El nuevo gótico: Y se hizo la luz

La estética gótica se ilumina con colores audaces y estampados que rinden tributo a Versace.

Conocí a Riccardo Tisci en Milán hace una década, cuando todavía su nombre no era tan ubicuo como lo es hoy. Recuerdo muy bien su llamada a la redacción invitándome a asistir a su desfile durante la Semana de la Moda y su cara de sorpresa cuando, tras él, acudí al backstage para felicitarlo. Lo que vi aquel día sobre la pasarela fue algo único. Por eso, cuando medio año más tarde Tisci fue fichado por Givenchy para convertirse en su nuevo director creativo, tuve muy claro que él era el diseñador perfecto para la maison.

Tras más de media década depurando su estilo ...

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Conocí a Riccardo Tisci en Milán hace una década, cuando todavía su nombre no era tan ubicuo como lo es hoy. Recuerdo muy bien su llamada a la redacción invitándome a asistir a su desfile durante la Semana de la Moda y su cara de sorpresa cuando, tras él, acudí al backstage para felicitarlo. Lo que vi aquel día sobre la pasarela fue algo único. Por eso, cuando medio año más tarde Tisci fue fichado por Givenchy para convertirse en su nuevo director creativo, tuve muy claro que él era el diseñador perfecto para la maison.

Tras más de media década depurando su estilo desde el más oscuro y siniestro prisma (con la ayuda de su fiel musa y compañera de fatigas, la modelo Mariacarla Boscono), Tisci llegó a un punto de no retorno: o daba un giro a su discurso estético –de raíces gótico-futuristas– o desaparecía engullido por sus propias tinieblas. Pues bien, la vuelta de tuerca se ha producido con su colección de otoño-invierno 2011/2012. ¡Y menudo cambio! Inspirado por la pin up más inquietante y provocadora de la historia, Bettie Page, y por su adorada e íntima amiga Amanda Lear en la portada del álbum For Your Pleasure de Roxy Music (con estilismo dressed to kill de Antony Price), el diseñador encontró las claves para crear una poderosa silueta sensual-deportiva basada, a partes iguales, en sudaderas y faldas tubo. Un colección fetichista con la que, además, ha querido rendir su más personal homenaje a un diseñador que, como él, nació en el sur de Italia y que hoy vuelve a estar en boca de todos: Gianni Versace.

Ganas de fiesta. En una temporada en la que el estilo Versace constituye (por fin) un gran éxito comercial gracias al poder de la moda de bajo coste, resulta paradójico que, en el otro extremo de la cadena, las prendas y accesorios más deseados rindan también tributo al genio italiano. ¿Cómo? A través de unos estampados creados por Tisci para Givenchy en los que las amenazadoras panteras se funden con un festival de orquídeas purpúreas, dorados pensamientos y salvajes iris. ¿Qué ha ocurrido en la vida de este creador para que llamara a las puertas de semejante paraíso tropical? Él mismo lo explicó a Air France Madame: «Después de seis años cristalizando un estilo de reminiscencias góticas, he sentido la necesidad de introducir la luz y explorar nuevos territorios, con colores y estampados audaces, en una colección que fusiona el estilo pin up de los años 50 con el sportswear».

La reacción de las fans más conocidas de la firma francesa ante el atrevimiento de este joven creador ha sido, lógicamente, abrumadora. Carine Roitfeld y Anna Dello Russo, sus ángeles de la guarda en la industria de la moda, cayeron rendidas ante la propuesta. Hollywood le dio la bienvenida de la mano de dos de sus más fervientes admiradoras: Liv Tyler y Nicole Richie. Y el mundo de la música llamó a su puerta a través del diseño gráfico del último álbum de Kanye West y Jay-Z, Watch The Throne.

La coronación de Tisci como chico de oro de la moda actual llegó de la mano de Donatella Versace en una entrevista que ella le hizo para la revista neoyorquina Interview y en la que la italiana reconocía que deseaba ponerse todas y cada una de las prendas de Givenchy. El diseñador respondía al generoso gesto de la siempre distante Donatella con un sentido «¡Brava!» y admitiendo que hay mucho de ella en esta colección. De ella… y de las nueve mujeres con las que se crió en Taranto: ocho hermanas y su madre. La sensualidad femenina que lo rodeó de niño está también presente en la colección. Como las imágenes de las campañas de Avedon para Versace (repletas de supermodelos) que aparecían en las revistas que su hermana peluquera llevaba a casa. A través de ellas, Tisci sintió por primera vez la pasión por la moda que ahora lo ha encumbrado hasta lo más alto del Olimpo. La segunda parte de este luminoso capítulo en la historia de Givenchy llegará en primavera-verano, cuando los estampados se vuelvan surferos. ¿Y después? ¿Volverá a reinar la oscuridad en el reino de Tisci? Chi lo sa.