Chloë Sevigny: «Para mí ser madre a partir de los 40 tenía todo el sentido»

Chloë Sevigny cumple 25 años como actriz, los mismos que cumple ‘Kids’, su debut. Los celebra estrenando maternidad a sus 45, enamorada y con una nueva serie que explora la identidad adolescente: ‘We Are Who We Are’, de Luca Guadagnino.

Chloë Sevigny estrena serie y maternidad.NATALIA MANTINI para ‘The New York Times’.

Right here, right now rezan los primeros capítulos de We Are Who We Are, la serie del director Luca Guadagnino (Call Me By Your Name). Aquí y ahora. Ese lema devenido hashtag cliché en estos tiempos inciertos. El italiano lo usa para recordarnos que lo que cuenta en su primer show para televisión es casi contemporáneo –la historia de dos jóvenes, Fraser y Caitlin, en una base militar americana en Italia en 2016, cuando Trump ganó las elecciones–, no es una visión nostálgica de la adolescencia, sino una reflexión actual alrededor de la identidad de género.
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Right here, right now rezan los primeros capítulos de We Are Who We Are, la serie del director Luca Guadagnino (Call Me By Your Name). Aquí y ahora. Ese lema devenido hashtag cliché en estos tiempos inciertos. El italiano lo usa para recordarnos que lo que cuenta en su primer show para televisión es casi contemporáneo –la historia de dos jóvenes, Fraser y Caitlin, en una base militar americana en Italia en 2016, cuando Trump ganó las elecciones–, no es una visión nostálgica de la adolescencia, sino una reflexión actual alrededor de la identidad de género.

En ese argumento, Chloë Sevigny (Massachusetts, 1974) interpreta a la madre del problemático Fraser, como la comandante de la base militar, casada con otra mujer (Alice Braga). La actriz rodó la serie cuando estaba en el primer trimestre de su primer embarazo e interpretaba a una madre con una relación muy conflictiva con su hijo. Su aquí y ahora entonces se le vino un poco encima. Muy al contrario del aquí y ahora que está viviendo con su pareja, el galerista serbio Siniša Mačković, y con su bebé, Vanja. Sevigny contesta al teléfono feliz, interrumpiendo la conversación para darle mimos al pequeño de tres meses recién cumplidos, nacido en pleno confinamiento en Nueva York. «Está aquí conmigo, no tengo niñera, así que si se pone a llorar…», avisa.

Su nueva normalidad sí que es completamente nueva. ¿Cómo se encuentra?

Bien. Sin tiempo. La semana pasada hablé con Luca y me dijo que me mandaría la serie… pero creo que me llevará días poder verla.

¿Es de las que sigue la idea del ‘aquí y ahora’ o su cabeza siempre se adelanta?

Depende de dónde esté en mis relaciones, en mi trabajo… Ahora mismo estoy muy bien e intento mantenerme en ese estado mental. Estoy durmiendo mejor que nunca, a pesar del bebé. Estoy muy enamorada. Y tengo menos ansiedad.

Sin embargo, tener su primer hijo en plena pandemia debió de ser duro.

Tuvo su parte buena y su parte mala. Bien porque pudiéramos estar los tres en casa, que el padre no tuviera que viajar. Pero fue triste no poder compartir el niño con amigos o si veíamos a alguien que no pudiera cogerlo… Ahora estamos dejando que lo cojan pero con mascarilla. Además, ir a ver a mi familia es arriesgado. No quiero exponer a mi madre, ni a mi hijo. Es una sensación constante de paranoia.

Y el viaje hormonal del primer trimestre no debe de ayudar.

En realidad, las primeras semanas lo disfruté tanto, fue como estar bajo los efectos de la mejor droga del mundo. Entiendo que eso es lo que te hace querer tener otro bebé. Mi piel estaba supersensible a cada roce, me sentía tan viva, tan enamorada del bebé, de mi novio… He hablado con amigas que justo han vivido lo contrario, pero de verdad que mi experiencia fue euforia pura, el mejor éxtasis que había probado en mi vida [ríe].

Estaba ya embarazada cuando rodó We Are Who We Are e interpreta a una madre, ¿cómo influyó en el papel y en lo que estaba viviendo?

Lo viví de una forma muy particular porque pasé en Italia el primer trimestre, echando mucho de menos a mi novio, muy sola. Y trabajando con Jack (Dylan Grazer), que interpreta a mi hijo Fraser en la serie, me hizo pensar cómo sería la relación si tenía un niño, que quizá sería más fácil con una niña, tendríamos más en común, yo soy muy femenina… pero mira, ahora tengo un niño, así que nada de lo que pensé me sirvió. Y nunca sabes, quizá un día quiera ser una chica. Es de lo que habla la serie, de la fluidez de género. Los jóvenes ahora se cuestionan su género, su identidad, su sexualidad y aceptan todo; al menos yo en Nueva York vivo en una comunidad muy progresista, muy diversa, y veo muchos chavales no binarios. Estoy muy emocionada con la idea de poder criar a mi hijo en este entorno.

Aunque Nueva York no pasa por el mejor momento.

Es duro. Es caótico y raro y salvaje. Nueva York es una ciudad con muchos estímulos. Creo que mantiene a la gente joven, fresca, al límite porque todo aquí pasa muy rápido. Yo llevo aquí desde 1993 y la he visto cambiar mucho. Lo que está pasando ahora es trágico en distintos niveles. Tenemos que mantenernos positivos y seguir adelante, seguir apoyando todos los pequeños negocios que amamos.

¿Qué es lo que más echa de menos de su Nueva York?

