El curioso caso de los famosos que copian la ropa que diseñan (y creían que nadie se daría cuenta)
A las Kardashian les llueven las críticas por los plagios en sus diseños. Emily Ratajkwoski irá a los juzgados por los parecidos más que razonables de su línea de bañadores.
«Me encanta diseñar ropa para niños que no se haya visto antes, como vestidos lenceros o shorts con encaje». Kim Kardashian se ve a sí misma como una visionaria de la moda infantil. Lo dijo hace unas semanas en un entrevista a la edición estadounidense de Vogue, donde promocionó la nueva colección de Kids Supply, la marca de ropa para niños que diseñan ella y su marido, Kanye West. Un repaso al opulento ...
«Me encanta diseñar ropa para niños que no se haya visto antes, como vestidos lenceros o shorts con encaje». Kim Kardashian se ve a sí misma como una visionaria de la moda infantil. Lo dijo hace unas semanas en un entrevista a la edición estadounidense de Vogue, donde promocionó la nueva colección de Kids Supply, la marca de ropa para niños que diseñan ella y su marido, Kanye West. Un repaso al opulento (y adulto) armario de sus hijos, North y Saint West, podría verificar esta sentencia. No es así para el ojo clínico de Diet Prada, el dúo formado por Tony Liu y Lindsey Schuyler que utiliza su cuenta de Instagram para denunciar las flagrantes copias de la moda y avergonzar con descaro a aquellos que lo hacen. Hace unos días confirmaron que más que ropa ‘nunca vista’, lo de la marca de los Kimye son recreaciones (rozando prácticamente la exactitud) de colecciones pasadas de otros conocidos diseñadores. Si día antes la acusaron de copiar el imaginario de Beyoncé para promocionar su línea de maquillaje, esta vez apuntaron a plagios en la colección infantil de Kids Supply.
Al hallazgo lo llamaron «Kim des Garçons«, y con razón: una de las mini bombers que Kim Kardashian vende a 250 dólares la unidad es clavadita a otra que en su día diseñó Rei Kawakubo en Comme de Garçons x Kosho &Co. Otro (agotadísimo) vestido de lentejuelas plateado (muy similar al que vistió Norht West a conjunto con su madre durante la semana de la moda de Nueva York el pasado otoño) es prácticamente una réplica en miniatura del modelo original de Vetements. El post de Diet Prada denunciando la apropiación ha tenido tanta repercusión que uno de los representantes de la marca salió a dar explicaciones al Page Six aclarando que el parecido era intencionado y que más que un plagio, se trataba de un «homenaje». Y solo después de que el escándalo saltase a la prensa, la propia Kardashian aclaró desde su cuenta de twitter que los diseños «son dos de las prendas favoritas del armario de North y Saint» y que todos los beneficios de la venta de las dos prendas se donarían a un hospital infantil de Los Ángeles.
En el clan Kardashian parecen acostumbrados a lidiar con polémicas de este calibre. Su hermanastra Kylie Jenner acumula denuncias de plagio en varios de sus negocios. La han acusado de vender varios modelos de prendas de camuflaje bastante similares a las de Plugged NYC, una firma que también viste Rihanna y a la que, curiosamente, previamente la propia Jenner había pedido ropa gratis para lucirla en sus redes sociales (tal y como demostraron los mails que hizo públicos la firma al comprobar que Jenner estaba vendiendo prendas como las suyas). La artista de maquillaje Vlada Haggerty asegura que Jenner ha calcado varias de sus composiciones en la publicidad de su línea de cosmética, y también existen unas sudaderas con llamas que Jenner agotó en cuanto puso a la venta y que resultaron ser sospechosamente parecidas a las de la firma Cake Asia.
Lejos de estas hermanas también hay casos de famosos que no son tan creativos como parecen, especialmente si copian a una de las firmas de baño más valoradas y conocidas de EEUU. Ese ha sido el caso de la modelo Emily Ratajkowski, que acaba de lanzar una línea de bañadores (Inamorata) y cuyos diseños son bastante parecidos a los de la firma Lisa Marie Fernández. La firma de baño de lujo ha impuesto una demanda contra la maniquí para reclamar el plagio. Fernández alega que registró en 2015 21 de sus diseños en la Unión Europea y otros 20 en Australia, ya que en Estados Unidos no se regula la protección de derechos de autor para artículos como la ropa. El hecho de que Inamorata, con base en California, distribuya por todo el mundo hace posible que se pueda activar la demanda.
La modelo asegura que su firma está inspirada en bañadores ‘retro’ y que en el caso del bañador con tres lazadas lo diseñó basándose en un modelo que vio en un número antiguo de la revista Sports Illustrated. Esta vez será el juez quien decida si realmente ha plagiado a una de las firmas de baño más conocidas de la industria.