Hidrátate, que hace frío
Temperaturas extremas y termómetros bajo cero. La piel y el cabello necesitan cuidados extra en invierno. En la hidratación está la clave.
El frío tiene un efecto directo sobre la piel del rostro y el cabello: los vuelve más secos. En las estaciones de clima frío hay que centrar los cuidados en la hidratación de la piel para mantener a raya esa sequedad, que se traduce en tirantez, grietas y aspecto envejecido.
En el rostro
Rojeces, escozor, granitos, falta de confort y sensación de tirantez es lo que se traduce de la falta de hidratación de la piel de la cara son los efecto secundario del invierno en el rostro. “Cuando hace frío la piel de la cara se ve muy afectada por la vasoconstricc...
El frío tiene un efecto directo sobre la piel del rostro y el cabello: los vuelve más secos. En las estaciones de clima frío hay que centrar los cuidados en la hidratación de la piel para mantener a raya esa sequedad, que se traduce en tirantez, grietas y aspecto envejecido.
En el rostro
Rojeces, escozor, granitos, falta de confort y sensación de tirantez es lo que se traduce de la falta de hidratación de la piel de la cara son los efecto secundario del invierno en el rostro. “Cuando hace frío la piel de la cara se ve muy afectada por la vasoconstricción de los capilares, lo que se traduce en una menor hidratación, porque no llega suficiente oxígeno, se debilitan los niveles celulares, la regeneración celular se ralentiza y la piel se engrosa un poco más, porque se acumulan las células muertas en la superficie y ejercen de barrera”, explica Sonia Garcinuño, directora del Kirei Institute de Germaine de Capuccini. Estos efectos son comunes en todo tipo de piel, pero se acentúa aún más en el caso de las sensibles, a las que afectan mucho más los cambios de temperaturas habituales en esta época en la que se pasa del frío de la calle al calor de las calefacciones. El primer efecto es el enrojecimiento. “Por eso las pieles de los países con climas fríos, como los nórdicos, tienden a parecer coloradas”. La solución, tras la higiene facial diaria y la aplicación de tónico que reequilibre el PH, es una hidratación máxima. Para el caso concreto de los enrojecimientos, la doctora Rosa García Maroto, directora del departamento de Medicina Estética y Plataforma Láser de la Clínica De la Fuente, explica que “se puede aplicar una crema antibacteriana y reparadora de la piel cuyos componentes son cobre, zinc y sucralfate, como puede ser Cicalfate de Avéne”.
Crema hidratante Swiss Ice de La Prairie.
En las manos
Lo mejor, además de aplicar crema hidratante varias veces al día (son muy útiles las que tienen una base de glicerina), es seguir algunas pautas básicas como no lavárselas con agua muy caliente, hacerlo con jabones suaves y secarse sin frotar. Por la noche se puede aplicar una capa gruesa de crema y dormir con unos guantes de algodón, que conseguirán que el producto penetre en la piel.
Hidratante de manos de Estée Lauder.
En los labios
Los expertos pautan varias normas: no humedecerlos con la lengua, porque los labios producen naturalmente una capa fina de grasa pero la saliva elimina esta protección. Tampoco se aconseja arrancar las pieles muertas. Para eliminarlas, el mejor momento es la ducha, porque el agua las ablanda. Se pueden quitar con una manopla, un exfoliante o un cepillo de dientes suave. Y después, aplicar un bálsamo específico tantas veces como sea necesario.
Protectores labiales de Kiehl’s.
Getty
En el pelo
“El frío tiene un efecto vasoconstrictor que afecta al cuero cabelludo y sobre todo a las personas con poca cantidad de pelo. Hay una peor irrigación y por eso se recomienda cubrir la cabeza y protegerla del frío y de las corrientes de aire directo, que pueden provocar erosiones. Porque el frío también quema y es un problema que afecta a muchos esquiadores, que acaban con quemaduras en el cuero cabelludo”, detalla el doctor Víctor Salagaray, especialista en cirugía capilar y colaborador del Instituto Médico Dermatológico, quien recomienda la utilización de champús con cremas protectoras y sprays de protección solar.
El frío también afecta a la calidad del cabello, que con las bajas temperaturas se vuelve más frágil y de aspecto más estropajoso. Las personas con más cantidad de cabello tendrán una protección térmica natural. Para combatir la excesiva resecación del pelo, que se vuelve mate, de aspecto deshidratado y con las puntas abiertas, Carlos Fernández, formador de Frank Provost para España y Portugal, recomienda que después del verano se comience a utilizar el tratamiento con keratina y creatina, “un compuesto de aminoácidos que recubren el cabello, que se puede hacer en salón o a domicilio, con una frecuencia de una o dos veces al mes. La queratina reconstruye y alisa la fibra capilar, la segunda le aporta cuerpo, materia y volumen”.
Frank Provost y Moroccanoil proponen estos productos para hidratar el pelo reseco.