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Un vestido de Valentino, el yate más lujoso y un contrato en el que encontró la libertad: todo sobre la boda de Jackie y Aristóteles Onassis

La novia. Jacqueline Kennedy, la “reina de Camelot” convertida en la viuda de América. A sus 39 años hacía cinco que su marido, el presidente estadounidense John F. Kennedy, había sido asesinado ante los ojos del mundo, lo que la dejó en una situación de vulnerabilidad. Tras el asesinato de Robert Kennedy en 1968, Jackie buscaba seguridad física y económica para ella y para sus hijos. Aceptó casarse con Aristóteles Onassis y el 20 de octubre de 1968 volvió a vestirse de novia. Bettmann (Bettmann Archive)
El novio. Aristóteles Onassis, uno de los hombres más ricos del mundo y un magnate naviero griego, famoso no solo por su éxito empresarial sino también por su estilo de vida extravagante. 62 años, al menos son los que él reconocía en el momento. Dueño de una aerolínea, y, entre otras muchas cosas, de la isla Skorpios en Grecia donde tenía su famoso yate “Christina”, nombrado en honor de su hija pequeña que tuvo con su primera mujer, Athina Livanos. Había sido amante de la famosa soprano Maria Callas y pareja no oficial de la hermana de Jackie, Lee Radziwill. Bettmann (Bettmann Archive)
La boda se celebró en la isla privada de Skorpios, en una pequeña capilla ortodoxa griega, con solo unos 40 invitados, entre ellos familiares y amigos cercanos. La ceremonia duró aproximadamente 45 minutos, y, como parte de la tradición griega, los recién casados fueron recibidos con arroz para la fertilidad y almendras azucaradas para la felicidad. Aquel día llovió. Express Newspapers (Getty Images)
El vestido Jackie Kennedy Onassis usó un elegante conjunto de dos piezas diseñado por Valentino para su boda, proveniente de la colección de alta costura primavera 1968. El vestido estaba compuesto por un cuerpo de encaje beige con botones de perlas y mangas de obispo, junto con una falda plisada por encima de la rodilla. La elección de un vestido corto, en lugar de un vestido largo tradicional, marcó una tendencia moderna para las novias de finales de los años 60. Además, el vestido se inspiró en un modelo similar que Jackie había llevado previamente a la boda de Eliza Lloyd, hija de Bunny Mellon. Valentino creó una nueva versión para la boda con Onassis. Bettmann (Bettmann Archive)
El peinado. El día de la boda, Jackie fue peinada por un estilista conocido como "Mr. Napoleon" que trabajaba para el conocido peluquero Angelos en Grecia y por cuyas manos habían pasado antes cabelleras famosas como las de Maria Callas, Grace de Mónaco, la primera mujer de Aristóteles o Lady Bird Johnson, esposa de Lyndon B. Johnson en un viaje a Grecia cuando su marido era vicepresidente de EE.UU. Angelos no pudo atender a Jackie por un motivo de agenda y “Mr. Napoleon” llegó al yate de Onassis a las 3 de la tarde del día de la boda y estuvo una hora y media peinando a Jackie. Contó que tenía el cabello muy fino, que empleó un postizo para crear su famoso 'bouffant' y que utilizó un poco de laca, cosa que a Jackie no le gustó. Recogió su cabello en una sencilla trenza trasera y le colocó un sencillo lazo. Bettmann (Bettmann Archive)
El anillo de compromiso. Para celebrar su compromiso, Aristóteles Onassis le regaló a Jackie un anillo de diamante de 40 quilates en forma de marquise, conocido como el Lesotho III, de Harry Winston. Este lujoso anillo, que Jackie guardaba en una caja de seguridad en un banco, fue subastado tras su fallecimiento en 1996 por 2.59 millones de dólares. Bettmann (Bettmann Archive)
Los pajes. Junto a Jackie estuvieron sus hijos, nacidos de su matrimonio con JFK: John Jr., y Caroline, entonces de 7 y 10 años, llevaron las velas blancas de la tradición ortodoxa. Los hijos de Onassis de su primer matrimonio, Alexander, de 20 años, y Christina, de 18, observaron desde un rincón de la pequeña capilla. Los cuatro vieron a Jackie Kennedy y Aristóteles Onassis intercambiar anillos de oro en una ceremonia oficiada por el padre Polykarpos Athanassiou, un sacerdote griego ortodoxo de 31 años y amigo cercano de Onassis. Bettmann (Bettmann Archive)
El coche Después de salir de la pequeña iglesia de la isla, el matrimonio se subió junto con los hijos de Jackie, en un Austin Mini Moke, un coche diseñado por Alec Issigonis a principios de los años 60 que había sido proyectado como vehículo militar y que acabó siendo el vehículo de los ricos y famosos en sus vacaciones en la Riviera francesa, la cosa amalfitana o las islas griegas. Express Newspapers (Getty Images)
