Ellas también tienen ese abrigo acolchado, feo y calentito
Los rigores del invierno nos ofrecen esta visión tan práctica y poco glamourosa de las famosas.
Vamos a ser sinceras: ¿quién no guarda en el fondo de su armario un abrigo acolchado que compró hace años? Y podemos ir más allá: ¿cuántas veces te lo pones cada invierno a pesar de que finges que ya lo has olvidado? Esa pieza puede que no sea la que más adoras de tu vestidor y, de hecho, nunca reconocerías que la tienes, pero la realidad es que en los días de más frío no queda más remedio que sacarla a pasear.
O en esos días en los que realmente no sabes qué ponerte y necesitas algo muy cómodo y práctico que, de paso, sea impermeable. El socorrido plumífero es patr...
Vamos a ser sinceras: ¿quién no guarda en el fondo de su armario un abrigo acolchado que compró hace años? Y podemos ir más allá: ¿cuántas veces te lo pones cada invierno a pesar de que finges que ya lo has olvidado? Esa pieza puede que no sea la que más adoras de tu vestidor y, de hecho, nunca reconocerías que la tienes, pero la realidad es que en los días de más frío no queda más remedio que sacarla a pasear.
O en esos días en los que realmente no sabes qué ponerte y necesitas algo muy cómodo y práctico que, de paso, sea impermeable. El socorrido plumífero es patrimonio de casi todos los roperos y, por supuesto, también del de las celebrities. Ellas tienen como excusa los rodajes, donde habitualmente tienen que fingir que están divinas a -5 grados sin medias y con una americana, pero en los descansos el plumas las salva de morir congeladas.
Puede que tu abrigo ya esté hecho trizas después de un montón de temporadas de uso. Las tiendas también son conscientes de su potencial y no paran de reeditarlos invierno tras invierno. Mango es el rey de esta prenda y en su catálogo nunca faltan unas cuantas versiones. La de este año cuesta 99,95 euros (esta redactora aún recuerda y guarda su acolchado de Mango que costó 34 euros hace unos seis años). Zara no se queda atrás y, en cuanto bajan las temperaturas, emergen en sus percheros joyas como ésta. Blanco, por supuesto, no podía ser menos. Eso sí, TopShop y su espíritu británico no han sucumbido a los encantos de la pluma.
Hay que dejar de avergonzarse y lucir con orgullo ese abrigo que muchas intentamos esconder pero que siempre reaparece. Si las famosas y trendsetters lo hacen, las mujeres de a pie que pasamos el mismo frío, también.