«Me encantan los riesgos, pero no quiero forzarlos»
El director Nacho Vigalondo entrevista a Anne Hathaway, protagonista de su película ‘Colossal’. Una comedia en la que una joven siente una extraña conexión con un destructivo monstruo…
Todo encaja. A veces me despierto en mitad de la noche y no logro convencerme a mí mismo. No me creo que esto haya pasado, rodar uno de los guiones más locos que he escrito en mi vida con Anne Hathaway. Gracias a esta entrevista recuerdo por enésima vez que no solo ha ocurrido, sino que ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida.
Ya han pasado semanas desde la promoción de Colossal en Estados Unidos [el estreno en España será el 30 de junio]. ...
Todo encaja. A veces me despierto en mitad de la noche y no logro convencerme a mí mismo. No me creo que esto haya pasado, rodar uno de los guiones más locos que he escrito en mi vida con Anne Hathaway. Gracias a esta entrevista recuerdo por enésima vez que no solo ha ocurrido, sino que ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida.
Ya han pasado semanas desde la promoción de Colossal en Estados Unidos [el estreno en España será el 30 de junio]. Me produce curiosidad que todo el mundo parezca sorprendido por tu decisión de interpretar a Gloria, mientras que tú sentías que era el personaje que más se identificaba contigo desde hace tiempo. Yo tengo que decir que parece que la protagonista que saqué de la nada estaba hecha para ti, pero me gustaría hablar de esta aparente contradicción.
En realidad, esto me ha hecho darme cuenta de que la gente no me conoce demasiado bien. En algún momento de la promoción dije que Colossal era la película que siempre había querido hacer. Alguien me preguntó que por qué no interpretaba más papeles de este tipo, y yo contesté: «Me encantaría, pero ¿dónde están?». No sueles leer guiones como este a menudo. Así que cuando me topé con esta historia que no solo me gustaba, sino que se ajustaba a mi sentido del humor y a mi visión del mundo, fue perfecto. Sentí que tú habías unido muchas cosas que la gente prefiere mantener en pensamientos separados. Y demostraste que un filme puede ser pequeño y épico al mismo tiempo, brutal pero divertido, tierno y violento; todo eso a la vez.
Recuerdo la primera vez que pasamos la tarde juntos y compartimos algunas anécdotas de borrachos [ríe]. Me encanta mencionar que me confesaste que decidiste interpretar a Gloria por lo que ocurre con ella justo cuando acaba la historia.
Para mí fue el momento en que el personaje cruzó la línea y se convirtió en sublime. Me sorprendiste. Nunca había visto algo así.
Pero ¿qué pasaría si en vez de ese final, Gloria se tira un pedo?
No me habría decepcionado, porque mostrarías tu sentido del humor de una manera no obscena, elegante. No hubiera sido una mala sorpresa que ella tuviese problemas intestinales [ríe].
Hablemos de miedos. A mí me gusta ser honesto acerca de ellos. Antes de empezar yo me sentía inquieto. Cuando ruedas te preocupa si el público se identificará con la trama. ¿Cuáles eran los tuyos?
Me asustaba que la peluca de mi personaje no funcionase. ¡Y le pusieron tanto pelo que nos llevó un tiempo hacer que quedase bien!
De haber sabido eso me habría enfrentado más tranquilo al rodaje…
Pero era verdad. Quería ser diligente y ver algo que habías dirigido… por si acaso. Pero desde que vi Cambiar el mundo sabía que ibas a hacer un buen trabajo. Hay personas más cautas que yo que me preguntaban acerca del presupuesto, o cómo íbamos a rodar a los monstruos. Yo decía que ya resolveríamos esos temas. A mí me gusta disfrutar de la película que estoy haciendo. Es como practicar puenting, una vez das el paso, lo vives intensamente porque has tomado la decisión.
Bueno, tú has hecho muchas más películas que yo. Quizá es mi forma de ser: tener miedo de que las cosas pueden ir mal. Puede que sea algo normal cuando haces películas.
Yo he sido así durante la mayor parte de mi carrera. Pero llegó un momento en el que paré, y hoy veo mi trabajo desde otro punto de vista. Hace cinco años te habría dado otra respuesta. Pero con Colossal sabía que el guion era bueno. Además, me sentía feliz porque estaba embarazada. No veía razones por las que preocuparme. No sé por qué, pero tenía una confianza plena en ti [ríe].
Me alegra saberlo. Me sentí abrumado por la cantidad de artículos que, con motivo del estreno, hablaban de la forma en que los medios de comunicación retratan a gente famosa como tú. Los reporteros comentaban lo injustos que fueron contigo en el pasado, y me sorprendió, porque no estoy acostumbrado a leer a periodistas que digan algo malo sobre ellos mismos…
Es divertido porque cuando rodamos la película yo ya había experimentado a nivel personal esa parte de la historia en la que Gloria es odiada online… [tuvo problemas con su exposición en Internet].
Te prometo que eso estaba en el guion. Cuando añadí ese elemento a la historia no imaginaba que ibas a interpretar al personaje.
Yo no sabía si alguien lo podía llevar hasta esos extremos. El odio genera esas respuestas. A veces, puede que no todos, pero nos centramos en la rabia y somos muy conservadores, es una parte innegable del mundo moderno.
Para mí fue una sorpresa porque no era del todo consciente de tu relación con los medios en el pasado, por lo que interpreté estos comentarios como una forma de entendimiento, paz y amor.
No te perdiste nada, la gente me quiere. Cada minuto de mi carrera ha sido así [risa irónica].
Para terminar, ¿pretendes seguir haciendo este tipo de películas?
Una persona me preguntó si iba a implicarme en alguna causa social a raíz de mi participación en este filme. Le contesté que yo no afronto los rodajes desde esa perspectiva. Es como cuando tú dijiste que si hubieses pretendido escribir algo raro y diferente, probablemente no habría tenido éxito. No puedes pensar en cómo van a resultar las cosas, tienes que pensar en crearlas. La clave de esta película es que habla de temas que me interesan. Y si eso vuelve a pasar, también trabajaré en ese proyecto. Espero que entiendas esto con todo el amor y respeto con el que lo digo, pero hay directores que no son tan conocidos como deberían. Me encanta asumir riesgos, pero no quiero forzarlos