La recepción. La pareja esquivó como pudo a todos los periodistas, paparazzi y curiosos que acudieron al lugar para regresar al yate Christina, donde ofrecieron una “fiesta de champán” a sus invitados. Bettmann (Bettmann Archive)
La prensa. La isla se llenó de periodistas de revistas, corresponsales de periódicos y fotógrafos, que alquilaron barcos para acercarse todo lo posible a la pareja (una de estas embarcaciones llegó a volcar). La prensa internacional tuvo una reacción airada, al igual que gran parte de la sociedad americana, ante la noticia de la boda: el periódico sueco Expressen tituló “Jackie, ¿cómo pudiste?” y el francés Le Monde señaló que Jackie, con este matrimonio, había sorprendido al mundo al casarse con un hombre cuya vida contrataba fuertemente con los ideales liberales de su primer esposo, John F. Kennedy. La decisión de Jackie fue vista por muchos como “el fin de Camelot”, el mito creado en torno a los Kennedy. Bettmann (Bettmann Archive)
La luna de miel. Después de la ceremonia, los recién casados abordaron el yate de Onassis, 'Christina', donde también habían pasado su luna de miel Grace Kelly y el príncipe Rainiero de Mónaco. La pareja pasó la luna de miel navegando alrededor de la isla de Skorpios. STAFF (AFP via Getty Images)
El contrato prematrimonial. Se rumoreaba que el matrimonio entre Jackie y Onassis fue más por interés que por amor, como lo reflejaba el contrato prematrimonial que firmaron. En él, se estipulaba que dormirían en habitaciones separadas, Jackie podía viajar sola sin el consentimiento de su esposo, y solo estaba obligada a pasar con él los veranos y las fiestas familiares. Fue en este matrimonio y en este contrato que Jackie pudo encontrar lo más parecido a la libertad y pasar página del rol casi cultural que se le había asignado como “la viuda de América”. Aunque el matrimonio duró poco, el divorcio no se llegó a materializar debido al fallecimiento de Onassis en 1975. Bettmann (Bettmann Archive)
El noviazgo. Jacqueline y Aristóteles se conocieron unos años antes. En 1963 Jackie estaba devastada por el asesinato de su marido, pero también por la muerte de su hijo Patrick ese mismo verano, nacido prematuro y con problemas respiratorios. La hermana de Jackie, Lee Radziwill, decidió llevarla a unas vacaciones a bordo del Christina: ella misma mantenía una relación de seis años nunca confirmada oficialmente con el magnate griego. Tras el asesinato de Robert Kennedy en 1968, cuenta la leyenda que Onassis (que estaba envuelto en una apasionada historia de amor con Maria Callas) vio la oportunidad y dijo: “Ella será mi próxima esposa”. Bettmann (Bettmann Archive)
El drama Lo que no sabía Jackie cuando aceptó la propuesta de matrimonio de Onassis era que unos meses antes el magnate había puesto fecha a su boda con Maria Callas. La soprano quedó devastada tras enterarse de la noticia por la prensa y se llegó a decir que intentó suicidarse. Por su parte, la hermana de Jackie, Lee, también quedó en “shock” por el acontecimiento, pero acabó ejerciendo de dama de honor de su hermana. Ron Galella (Ron Galella Collection via Getty)
Los primeros años Juntos, Jackie y Onassis navegaron por los rincones más bellos del Mediterráneo, desde las islas griegas hasta la costa amalfitana, en Italia, donde pasaron unos días en Capri. Visitaron Egipto y también las Bahamas o Martinica, pero además de estos retiros de paz, mar y sol también viajaron juntos a París, Atenas o Nueva York. Ron Galella (Ron Galella Collection via Getty)
El (casi) divorcio. El matrimonio entre Jackie y Onassis pronto se deterioró. Su relación estaba más cerca de un acuerdo amistoso que de un romance y Onassis no pudo superar la muerte de su hijo Alexander. De 23 años, en un accidente de aviación, lo que sumió al magnate en una profunda depresión. Según publicó la revista 'Time', citando fuentes cercanas a la pareja, pasaban largas noches en silencio y Onasiss llegó a culpar a Jackie por lo ocurrido mencionando la “maldición de los Kennedy”. A pesar de estos problemas, nunca se llegó a concretar un divorcio, ya que Onassis falleció en marzo de 1975. Ron Galella (Ron Galella Collection via Getty)
En la imagen, Jackie junto a su hijo John John en el funeral de Aristóteles Onassis en marzo de 1975.Michel ARTAULT (Gamma-Rapho via Getty Images)