De nuevo, el cuero

El rey de los años 80 está de vuelta. Teresa Bacca nos muestra lo bien que sienta.

Álvaro Beamud

Han pasado dos décadas desde que el cuero triunfó en la moda de la mano de diseñadores como Claude Montana o firmas como Loewe. La sorpresa de esta temporada es que sus legados se reivindican y el resultado es irresistible.

Allá por mediados de la década de los años 80, era muy difícil encontrar a una mujer que confesara vestir a la moda y no tuviera en su armario varias prendas confeccionadas con este material. Los responsables de la tendencia en cuestión fueron estos dos nombres legendarios del sector que poco más tuvieron en común.

Claude Montana se situ...

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Han pasado dos décadas desde que el cuero triunfó en la moda de la mano de diseñadores como Claude Montana o firmas como Loewe. La sorpresa de esta temporada es que sus legados se reivindican y el resultado es irresistible.

Allá por mediados de la década de los años 80, era muy difícil encontrar a una mujer que confesara vestir a la moda y no tuviera en su armario varias prendas confeccionadas con este material. Los responsables de la tendencia en cuestión fueron estos dos nombres legendarios del sector que poco más tuvieron en común.

Claude Montana se situó en el radar de la moda internacional en 1979 y, durante la década posterior, se convirtió (junto a Thierry Mugler y Jean Paul Gaultier) en uno de los creadores más influyentes de aquellos acelerados tiempos. Su comienzo como colaborador de la firma de accesorios de piel MacDouglas –para la que trabajaba desde su diminuto apartamento parisino– fue la razón por la cual el diseñador se erigió como rey del cuero para una clientela formada por mujeres partidarias de los looks excesivos –que en los años 80 abusaban de los colores chillones y de las hombreras gigantescas–. Cazadoras perfecto, americanas cortas, pantalones de corte vaquero y faldas de tubo fueron algunas de las prendas que, confeccionadas por Montana, se ubicaron en lo más alto de la lista de favoritos de cualquier adicta a la moda de la época.

El fin de un reinado. La década de los 80 fue muy benevolente con la ultrasofisticada propuesta de Claude Montana. Sin embargo, la llegada del minimalismo y del ready-to-wear arrinconó a una firma que acabó declarándose en bancarrota en 1997. Un año antes, el diseñador ya se había retirado del panorama debido al trágico suicidio de su esposa (de conveniencia), la andrógina modelo americana Wallis Franken.

A finales del año pasado, Montana volvió a ser noticia debido a Claude Montana: Fashion Radical, un recomendable libro de sobremesa editado por él mismo y por la periodista Marielle Cro. Al instante, la moda actual giró su mirada hacia su ecléctico legado y comenzó a recuperar todo aquello por lo que él luchó en nombre de la vanguardia parisina. Este otoño-invierno se remata su tributo con la recuperación del cuero como material para crear prendas comodín, capaces de ser combinadas con otras de muy diferente estilo. Una opción por la que ya apostó Montana hace más de dos décadas junto a una firma española que también es experta en estas lides: Loewe.

Con sello español. En los años 80 Loewe vivía una inquietante época, en la que inició un proceso de apertura hacia una clientela más democrática. En la primera fila de sus desfiles de Cibeles se comenzaron a sentar, junto a la burguesía, personajes como Félix de Azúa, Almodóvar o Mercedes Milá. Y, sobre la pasarela, empezó a verse una moda prêt-à-porter en la que los entallados minivestidos y los pantalones de cuero con pinzas se convirtieron en objeto de deseo para una nueva generación, ansiosa por combinar las creaciones de una firma clásica con las propuestas modernas de diseñadores como Francis Montesinos, Antonio Alvarado o Manuel Piña. Mientras tanto, sus campañas se renovaban y en ellas el nuevo cuero brillaba sobre modelos como Yasmin Le Bon o una todavía desconocida Linda Evangelista.

Así fue como la firma Loewe contribuyó a que el cuero dejara de ser solo material para accesorios y se convirtiera en protagonista de prendas elegantes y muy sensuales. En la actualidad, su director creativo, Stuart Vevers, ha recuperado este valioso legado y lo ha resumido en la minicolección The Leather Icons, perfecta muestra de lo que el cuero puede dar de sí cuando tiene una oportunidad… aunque sea cada 20 años.

Jersey de Brioni (c.p.v.), pantalón de Acne (c.p.v.), bolso de Prada (1.700 euros), zapatos de Robert Clergerie (340 euros), pulsera de Aristocrazy (339 euros), anillo de Repossi (c.p.v.).

Álvaro Beamud Cortés