Los diez hitos de la década que cambiaron la moda para siempre

Del éxito de la ropa deportiva al nacimiento de los ‘influencers’: repasamos los nombres, tendencias y acontecimientos que pasarán a la historia.

El triunfo del 'streetwear', las zapatillas de Balenciaga y la inclusión han marcado la década.Getty

El furor por la ropa deportiva. Eso que en inglés se denomina streetwear y que no es otra cosa que utilizar la ropa de deporte más allá del gimnasio es, sin duda, una de las grandes macrotendencias que han definido los últimos diez años. El lujo, que antes rehuía de todo lo que tuviera que ver con el estilo callejero y deportivo, ha caído rendido ante la sudadera con logo y, por supuesto, las zapatillas. Las Yeezy o las triple S de Balenciaga figuran entre las más codiciadas y han su...

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El furor por la ropa deportiva. Eso que en inglés se denomina streetwear y que no es otra cosa que utilizar la ropa de deporte más allá del gimnasio es, sin duda, una de las grandes macrotendencias que han definido los últimos diez años. El lujo, que antes rehuía de todo lo que tuviera que ver con el estilo callejero y deportivo, ha caído rendido ante la sudadera con logo y, por supuesto, las zapatillas. Las Yeezy o las triple S de Balenciaga figuran entre las más codiciadas y han sustituido al bolso como símbolo de estatus (este año el mercado de las sneakers facturó 68000 millones de euros). Antes de que el fenómeno del chándal deluxe estallara, las zapatillas con cuña de Isabel Marant o la sudadera del tigre de Kenzo –prendas icono del año 2012, según un ranking publicado por el portal de moda Lyst– sirvieron de avanzadilla.

Las triple S de Balenciaga son una de las piezas icónicas de la década.Getty

Las nuevas celebridades digitales. Si los primeros blogs de moda germinaron en la década anterior, el nacimiento de Instagram en octubre de 2010 marcaría la transformación de la figura del bloguero en el bautizado como influencer. La moda no tardó en poner toda su atención en estas nuevas celebridades surgidas del anonimato dando lugar a las controvertidas colaboraciones pagadas, la dictadura del ‘like’ y potenciando la fotografía de street syle (cuyo padre, el fotógrafo Bill Cunningham falleció, por cierto, en 2016). La italiana Chiara Ferragni es una de las influencers más reconocidas a nivel global, con permiso del clan Kardashian, cuyo éxito televisivo se tradujo en millones de seguidores en sus perfiles de Instagram. A estos nuevos agentes se debe en gran parte el surgimiento de las prendas virales.

La ‘influencer’ italiana Chiara Ferragni en el último desfile de Dior.Getty

‘Normcore’: menos es más. En 2013 la agencia de tendencias neoyorquina K-Hole acuñó este término, que invadió la prensa especializada durante el año siguiente. El concepto hace referencia a vestir de manera convencional y anodina huyendo de las tendencias pasajeras, pero paradójicamente el ‘normcore’ acabó engullido por el sistema de la moda convirtiéndose en una tendencia en sí mismo. Aunque el anglicismo haya quedado en el olvido, lo cierto es que la estética minimalista, ahora en versión más sofisticada, tiene muchas papeletas para seguir marcando la pauta los próximos años.

El minimalismo sofisticado marca la pauta.Getty

Tiempos de diversidad e inclusión. La modelo Adut Akech, una refugiada sudanesa que, entre otros logros, ha sido imagen de Chanel, era coronada hace unos días como mejor modelo de 2019 en los Fashion Awards. El galardón viene a confirmar un cambio de rumbo en los cánones tradicionales que regían las pasarelas. La de 2010 ha sido la década de la inclusión apostando por maniquíes de distintas etnias, tallas e identidades y dando visibilidad a mujeres como Aaron Philip, la primera modelo trans con parálisis cerebral.

