De Valentino a Dior: las grandes firmas le declaran la guerra al tacón
Numerosas marcas lo han apostado todo al calzado plano sin excepción en sus colecciones del próximo verano. Analizamos los motivos.
Dior calzó a todas las modelos de su desfile con zapato plano. Si bien otras temporadas alternaba sus kitten heel con otras opciones más cómodas, de cara a la primavera-verano 2020 Maria Grazia Chiuri, directora creativa de la enseña, apuesta por botas, alpargatas y sandalias que comparten la alergia a las alturas y abogan por el confort. No es la única gran firma que se ha pasado al zapato raso total. Aunque Valentino se sube este inv...
Dior calzó a todas las modelos de su desfile con zapato plano. Si bien otras temporadas alternaba sus kitten heel con otras opciones más cómodas, de cara a la primavera-verano 2020 Maria Grazia Chiuri, directora creativa de la enseña, apuesta por botas, alpargatas y sandalias que comparten la alergia a las alturas y abogan por el confort. No es la única gran firma que se ha pasado al zapato raso total. Aunque Valentino se sube este invierno a las plataformas y el tacón cuadrado, los cambia para el próximo verano por sandalias, en varias versiones, pero todas a ras de suelo. La lista de firmas que le han declarado la guerra al tacón sin excepción sigue con Hermès, Longchamp, Alberta Ferretti o la diseñadora china Uma Wang. Ni un solo tacón ha pisado sus pasarelas.
Menos radicales, aunque también en la línea de incluir opciones cómodas, podemos citar a marcas como Chanel, Simone Rocha, Miu Miu, JW Anderson, Carolina Herrera o Nina Ricci. Aunque en sus desfiles se han colado algunas plataformas y tacones –casi todos comedidos–, es llamativo el protagonismo de los modelos que lo suprimen. Todo lo anterior no viene sino a confirmar que la moda no solo seguirá defendiendo la comodidad la próxima temporada, sino que el éxito del calzado plano es tal que los máximos exponentes del lujo no han dudado en rendirse a sus pies sin reservas. Si bien las tendencias son cíclicas y el reinado del zapato cómodo durará lo que tarde en volver la fiebre por el tacón (este invierno, de hecho, las botas de unos cuantos centímetros vuelven a nuestras vidas), no cabe duda de que existen razones sociales que explican el furor de los diseñadores por hacer zapatos ponibles.
Su triunfo tiene todo el sentido en un momento en el que la mujer reivindica su poder mucho más allá de su imagen. Ya no son necesarios un par de tacones para insuflar confianza. Un mensaje que han entendido muy bien firmas como Mansur Gavriel, Maryam Nassir Zadeh, Martiniano y, por supuesto, la mismísima Phoebe Philo en sus años al frente de Céline. Ella no solo diseñó ‘zapatos guantes’ de estética abuelil y comodidad infinita, también convirtió en tendencia las zapatillas blancas de toda la vida cuando en 2013 salió a saludar al final de su desfile con sus famosas Stan Smith. Un hito que sirvió de antesala al despliegue de opciones cómodas que se ha sucedido en muchas marcas los últimos tiempos. Gucci abogó por la comodidad con sus mocasines, Chanel con las slingback, Miu Miu prefirió las bailarinas con tiras, las Birkenstock volvieron con fuerza y hasta las chanclas de Adidas de toda la vida se convirtieron en epítome de la modernidad.
Las marcas están escuchando la demanda de sus potenciales clientes y adaptando sus creaciones a los deseos de la calle. No es que ser feminista sea incompatible con llevar tacones, pero ciertos diseños oprimen el pie, producen dolor y hasta crean heridas; motivos suficientes para que se hayan ganado el sambenito de «corsé del siglo XXI». En esta liberación de las ataduras, celebrities como Emma Thompson o Kristen Stewart no han dudado en desprenderse en público de sus Louboutin y hasta Julia Roberts caminó descalza por la alfombra roja de Cannes en 2016, uno de los festivales menos tolerantes con la vestimenta de sus asistentes después de que expulsara a un grupo de mujeres de unos 50 años por no calzar tacones altos. Eso, sumado a la presencia de zapatos planos en cada vez más alfombras rojas, ha provocado que la altura del tacón ya no se considere directamente proporcional al estilo y elegancia de su portadora. O mejor dicho: que los diseños planos o de altitud media también sean sinónimo de buen gusto y epítome del nuevo cool.
Influencers como la alemana Veronika Heilbrunner, que saltó a la fama por combinar cualquier cosa con sneakers o zapatos a ras de suelo, o Alexa Chung, célebre por su buena relación con las manoletinas, son solo dos ejemplos de cómo los propios iconos de estilo contemporáneos defienden la comodidad. Las últimas semanas de la moda no hacen sino confirmar que seguiremos asistiendo al crecimiento del calzado plano en todas sus versiones, de la más deportiva a la más formal. No corren buenos tiempos para las citas a favor del tacón que hace no tanto poblaban artículos y guias del buen vestir. Ni la pasarela ni la calle secundarían ahora aquellas palabras de Christian Louboutin: «Odiaría que alguien mirase mis zapatos y dijera: ¡Oh dios mío! ¡Parecen tan cómodos!”.