De «Cuntier» a «Giraunchy», la moda se autoparodia
La última tendencia pasa por vestir versiones cachondas de logos icónicos.
Cuando pensábamos que los cambios de los nombres de las marcas eran chistes fáciles y curiosidades que se podían encontrar en los mercadillos de domingo (vease chándal Audidas y sucedáneos), las marcas de lujo han encontrado la horma de su zapato en otras marcas que están haciendo negocio con versiones cachondas de sus icónicos nombres.
Uno de los primeros accesorios donde pudo comenzar a verse tímidamente es en los bolsos. Si Longchamp ya lanzó uno en lona con un irónico dibujo especificando "...
Cuando pensábamos que los cambios de los nombres de las marcas eran chistes fáciles y curiosidades que se podían encontrar en los mercadillos de domingo (vease chándal Audidas y sucedáneos), las marcas de lujo han encontrado la horma de su zapato en otras marcas que están haciendo negocio con versiones cachondas de sus icónicos nombres.
Uno de los primeros accesorios donde pudo comenzar a verse tímidamente es en los bolsos. Si Longchamp ya lanzó uno en lona con un irónico dibujo especificando "Esto es un it-bag" ("Ceci est un it-bag"), el rey del negocio de la moda que sabe sacarse partido hasta de sí mismo es Karl Lagerfeld. Durante el año 2009 se pudo ver al director creativo de Chanel pegado a una bolsa con un divertido Karl Who? (¿Karl quién?), diseñada por Naco-Paris. "Lo encuentro halagador" declaró en su momento Lagerfeld para WWD. Poco tiempo después, la concept store Colette empezaría a comercializarla para poblar media blogosfera con el mensaje y hasta Victoria Beckham se ha marcado la metaparodia al colgar una foto de su hijo emulando al Káiser.
El fenómeno logomanía de los ochenta vuelve en clave humorística a través de camisetas, sudaderas o gorros que han reciclan con ironía los conceptos de las marcas de lujo para vestir a la calle. Desde Papermag explican que "estos diseños permiten a un rango más amplio de gente a perticipar de la conversación de la moda", sobre todo para aquellos obsesos de las marcas de moda que matan por una camiseta de Givenchy o una de Balmain, pero no pueden permitírsela. Así, cualquiera podría comprar un gorro de COMME des FUCKDOWN (Comme des Garçons), de la firma SSUR, o una camiseta de Giraunchy (Givenchy) de la marca Conflict of Interests.
¿Qué dicen al respecto las marcas mencionadas? Depende de las propias versiones. Brian Lichtenberg, declaró que "nadie se ha quejado porque los diseños se han desarrollado de una manera nada despectiva. Un amigo que trabaja en el showroom de Céline en París ha pedido conmigo camisetas para todo su equipo". Marcas y diseñadores como Riccardo Tisci o Comme des Garçons se lo toman con humor, mientras que otras como Chanel (en el caso de Nvr Mnd Us) o Cartier (en el caso de Kthanksbye) han pedido que cesen en su actividad.
Lo irónico (si puede serlo más) del asunto es que estas graciosas parodias se han podido ver entre fashion insiders como Cara Delevigne que pueden permitirse con creces comprar el modelo original. Quizás el propósito de llevar una marca "falsa" no es más que una alternativa divertida de ser groupie de una marca. Conflict of Interest lo deja claro: "Definitivamente somos fans de las marcas que parodiamos". En S Moda hacemos un repaso de las celebrities que también lo son.