciones y gimnasios de crossfit, esos dos planetas que tan pocas veces coinciden en la misma órbita. Pero sí, lo de J.K. Simmons era digno de comentario. A sus 61 años, el actor que interpretó a J. Jonah Jameson en Spiderman y reciente ganador del Oscar por su ‘exigente’ profesor Fletcher en Whiplash, parece haber encontrado (por fin) el tempo entre mancuernas y bancos....

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“¿Has visto lo de J.K. Simmons?”. Durante los últimos días esta pregunta se ha repetido con insistencia en redacciones y gimnasios de crossfit, esos dos planetas que tan pocas veces coinciden en la misma órbita. Pero sí, lo de J.K. Simmons era digno de comentario. A sus 61 años, el actor que interpretó a J. Jonah Jameson en Spiderman y reciente ganador del Oscar por su ‘exigente’ profesor Fletcher en Whiplash, parece haber encontrado (por fin) el tempo entre mancuernas y bancos. El entrenador personal Aaron Williamson publicó en su Instagram las imágenes de la sorprendente transformación física del actor, que se prepara para interpretar al comisario James Gordon y acompañar a Batman y Superman en la próxima película de La liga de la justicia. “Es un tipo muy trabajador y su cambio se debe a un proceso durante el último par de años. Nunca repetimos la misma rutina dos veces así que cada sesión es diferente, pero la clave para nosotros es mantenerle sano y libre de lesiones”, explica a S Moda el responsable del envidiable estado físico del actor, a quien conoció durante el rodaje de Terminator: Génesis. Pero Simmons no es el único cliente de Aaron Williamson, culpable también del torso más tonificado de la meca del cine, el de Zac Efron. Dwayne Johnson, Adrien Brody y Josh Brolin son otros de los nombres entrenados por este marine que, por casualidad, se ha convertido en el más demandado de Hollywood.

El ganador del Oscar J.K. Simmons, con un físico envidiable a los 61 años.Instagram/Cordon Press

“Volví de Irak en 2009, con un contrato de trabajo en Nueva Orleans que al final no salió. Fueron tiempos duros. No tenía ni idea de a qué dedicarme, así que empecé a hacer entrenamiento personal en un gimnasio. Unos meses después entró allí Zac Efron por el rodaje de una película (Cuando te encuentre) y caí justo en mitad de la industria cinematográfica”. ¿Qué probabilidades tiene un soldado de toparse con un actor que necesita entrenar para dar vida a otro soldado? A este viaje, de marine en paro a “go-to guy” (entrenador imprescindible), lo denomina como “su destino”. Y aunque el azar haya tenido un papel clave en su vida, Williamson se encarga de nutrirlo día a día, yendo más allá de lo requerido a un entrenador corriente. “Mi éxito depende del suyo y desarrollar una relación con ellos es fundamental. O se sienten cómodos o la experiencia para ambos no será agradable. En este negocio, nutrir esas relaciones pueden ser la llave del éxito”.

Zac Efron, antes y después de su encuentro casual con Aaron Williamson.Instagram/Cordon Press

Porque el boca a boca también está presente en los vestuarios de la meca del cine, no es de extrañar que Simmons quisiera trabajar con él después de verle entrenar a Jai Courtney (Escuadrón Suicida). Desde su encuentro casual con Efron, con quien a día de hoy sigue manteniendo una estrecha relación, ha encadenado nombres tan conocidos como el “extremadamente impresionante” Josh Brolin, Jamie Foxx, Hayden Christensen, el “increíble” Dwayne Johnson y Sylvester Stallone, una experiencia “inolvidable”. También nombra a mujeres como la khaleesi Emilia Clarke, y aprovecha para denunciar el poco reconocimiento que se les da a las actrices que trabajan durísimo en las películas de acción. Pero, ¿cuál es el truco de Williamson para conseguir que las estrellas se olviden durante unas horas de sus ocupadas agendas para darlo todo en el gimnasio? “La música es un gran motivador. A veces perdemos más tiempo en calentar para ponerles cierto tipo de música que les dé energía y despierte sus endorfinas. De todas formas, cada persona es diferente, así que como entrenador tienes que ser creativo y conocer lo suficiente a tu cliente como para imaginarte qué va a hacerles superar la fatiga y la pereza”.

«Más compañero que cliente», dice Williamson de Dwayne ‘The Rock’ Johnson.Instagram

El marine ha tenido que superar más que eso. Nacido hace 36 años en Florida de una madre adolescente, su infancia fue muy difícil. Con su padre ausente, tuvo problemas con las drogas y la ley hasta que decidió unirse al ejército para encauzar su vida. Allí, en el gimnasio de la base americana en Okinawa, empezó a levantar pesas con el deseo de convertirse en culturista. Ahora, aunque aún entre máquinas, sus objetivos han cambiado. Además de entrenar, ha empezado a hacer sus pinitos en arte dramático, dando clases y apareciendo en pequeños papeles como en la mencionada secuela de Terminator. “Volver de la guerra fue muy duro y la interpretación ha cambiado mi vida. Se ha convertido en una forma de terapia, ayudándome a lidiar con el síndrome de estrés postraumático. Me permite buscar dentro de mí y usar emociones oscuras y reprimidas que nunca hubiera intentado tocar porque son muy dolorosas”.

Williamson desea que la gran plataforma que supone el cine le ayude a difundir su “viaje vital”, inspirando y motivando a quienes puedan necesitarlo. Y para todos aquellos que quieran imitar la transformación de J.K. Simmons (o la de Zac Efron, ampliando el abanico de edad), el entrenador nos aconseja tener paciencia, dedicación y consistencia, porque no es un proceso del que se obtengan resultados de la noche a la mañana. “Querrás dejarlo muchas veces pero hay que levantarse. Deja que el gimnasio (o dondequiera que entrenes) sea el santuario en el que puedas silenciar todos los problemas. Deja que esto sea tu ancla. Mira dentro de ti y encuentra algo que no sabías que tenías. Como dice el dicho: si fuera fácil todo el mundo lo haría”.

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