Dafne Keen: “Entré en el mundo de la actuación porque sufrí bastante acoso escolar”

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El 4 de enero cumplió 18 años, pero Dafne Keen no tenía pensado hacer nada especial para celebrarlo, salvo “una cena tranquilita con los amigos de Madrid”, explica la actriz con una media sonrisa al otro lado del Zoom. Habla desde la ciudad del Támesis, ha crecido entre sus orillas y las del Manzanares. “Yo nací en Chamberí, pero me he criado en La Latina. Es mi barrio de toda la vida. Madrid me parece un centro cultural impresionante y tiene una industria de la música, del cine, increíble”, explica con calma, aunque por dentro está eufórica. “Tengo un proyecto, no puedo hablar de él, pero me hace mucha ilusión, tengo muchas ganas de hacerlo”. Solo unos días después se dará a conocer que será una de las protagonistas de The Acolyte, nueva serie del universo Star Wars, en la que compartirá reparto con Carrie-Anne Moss (Matrix) y Jodie Turner-Smith (Queen & Slim). “Estoy superilusionada de formar parte de la familia Star Wars, he sido fan de esta saga desde que tenía siete años. Cuando hice la audición me daba igual quién iba a ser en la serie, solo quería estar en el proyecto. La historia y los personajes son preciosos”, puntualiza en una nota de voz tras el anuncio, respetando el secretismo alrededor del proyecto. Será su primer papel adulto, tras debutar en Hollywood a lo grande a los 12 años con Logan —una de superhéroes de Marvel donde le robaba pantalla a Hugh Jackman— y llevar el peso de La materia oscura, serie de fantasía de HBO+ que finaliza ahora después de tres temporadas, en la que ha trabajado junto a Lin Manuel Miranda, Ruth Wilson y James McAvoy. 

¿Se siente mucha presión al ser elegida con 15 años para liderar una serie con un elenco así? 
Da miedo, la verdad, pero es muy divertido y han sido como una familia para mí. Lin es una persona increíble y he crecido un montón gracias a él. Todo el elenco me ha hecho sentirme muy protegida, pero es verdad que ha sido muchísima presión.

¿Por qué atraen tanto las series de fantasía? 
Puede ser una forma de escapismo, pero a la vez creo que la fantasía es una metáfora de nuestro mundo. Una manera distinta de explicar lo que ocurre. 

Sus padres [María Fernández Ache y Will Keen] forman parte de esta industria, creció entre rodajes y teatros, ¿se planteó hacer otra cosa? 
De pequeña tenía como una obsesión con los documentales de animales, pero me enteré de que había que estudiar Biología y que para eso había que estudiar Matemáticas, y a mí las mates se me dan mal no, lo siguiente. Mis padres eran actores y eso me interesaba, pero me interesaba más grabar animalillos y viajar. El cine siempre me había encantado, crecí en una casa muy cultureta, un poquito repelente para otros niños. Entré en el mundo de la actuación porque sufrí bastante acoso escolar de pequeña. Mi madre tenía una amiga que estaba haciendo un anuncio, necesitaban una niña y pensaron que eso me podría distraer de lo que está sufriendo en el cole. Hice ese corto y me lo pasé pipa. Entonces quise empezar a hacer audiciones y así llegó mi primera serie, que se grabó en Rascafría. 

Fue en 2014, Refugiados [con Natalia Tena].
Les dije a mis padres que había sido el mejor verano de mi vida y que prefería hacer eso a tener vacaciones de verano durante el resto de mi vida porque no había sido más feliz nunca.

O sea, que la interpretación fue un refugio frente al acoso. Ahora se habla mucho de concienciar sobre el bullying, ¿se está prestando más atención a estos temas? 
Empecé a sufrir acoso escolar como a los siete años y hasta final de primaria. Yo creo que era porque, lo primero, se me educó de una manera muy rara. No teníamos tele, veíamos pelis de los años cincuenta en blanco y negro y mis padres trabajan en el teatro… Pero de lo que se reían sobre todo era de mi físico, porque los niños son así de plastas, te tocan las narices con lo que saben que te afecta. Si tú pasas de los bullies, ellos pasan de ti. Es así de simple, si les muestras que eres débil van a la garganta. Si no, pasan de ti.  

Empezó a trabajar de niña y ha vivido el surgimiento de movimientos contra los abusos en su industria. 
Creo que hace falta todavía revisar más, pero hemos dado un gran paso. Soy muy consciente de que he entrado en el mejor momento para ser mujer en la industria del cine, pero todavía nos queda camino que recorrer y cosas que resolver. 

Su madre es su coach, ¿hablan de estos temas?
Mi madre es una inspiración en mi vida, y es una megafeminista. Siempre me educó en conciencia de género, voy con ella a los 8-M… En casa siempre ha habido una conversación muy activa sobre el feminismo, el machismo, el racismo, la homofobia, todo. Cuando estaba pasando el Me Too, me explicaba las noticias que iban saliendo, lo viví muy informada.  

¿Este cambio en la industria cree que la ha ayudado a poder acceder a papeles diferentes, menos sexualizados?
Sí, ha habido una gran diferencia. Pero yo creo que cuando más lo voy a notar va a ser ahora. Es mucho más fácil encontrar personajes que no están sexualizados cuando no has llegado a la edad en la que se te considera mujer. Las audiciones que me empiezan a mandar ahora son ya muy distintas, muchos papeles bajo lo que se llama en el feminismo male gaze [mirada masculina]. Sí que es verdad que ha habido un gran avance, pero queda recorrido. 

Su padre fue el secretario de la reina en The Crown, ¿hubo muchas conversaciones en su casa cuando falleció Isabel II?  
Sí, mis padres son gente muy política y tuvimos muchas conversaciones sobre el tema cuando murió la reina. 

¿Le gustaría probar en el cine español? 
Me encantaría. Hace poco vi Alcarràs, que es brutal. Me da mucha rabia, porque como siempre he trabajado fuera, en España no saben que soy española y no me mandan a audiciones para aquí.  

Ha sido mutante, aventurera… ¿Qué tipo de personajes le gustaría interpretar ahora?
Tengo muchas ganas de ver qué me depara el futuro, de ver qué papeles puedo hacer que no sean niñas salvajes, porque es lo que llevo haciendo toda mi vida.

*Estilismo: Emily Tighe.
Maquillaje y peluquería: Kate Rawsthorne.