Echo de menos salir por la noche, ir a bailar, ir a bares, clubes… Ese tipo de excitación, ver chicos monos y flirtear con mis amigas, y bailar, y emborracharse, y fumar mil cigarrillos.

¿Cree que eso volverá?

No me veo fumando de nuevo, pero sí veo bailes en mi futuro. Bailar es bueno para el alma. Aunque la vida nocturna de Nueva York hace tiempo que ya no era la misma.

Chloë Sevigny.NATALIA MANTINI para ‘The New York Times’.

A partir de su embarazo (la actriz ha sido madre con 45) y el de otras actrices, como Rachel Weisz o Halle Berry, se ha hablado mucho de tener hijos pasados los 40 como algo positivo, la edad perfecta mental y económicamente. ¿Lo siente así?

Para mí tiene todo el sentido. Lo había intentado en el pasado. Pero no estaba en las relaciones adecuadas, luego tuve problemas intentando concebir. Y tuve mis idas y venidas hacia el hecho de ser madre: ¿Quiero una familia? ¿Quiero tener solo un bebé? ¿Quiero hacerlo yo sola? ¿Quiero que haya un padre? He pasado por toda la amalgama de emociones alrededor de lo que significaba la maternidad. Hasta que hice las paces conmigo misma pensando que ya no iba a ocurrir y entonces conocí a este hombre y me quedé embarazada y pasó. Y estamos felices. Él es más joven, así que tendrá un papá joven y una madre mayor [se ríe y le habla al niño] ¿Verdad, bebé? Eso está bien.

¿Un feliz accidente?

Sí. Además, yo estoy más tranquila porque empecé con 19 años, tengo una carrera establecida como actriz, y tengo otros intereses en mi vida de trabajo y placer. Muchas mujeres sienten que la maternidad se cruza en su trabajo y el problema es cómo concilias las dos cosas… Yo supongo que esos problemas empezarán cuando vuelva a trabajar de nuevo, pero por ahora puedo disfrutarlo.

Precisamente, porque su carrera es larga y tiene ya un nombre asentado puede tomarse un tiempo tranquilo hasta que llegue un proyecto que de verdad le interese.

Bueno, o hasta que sienta que la gente se está olvidando de mí y no pueda encontrar trabajo [se ríe]. El problema con mi profesión es que al final pasamos mucho tiempo lejos de casa, y eso supone una dificultad a la hora de conciliar con la vida familiar.

No parece que a estas alturas se vayan a olvidar de Chloë Sevigny.

No sé. Cuando estás en ese tiempo entre proyectos da mucho miedo, ¿encontraré otro trabajo? ¿Cuándo volveré a ganar dinero? Pero también considero que está bien que los actores se tomen un tiempo libre bastante largo de vez en cuando para que no se cansen de ti. Siempre me ha gustado eso de las actrices olvidadas que de repente vuelven a aparecer con algo muy potente, pienso que es un buen movimiento de carrera.

Y sin embargo, Chloë Sevigny lleva más de dos décadas sin parar de trabajar. Exactamente, 25 años. Los mismos que cumple su primera película, Kids, un papel que consiguió por ser una habitual de Tompkins Square en Nueva York, probablemente su lugar favorito de la ciudad. Mientras rodaba aquella película, primer guion de su entonces pareja, hoy director de culto, Harmony Korine, un artículo en The New Yorker la catapultó como it girl, como la chica más cool de Nueva York, una etiqueta que aún la persigue aunque ella haya intentado sacudírsela con entrevistas honestas, una filmografía en la que prima el director y no el dinero («A lo mejor por eso nunca me han ofrecido protagonistas»,confiesa), colaboraciones con diseñadores, con músicos y un libro publicado en 2015 con fotos personales en el que quiso presentarse tal y como es. «Fue una declaración de intenciones que decía: ‘Así es como quiero que me recordéis’. Pero luego la gente va a Internet y se acaba. Así es imposible ser dueña de tu propia imagen».

Después de Kids, su vida cambió completamente.

Sí, yo quería ser actriz desde los cinco años y recuerdo lo emocionada que viví esa sensación de comunidad. Luego en la promoción, yo estaba con Harmony y él recibía toda esa atención intelectual y pienso que sentí celos porque yo era solo la actriz. Íbamos a las sesiones de fotos y recuerdo que a mí me ponían la ropa que quería el estilista de turno y Harmony podía vestir su propia ropa. Él podía ser él y yo tenía que ser moldeada según lo que quisieran proyectar en mí. Me sentí muy frustrada. Los directores eran estrellas de rock y las actrices solo actrices, por eso celebro ahora en mi Instagram la diversidad de mujeres en mi profesión.

Y ahora también es directora. Después de tres cortos, ¿va hacia el largo?

Lo tengo un poco parado por razones obvias. Tengo aún dos ideas que quiero desarrollar, pero no tengo una rutina de trabajo. Y después de que Trump fuera elegido, una de las ideas no parecía tan relevante. A ver qué pasa este año, estoy nerviosa y emocionada con Kamala [Harris].

¿Siente que ha tenido más atención mediática desde que se quedó embarazada?

Sí, en Estados Unidos están obsesionados con las famosas teniendo bebés. Y yo aún estoy más de 13 kilos por encima de mi peso antes del embarazo… Lleva tiempo perderlos.

Muchos de esos artículos son para celebrar su estilo de ropa como madre. ¿Es algo que aún le importa?

Por supuesto, quiero seguir teniendo estilo aunque sea más complicado saber cómo vestirme. Pero, en fin, me da igual.

Chloë Sevigny en su papel en ‘We Are Who We Are’, de Luca Guadagnino.

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