Emma D’Arcy: «La conexión psíquica que tiene Rhaenyra Targaryen con su dragón se parece a la que puedes tener con tu gato»
Emma D’Arcy se prepara para la fama con ‘La casa del dragón’, precuela de ‘Juego de tronos’. Su plan es callar y escuchar.
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Emma D’Arcy (Londres, 30 años) interpreta a Rhaenyra Targaryen en La casa del dragón, la precuela de Juego de tronos. Con el pelo corto, sienes afeitadas, una camiseta ancha y múltiples pendientes, D’Arcy se prepara para el inminente estreno de la nueva serie de HBO Max, que llega el 22 de agosto. Habla desde el salón de casa, capeando la ola de calor con un ventilador eléctrico, y mantiene un aspecto tranquilo pese a que la fama esté llamando a su puerta. Con una licenciatura en Bellas Artes y una larga trayectoria en el teatro y la televisión a sus espaldas, ha desempeñado papeles en series como Truth Seekers (Prime Video) o Wanderlust (Netflix), pero nunca había sido protagonista en una producción que provocase tanta expectación como La casa del dragón. Se trata de una adaptación televisiva de la novela Fuego y sangre de George R. R. Martin, que cuenta la historia de la Casa Targaryen, en su plenitud y posterior caída. La producción aborda la época de la guerra civil en Poniente que desencadenó la lucha por el Trono de Hierro que tuvo lugar 200 años antes de la llegada de Daenerys Targaryen. Creyendo que en lugar de un spin-off se trataba de una especie de copia del original, D’Arcy mandó un vídeo para el casting luciendo una peluca casera fabricada con pegamento y unas extensiones que encontró por casa. D’Arcy, quien se identifica como persona de género no binario y usa los pronombres they/them (elle/elles), encarna a Rhaenyra, primogénita del rey y jinete de dragones, que nace con todo a su favor, salvo ser mujer. El rodaje de la primera temporada duró 11 meses en plena pandemia, con Matt Smith como su tío, el príncipe Daemon; Paddy Considine como su padre, el rey Viserys, y Olivia Cooke como Alicent Hightower, la amiga de Rhaenyra que termina convirtiéndose en la segunda esposa de Viserys y su rival directa. Habrá ambición, melenas rubio platino y una lucha descarnada por el poder.
¿Cómo ha sido su iniciación en el universo de Juego de tronos? ¿Existen ritos de paso que los actores compartan?
No existe una iniciación como tal, pero para mí el rito de paso ha sido llevar la peluca de los Targaryen por primera vez. Son unas melenas increíbles, hechas a medida y confeccionadas a mano de manera exquisita. Pesaban un poco, pero no me resultaban ajenas, parecían mi propio pelo. Llevarlas es una experiencia transformadora, son todo un símbolo y definitivamente me trasladaron de pleno al universo de La casa del dragón.
Estamos hablando de una saga que levanta pasiones, ¿cómo se ha preparado para el momento en el que empiece a recibir opiniones sobre la adaptación televisiva del libro?
La técnica que he empleado es, a grandes rasgos, hacer como si no pasase nada. Pero soy consciente de que esto tiene un límite de tiempo. Nunca he trabajado en una producción de este calibre y no tengo ningún referente para compararlo, pero más que prepararme para el estreno, me apetece callarme y escuchar. Sé que vamos a compartir nuestro trabajo con muchas personas y que esta audiencia tiene una conexión personal con esa historia, así que quiero oír lo que el público tiene que decir.
La evolución de Daenerys Targaryen es una de las tramas más impactantes de Juego de tronos. ¿De qué manera ha influido a la hora de preparar el papel de Rhaenyra?
Conozco bien la historia de Daenerys y son en el fondo dos personas muy diferentes, aunque ambas tengan el pelo rubio. Un punto muy útil para mí es que las dos tienen que lidiar con la misma cuestión identitaria, que es central para el personaje y tiene que ver con el tipo de Targaryen que quieren ser.
Esa idea de que cuando llega un Targaryen al mundo se lanza una moneda al aire…
Exacto. Tanto Daenerys como Rhaenyra tienen que aprender que si estás hecha de fuego, tienes que decidir si quieres convertirlo en tu aliado o apagarlo.
¿Cree que hay algún equivalente contemporáneo de la Casa Targaryen?
La idea principal es la pregunta de cómo se hereda el poder, político o financiero, y esto sigue siendo relevante hoy en el mundo occidental. Creo que la historia de la familia de Sucesión es muy similar. HBO hace muy bien esa red de deseo, voluntad, autodeterminación y realización personal.
¿Qué diferencia La casa del dragón de Juego de tronos?
Seríamos muy naíf si hubiéramos intentado emular un coloso de serie como Juego de tronos. Compartimos el mismo universo, pero es de vital importancia que La casa del dragón busque una identidad propia. Conoceremos personajes nuevos y es una serie muy centrada en la familia, doméstica, bastante psicológica. Parte de un punto muy generoso para los actores y para la audiencia, porque nos enseña el origen de estos personajes.
Tiene una amplia experiencia en el teatro, ha debido de ser muy diferente entrar en un mundo de fantasía donde se cabalga a lomo de dragones.
Actuar en el escenario y en la pantalla son dos trabajos relacionados pero distintos. Sin embargo, en el teatro hay un aspecto de juego creativo que puede aplicarse a La casa del dragón. Hay algo infantil en el hecho de que tienes que imaginar que tienes un dragón como mascota. Me recuerda mi infancia, cuando mi hermana y yo íbamos en el Volvo de mi madre jugando a que montábamos a caballo cada vez que pasábamos por encima de un bache. Los humanos tenemos una gran capacidad para lo lúdico.
¿Y es posible jugar en rodajes así?
Fuimos muy privilegiados, porque tuvimos mucho tiempo. Una producción de este tamaño puede proporcionar tiempo a los actores. No necesitas saber exactamente lo que pasará cuando llegas al rodaje, solamente tienes que confiar en que sabrás lo que necesitas en cada escena junto a tus compañeros. Esa espontaneidad es muy agradable y me recordaba la del teatro.
¿Qué se puede esperar del dragón de Rhaenyra?
Se llama Syrax, tienen una conexión psíquica, que es algo que también puedes experimentar con tu gato, creo. Tienen temperamentos parecidos: son testarudos y volátiles. Y para Rhaenyra montar dragones es una parte muy importante de su identidad, ya que es una libertad normalmente reservada para los hombres.
Su identidad de género es no binaria ¿ha incorporado vivencias personales para interpretar a su personaje?
Cuestionar las dinámicas de género me ha interesado desde siempre, y personalmente he experimentado la sensación de no concordar con la manera en la que me lee el resto del mundo. Han sido referencias muy útiles para crear a este personaje, porque ser hija de un rey le otorga un gran poder, pero al nacer mujer se le niega la voluntad propia. En cambio, su tío Daemon, con el que se siente muy identificada, puede hacer lo que quiera. Es su doppelganger [doble], que por ser hombre puede llevar a cabo todo lo que desea, pero que a ella no le está permitido. Pero sí, me ha gustado explorar estas cuestiones.
¿Cómo vive el presente, después de estos dos años complicados?
Hemos entrado en una etapa de embriaguez en la que compartimos espacio con mucha más gente. Es muy agradable volver a estar entre otros cuerpos.