Empieza la búsqueda de las botas perfectas

Altas, tobilleras, de caña ancha o con cordones: toma nota y elige las tuyas para el otoño.

Una de las razones más abultadas por las que queremos que llegue el frío, es para cambiar las sandalias por las botas. Si bien cada vez son más aquellas que se las ponen todo el año -sobre todo los botines de medida tobillera y este verano, las biker boots- las hay que esperan al pistoletazo de salida que marca la bajada de temperaturas para atreverse con la artillería pesada.

Este otoño, como suele pasar todas las temporadas, la variedad es tan vasta como las tendencias imperantes en cuestión de ropa. Grunge, años sesenta, étnicas, masculinas o discotequeras; de flecos, esta...

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Una de las razones más abultadas por las que queremos que llegue el frío, es para cambiar las sandalias por las botas. Si bien cada vez son más aquellas que se las ponen todo el año -sobre todo los botines de medida tobillera y este verano, las biker boots- las hay que esperan al pistoletazo de salida que marca la bajada de temperaturas para atreverse con la artillería pesada.

Este otoño, como suele pasar todas las temporadas, la variedad es tan vasta como las tendencias imperantes en cuestión de ropa. Grunge, años sesenta, étnicas, masculinas o discotequeras; de flecos, estampado animal o con pelo. De charol, metalizadas o de piel lisa así como combinando varios materiales. Esta vez no hay término medio (olvídate del kitten heel): o son planas -con suela prácticamente inexistente, de goma o rugosa y antideslizante- o de tacón inhumano. La particularidad esta vez es que es gordo y en ocasiones curvado, como en las botas estrella de Prada.

Una de las novedades del invierno son los acabados metalizados y el no siempre bien recibido color blanco. En otro orden de tapas, la cuña es la reina indiscutible y nos hace ganar centímetros de manera exagerada gracias a que, por razones obvias de estructura, viene acompañada de una gruesa plataforma. Comodísima, aunque no lo parezca, para apoyar la planta del pie.

Además de ajustadas con hebillas, goma lateral o cremallera, este otoño vamos a tener que apañárnoslas especialmente con cordones extralargos que además de amarrarse con corchetes dan varias vueltas de propina y se anudan con lazadas.

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