China da la bienvenida al emperador Michael Kors
Michael Kors mira ahora a Asia. La marca acaba de abrir su primer buque insignia en China.
En Shanghái las mujeres son muy glamurosas. Está claro que les fascina la moda. En los últimos años hemos sido testigos de cómo el estilo y las tendencias se han convertido en fenómenos cada vez más globales. Sin duda, Internet y las redes sociales tienen mucho que ver en este cambio. Cuando yo empecé [el empresario de Long Island fundó la marca que lleva su nombre en 1981], diseñábamos productos distintos para Nueva York y Los Ángeles. Hoy vendemos las mismas líneas en todo el mundo. La gente viaja y accede a la misma información, tanto si vive en Shanghái como si vive en Chicago. Un desfil...
En Shanghái las mujeres son muy glamurosas. Está claro que les fascina la moda. En los últimos años hemos sido testigos de cómo el estilo y las tendencias se han convertido en fenómenos cada vez más globales. Sin duda, Internet y las redes sociales tienen mucho que ver en este cambio. Cuando yo empecé [el empresario de Long Island fundó la marca que lleva su nombre en 1981], diseñábamos productos distintos para Nueva York y Los Ángeles. Hoy vendemos las mismas líneas en todo el mundo. La gente viaja y accede a la misma información, tanto si vive en Shanghái como si vive en Chicago. Un desfile puede seguirse en directo a través del ordenador. En la moda ya no hay fronteras; y eso es positivo», explica Michael Kors a esta revista.
Con motivo de la apertura de su primera tienda insignia en el centro Jing An Kerry (en el corazón de Shanghái) y bajo el título Jet Set Experience (en español, «experiencia jet set»), el diseñador celebró un macroevento en un hangar privado de casi 3.000 metros cuadrados del aeropuerto internacional de Hongqiao (uno de los principales del gigante asiático). «¿Qué mejor lugar para mostrar el glamour que está en el ADN de Michael Kors? Ninguna otra pasarela puede explicar tan bien el concepto de jet set. Para nuestros consumidores chinos, esa es la esencia de la marca», defiende con vehemencia.
Isabeli Fontana sobre la pasarela, con look de baño.
Kevin Lee / Hong Wu / Getty Images para Michael Kors
Cómo crear un gran imperio. «Soy pragmático y apasionado». Así resume Kors su ética de trabajo. Asegura que pasa mucho tiempo en sus locales, escuchando lo que dicen las mujeres. «Lo mejor que puede hacer un diseñador es quedarse un día entero en una de sus tiendas, junto a la mercancía», insiste el magnate estadounidense de 54 años, que este año se ha convertido en el último diseñador en sumarse a la codiciada lista de multimillonarios de Forbes (un ranking en el que también aparecen otros nombres de la industria como Renzo Rosso, Miuccia Prada, Ralph Lauren, Domenico Dolce y Stefano Gabbana). ¿Y qué susurran las clientas que entran en sus boutiques chinas? «En general, el consumidor asiático está ávido de novedades, siempre busca lo último, lo más cool, lo que nadie ha visto antes. Tiene ganas de aprender, de descubrir nuevas marcas, nuevas tendencias…».
Al evento, retransmitido en directo por Internet, con tecnología de última generación y proyecciones en grandes pantallas, asistieron más de 1.000 invitados vip.
Kevin Lee / Hong Wu / Getty Images para Michael Kors
El desfile de Shanghái se retransmitió en directo por Internet. Kors creó una aplicación especial (MK360) para que los seguidores de la marca pudieran unirse a la celebración a través de su móvil o tableta. «Para una firma, hoy las redes sociales se han convertido en la mejor plataforma para comunicarse con los fans de una manera regular, con feedback casi diario. Antes me fascinaba organizar trunk shows [modelo privado de ventas exclusivas que permite a un pequeño grupo de clientes privilegiados comprar prendas de la colección antes de que éstas lleguen a la tienda]. Este tipo de eventos a puerta cerrada [que en EE UU popularizaron diseñadores como Oscar de la Renta o Bill Blass] me permitía poner cara a mis compradoras, escuchar su opinión, saber lo que buscaban… Hoy puedo conseguir esa misma información a través de nuestras cuentas en Facebook, Twitter…», nos cuenta.
