¿Por qué este sérum de marca desconocida es el producto de belleza más vendido de Amazon?

Más de dos años en el top ventas de la plataforma y más de 45.000 valoraciones acumuladas. ¿Cuando el río suena, agua lleva?

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A pesar de que la crisis sanitaria en la que nos encontramos inmersos haya costado un 10% de ingresos al sector español de la perfumería y la cosmética, éste consiguió cerrar 2020 en casi ocho millones de euros y mantenerse como el quinto mayor mercado europeo con un gasto medio anual de 150 euros por consumidor, según datos de STANPA. Entre los intereses más importantes de ese usuario, y también recogiendo datos de dicha asociación, están las mascarillas, las cremas hidratantes y los sérums, cuya popularidad en los últimos cinco años ha crecido en un 120%, tal y como confirma una rápida búsqueda en Google Trends.

Pocos casos de tal magnitud se han conocido en la historia de Amazon. Cuando creíamos que nada superaría -ni en ventas, ni en reviews, ni en fama- al aclamado Satisfyer Pro 2, que se convirtió en el producto más vendido de 2019, un tímido y discreto sérum facial se colocó en el podio. Aunque llevaba años oscilando entre los productos más vendidos en la plataforma, ha sido en los últimos meses cuando se ha posicionado como el número uno en la categoría de belleza, acumulando la friolera de 45.724 valoraciones (que seguro han aumentado en el momento que leas esto, pues no paran de multiplicarse). ¿Qué ha pasado? ¿Por qué se vende sin parar? ¿Cómo puede una marca de cosmética desconocida generar tanta expectación? Y, lo más importante… ¿es oro todo lo que reluce? ¿Merece la pena comprarse el sérum facial de vitamina C de Florence Organics?

A priori, y sin entrar a valorar composición ni resultados, llama la atención un reducidísimo precio: oscila entre los 12,90 y los 19,90 euros, dependiendo del porcentaje de descuento que le toque el día que te lo encuentres en Amazon. Pista y garantía por si estás interesada: le toca muchos días y aparece todo el rato si acostumbras a navegar por su sección de belleza. Pero, además de este detalle (importante teniendo en cuenta los tiempos que corren), hay otros cinco aspectos que lo han llevado a lo más alto. Los analizamos aquí.

1. La vitamina C

Si el interés por los sérums ha experimentado el crecimiento que antes citábamos, ha ocurrido lo propio con el que suscita la vitamina C. Más aún si mezclamos este concepto, cada vez más solicitado en cosmética, con la estrella de la corona –aka Amazon-. Las búsquedas de cosméticos con este componente en la plataforma han aumentado un 3.650% en los últimos cinco años y, probablemente, mucha culpa la tenga el producto que hoy nos ocupa. Su éxito es justificado: tal y como confirman desde la AEDV, la vitamina C es uno de los activos cosméticos principales a la hora de combatir el estrés oxidativo y resulta determinante en múltiples funciones cutáneas. ¿Cómo cuáles? Pues ni más ni menos que proteger contra las radiaciones UVA y UVB, combatir los signos de la edad mediante la estimulación de la síntesis de colágeno y elastina, prevenir y reducir manchas y, más importante que nunca, aportar luminosidad y efecto buena cara.

Sin embargo, para que la vitamina C -o Ácido L-Ascórbico si la encontramos en su forma pura- funcione sobre la piel, tiene que estar presente en el cosmético en cuestión en una concentración de entre un 5 y un 20%, tal como indican los expertos. No sucede así o, mejor dicho, no sabemos si sucede así en el caso del sérum de Florence: Un sérum que tiene un precio tan bajo y una composición con tan buena pinta, hace pensar que el porcentaje de vitamina C que lleva es más bien bajo y, probablemente, poco biodisponible”, justifican Elena Ramos y Marta Barrero, farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab a S Moda. O, lo que es lo mismo, que su dosis no alcanzará el objetivo de llegar hasta la dermis, el tejido sobre el que debe actuar para que realmente aporte resultados. 

2. Composición natural y orgánica

He aquí el principal reclamo con el que se vende la marca Florence. Bajo su nombre en la propia etiqueta del producto, el concepto “bio”; y como sello de calidad las palabras “eco”, “natural” y “vegano”, sin olvidar el omnipresente conejito que garantiza un desarrollo libre de crueldad animal. Dado que la marca fabrica en Italia y vende en toda Europa, y como muy bien explica aquí nuestra compañera Patricia Rodríguez, este último es tan solo una engañosa estrategia de marketing.