Adut Akech, mejor modelo de 2019.Getty

Ropa unisex. Los límites entre el armario femenino y masculino se han ido desdibujando y cada vez más firmas apuestan por la moda sin género. Las creaciones del cordobés Alejandro Palomo, al frente de la firma Palomo Spain, han sido las mejores representantes de la tendencia en la moda nacional y han llegado a exponerse en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. La irrupción en la alfombra roja de celebridades como el presentador Jonathan Van Ness (Queer Eye) o el actor Billy Porter (Pose), ataviados con tacones y vestidos tradicionalmente femeninos, han contribuido a romper la barrera entre géneros.

Dos logos mejor que uno. Marc Jacobs fue pionero en crear sinergias entre el universo del lujo y otras etiquetas lanzando distintas colaboraciones durante su etapa como director creativo de Louis Vuitton. Una exitosa estrategia que se ha prolongado en el tiempo alcanzando hitos hasta entonces impensables como ver el clásico monograma de la maison francesa junto a la tipografía blanca y roja de Supreme, marca asociada al mundo del skater. Los coleccionistas llegaron a pagar 63.000 euros por un baúl que combinaba los logos de ambas firmas.

Una de las cotizadas piezas de la colaboración entre Louis Vuitton y Supreme.Imaxtree

La alargada sombra de Phoebe Philo. La que fuera directora creativa de Celine (ahora sin tilde) hasta finales de 2017 transformó el armario femenino. «No tengo ningún problema en ver a una mujer luciendo cualquier cosa siempre que la haya elegido por sí misma. Pero creo que hay demasiadas imágenes de mujeres sexualizadas y muchas que se visten para otras personas perdiendo su propio poder en el proceso”, contó a Alexandra Shulman en una de las pocas entrevistas que ha concedido. El pantalón de pata ancha, los abrigos masculinos, las faldas midi, los zapatos feístas o los jerséis de cuello configuraron el ADN de la marca bajo su batuta y se instauraron en el armario de la mujer actual. Numerosas firmas como Bottega Veneta, JW Anderson o Victoria Beckham se disputan ahora relevar su legado estético y conquistar a sus clientas. Junto a ella otros nombres como Alessandro Michele (Gucci), Demna Gvasalia (Balenciaga), Marc Jacobs, Miuccia Prada o Pierpaolo Piccioli (Valentino) han definido la moda de los últimos años.

Phoebe Philo revolucionó el armario femenino.Getty

Nuevas formas de vender. Un drop es una colección de edición limitada que se despacha en un tiempo y espacio cortos y concretos. Normalmente la marca avisa a través de Instagram del lanzamiento y sus seguidores la agotan rapidísimo e incluso la revenden por cifras astronómicas. Cada vez son más las marcas –incluso de lujo– que se suman a esta fórmula, popularizada en un principio por el streetwear.

Drop de Supreme para este otoño-invierno.DR

El fin de los diseñadores estrella. Con la muerte de Karl Lagerfeld el pasado mes de febrero se cerró la etapa de los creadores tanto o más mediáticos por sus diseños como por su personalidad. Estos últimos años también han fallecido otros grandes talentos de la industria como Hubert de Givenchy, Ottavio Missoni, Oscar de la Renta o Kate Spade, además de Alexander McQueen, que se quitó la vida en febrero de 2010. En el panorama nacional nos dejaron creadores de la talla de Elio Berhanyer, Sita Murt, Andrés Sardá y, por supuesto, David Delfin.

El mítico diseñador Karl Lagerfeld.Getty

Compra responsable. El lema “compra menos, compra mejor”, popularizado por la diseñadora Vivienne Westwood, se ha convertido en una de las consignas más coreadas y, sin duda, dominará el consumo de los años 20. Las nuevas generaciones están interesadas en consumir con cabeza y exigirán a las marcas transparencia y sostenibilidad. Ese será el gran concepto de la moda en la próxima década.

La moda del futuro será sostenible o no será.S Moda con fotos de Getty

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