Por qué se secan más los labios en cuarentena y cómo prevenirlo
Las consultas por estos problemas han aumentado. Ajustar nuestros cuidados de la zona y evitar ciertas manías pueden mantenerla sana.
Muchas rutinas se han relajado o variado con el confinamiento en casa que ha traído la crisis sanitaria actual. Hay quienes se preguntan si seguir o no con los cuidados de la piel (el grueso de expertos apuesta por mantenerlos) y quien experimenta con productos nuevos. También han surgido nuevos problemas que gran parte de la población no sufría antes. Ha habido picos de ansiedad, sentimientos de soledad y...
Muchas rutinas se han relajado o variado con el confinamiento en casa que ha traído la crisis sanitaria actual. Hay quienes se preguntan si seguir o no con los cuidados de la piel (el grueso de expertos apuesta por mantenerlos) y quien experimenta con productos nuevos. También han surgido nuevos problemas que gran parte de la población no sufría antes. Ha habido picos de ansiedad, sentimientos de soledad y dolores musculares debido a la falta de actividad. Los dermatólogos están viendo crecer otra patología: la sequedad en los labios.
Lo confirma la doctora Lidia Maroñas, de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI). «En estos días de confinamiento nos están llegando muchas consultas de labios más secos, agrietados, con fisuras en los pliegues (queilitis) e incluso con recurrencias de herpes». Estos trastornos, por fortuna, no afectan a toda la población por igual. Una parte con tendencia a la erosión de sus labios lo sufre de manera más agudizada. «Suele afectar de forma más llamativa a personas con condiciones o enfermedades que predispongan a la sequedad cutánea como pacientes con dermatitis atópica o enfermedad celiaca, ancianos o mujeres embarazadas», señala la experta.
Las personas que ahora ven agravado este problema, o que les ha aparecido de repente, se preguntan por qué. Si no salgo de casa, ¿qué esta provocando que se agrieten? La doctora de la CDI lo explica: «Los labios son una zona especialmente sensible a los cambios. Agentes como la calefacción, la falta de humedad del aire o el aumento de las medidas de higiene con un lavado más continuo dañan la zona». Es decir, la exposición más continuada a estos elementos podría ser una de las causas.
El plano emocional se perfila como otro motivo de peso. «Las emociones tienen un claro impacto en el bienestar de nuestra piel. El estrés mantenido activa una serie de hormonas y neurotransmisores que facilitan la pérdida de agua a través de la epidermis haciendo que la piel y las mucosas se sequen más», apunta la doctora Maroñas.
Los cambios en las rutinas antes mencionados podrían influir, aunque la profesional opina menos que el resto. «Que aprovechemos a usar cosméticos antiedad como cremas con retinoides u otros exfoliantes pueden provocar queilitis, esto es, irritación labial. Pero la razón principal para que se dé esta problemática es el escaso cuidado que solemos prestar a la zona».
¿Cómo se puede solucionar y prevenir esta falta de humedad? La respuesta es sencilla, y la da la doctora. «Es fundamental intensificar la hidratación aunque no vayamos a salir de casa con productos que sean nutritivos, idealmente sin perfumes ni conservantes como la vaselina pura». Y, al contrario de lo que se pueda creer, en esta ocasión más es más. Siempre que el producto sea el adecuado (texturas cremosas, densas, sin perfumes, que hidraten, nutran y reparen), nunca se echa demasiado. «No hay tope, ¡cuanto más lo apliquemos, mejor! E idealmente antes de irnos a dormir para que ejerzan su acción durante toda la noche».
Además, se recomienda evitar ciertos hábitos que realizamos de manera inconsciente. La doctora Juanita Benedetto de la Clínica Alemana señala en una publicación de la página algunos. «Hay personas que tienden a succionarse y humedecer persistentemente sus labios, lo cual es dañino porque la saliva en exceso en la superficie de la boca es un agente irritante. Así mismo, otras se los muerden o traumatizan con los dientes de manera inconsciente debido al estrés o a alguna afección psicológica». Retirarse la piel sobrante con los dedos se sumaría a estas agresiones propias. La dermatóloga indica cómo retirarlas sin efectos negativos. «Se prefiere quitar las escamas labiales con un cepillo de dientes suave o con una toalla mojada».