Los anteriores, sin embargo, forman parte de la base sobre la que se sustenta el boom de la cosmética formulada a base de ingredientes naturales y respetuosa con el medioambiente que cada vez gana más adeptos. Así que sí: si es ecológico, vegano y natural, gana puntos, atención y, sobre todo, usuarios. Pero no nos dejemos llevar a engaño: «Contiene muchísimos ingredientes, lo que resulta muy complicado a la hora de formular y combinar unos con otros para que todos se absorban y cumplan su propia función sobre la piel. Como expertas en formulación, somos partidarias de sérums con una buena selección de principios activos y en concentraciones adecuadas», añaden Ramos y Barrero tras revisar su lista de ingredientes.

3. Miles de opiniones

Prueba de ello son los miles de usuarios que lo han comprado a través de Amazon. Lo más probable es que ni lleguemos a imaginar la cantidad real, teniendo en cuenta que lleva meses posicionándose como el producto de belleza más vendido en la plataforma y que sus más de 45.000 valoraciones van en aumento. Y aquí es donde entra en juego esa suerte de boca a boca que Amazon ha sabido explotar mejor que nadie. Ahora todos lo sabemos: si los usuarios que ya lo han probado lo recomiendan, es un sí.

«Estoy muy contenta con este sérum. Se absorbe muy rápido, no es aceitoso, yo tengo la piel fina y seca y me encanta cómo me la deja. Acabo de terminar el frasco, me ha durado unos 3 meses aplicándome el sérum dos veces al día. Ya he pedido otro frasco de este maravilloso sérum, ya que es el que más me gusta de muchos otros que probé. En general noto que mi piel ha mejorado. Lo recomiendo. Solo una cosita para el vendedor: el primer frasco me llegó con la punta del dosificador partida, pero decidí no devolverlo y darle una oportunidad al sérum. Y acerté», comenta una de las usuarias, que otorga una puntuación de cinco estrellas al producto. Un comentario que refleja verdad por los cuatro costados: individualiza el caso y el tipo de piel, confirma su efectividad y durabilidad, asegura querer repetir tras haber realizado estudio de mercado y, lo más importante, aporta un detalle negativo sobre su compra que convierte todo el comentario en algo absolutamente real.

4. Garantía de una institución

Aunque se vende en la plataforma desde 2018, las búsquedas de este sérum experimentaron un crecimiento brutal en junio de 2019, cuando el organismo italiano QCertificazioni le otorgó el puesto número uno entre los sérums italianos del año. A pesar de la algarabía de ingredientes, el precio reducido y el ser un producto de masas, tuvo premio y no es de extrañar: «No es un mal sérum ni mucho menos, ya que lleva ingredientes muy naturales y muy nutritivos para la piel, por lo que, aunque no creemos que logre los resultados de un sérum concentrado de vitamina C, la dejará confortable y la regenerará», afirman Ramos y Barrero.

5. Posicionamiento en Amazon

Como remate final y dejando poco lugar a dudas: el producto se encuentra a la venta y siempre disponible en Amazon. Lo que no solo quiere decir que puedes hacerte con él en un solo clic, sino también que llegará a tu casa de forma cómoda, práctica y, sobre todo, rápida. Poco más hay que decir para saber que esto lo convierte directamente en un éxito de ventas mayor que cualquier otro producto que no se encuentre disponible en la plataforma líder en comercio digital. Más aún si tenemos en cuenta que el crecimiento real de su popularidad tuvo lugar a lo largo de 2020: “Tras el confinamiento, la mayor parte del consumo se ha trasladado desde fuera de casa hacia adentro, donde se ha incrementado un 25%. Se ha dado un incremento notable en el uso diario de canales digitales (26%) y redes sociales (70%), que han duplicado el consumo de belleza a través del canal online”, explican desde Stanpa.

A esto cabe añadir que ser número uno en cualquier categoría de la plataforma pasa enseguida a imitar el fenómeno de «la pescadilla que se muerde la cola»: cuanto más se venda, a más usuarios se les recomendará y más clientes caerán rendidos a sus pies pensando exactamente y paso por paso todo lo que aquí se acaba de explicar.

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