Kors tenía 22 o 23 años cuando organizó su primer trunk show en los almacenes Bergdorf de Nueva York. De aquel evento le gusta recordar una anécdota: «Miré por el rabillo del ojo y vi a una mujer muy glamurosa que fumaba y llevaba zapatillas de marabú, un caftán de gasa y un quimono. Me fascinó. Se me acercó y me preguntó: “¿Tienes caftanes?”. Le contesté: “No, no hacemos”. Y ella me dijo: “Deberías hacer caftanes”. Casi al instante añadió: “Por cierto, soy la señora Goodman”. Era Nena Goodman [artista, mecenas, filántropa y esposa de Andrew Goodman, propietario y presidente de los almacenes Bergdorf Goodman]».
«Fue una gran celebración, con modelos de todo el mundo, música de The Misshapes…», dice Lisa Pomerantz, vicepresidenta de Marketing y Comunicación global de la marca.
Kevin Lee / Hong Wu / Getty Images para Michael Kors
La industria de la moda, como la sociedad, avanza a un ritmo cada vez más frenético. Las campañas de marketing funcionan a golpe de clic. Y el éxito de una colección se mide en número de «me gusta». Publicar una foto de una celebridad con una prenda o un complemento (con su correspondiente hashtag) en Instagram puede traducirse casi al instante en un aumento de las ventas. «No sabría decir si la influencia de los famosos es hoy mayor de lo que lo era antes. Pero lo cierto es que, actualmente, todo el mundo está bajo el asedio constante de los flashes. A todas horas. Sobre todo en el caso de los famosos. Ser fotografiado forma parte de su día a día. Y cuando no tienen una cámara encima, se hacen un selfie. De manera que se ha creado esta necesidad de estar perfecta las 24 horas del día. Y en este sentido, las redes sociales –ya sean de una celebridad, de una bloguera o de una fan– marcan la diferencia». En el hangar de Hongqiao, había caras con muchísimos seguidores en Instagram: de la australiana Miranda Kerr (4.102.038 seguidores al cierre de esta edición) a la top china Ming Xi (137.055) o la actriz y modelo Camilla Belle (100.381). El autorretrato que Kerr subió a su cuenta junto a Michael Kors el día de la apertura consiguió más de 150.000 «me gusta».
Tienda insignia de Michael Kors en el centro Jing An Kerry de Shanghái.
Kevin Lee / Hong Wu / Getty Images para Michael Kors
El rey de la moda ‘made in usa’. Con 550 tiendas repartidas en todo el mundo, a finales de mayo Michael Kors Holdings Limited reportó ingresos totales para el año fiscal de 2014 [con fecha de cierre de ejercicio de 29 de marzo] de 3.300 millones de dólares (más de 2.436 millones de euros), lo que supone un aumento del 51,3% respecto a los 2.2oo millones de dólares (1.623 millones de euros) de 2013. ¿Existe una fórmula del éxito que pueda explicar un crecimiento tan abrumador? «Para mí, la clave es ser fiel a mí mismo… y a la visión que tengo de la industria. Solamente así puedes conseguir que los clientes sean fans de la marca; y que vengan a ti una y otra vez porque saben que les darás lo que quieren y necesitan», afirma el empresario. «En Europa, los ingresos han crecido hasta un 125% en el último trimestre, con un aumento de las ventas en tienda del 62,7%», anuncia John D. Idol, presidente y consejero delegado de la compañía. «Creemos que detrás de estos magníficos resultados hay un mayor conocimiento de marca, que se ha traducido en una mayor demanda», apunta. ¿El segmento que mejor funciona? «Complementos», confirma Idol.