Por qué esta mascarilla facial creada por un farmacéutico español tiene tres meses de espera
Se elabora a mano, en edición limitada, cuesta 120 euros y tiene una fórmula única de arcilla que no reseca la piel.
La suya es una historia en dirección opuesta a la voracidad de la industria de la belleza, y quizá sea este precisamente el secreto de su éxito. Para obtener los 50 ml. de esta mascarilla facial hidratante hacen falta tres días de trabajo y la mano experta de su formulador, el doctor en farmacia y cosmétólogo Pedro Catalá, que mezcla personalmente y con técnicas de botica tradicional los siete ingredientes elegidos para este reverenciado bálsamo para la piel.
El resultado es The London Mask (120€ los 50 ml.), de la firma de cos...
La suya es una historia en dirección opuesta a la voracidad de la industria de la belleza, y quizá sea este precisamente el secreto de su éxito. Para obtener los 50 ml. de esta mascarilla facial hidratante hacen falta tres días de trabajo y la mano experta de su formulador, el doctor en farmacia y cosmétólogo Pedro Catalá, que mezcla personalmente y con técnicas de botica tradicional los siete ingredientes elegidos para este reverenciado bálsamo para la piel.
El resultado es The London Mask (120€ los 50 ml.), de la firma de cosmética natural fundada por Catalá, Twelve Beauty. “Es habitual que haya hasta tres meses de lista de espera porque al mes se produce un máximo de 50 unidades. Su difícil elaboración manual limita la producción pero gracias a este método de preparación la piel se beneficia de todas las propiedades de las arcillas sin los efectos secundarios tan desagradables que otras proporcionan, como la tirantez y la sequedad”, nos cuenta este experto. Si mezclara los ingredientes en una máquina ganaría tiempo e inventario, pero, explica, las arcillas “tienden a absorber los aceites utilizados en la fórmula, evitando que la piel se beneficie de ellos. El hecho de mezclar a mano me permite colocar estos aceites en un lugar estratégico de la emulsión para que estén más en contacto con la piel, que de este modo se puede beneficiar de las propiedades de la arcilla sin los efectos secundarios indeseados. Es una mascarilla única y no tiene nada que ver con lo que has visto antes”.
Esta mezcla se produce hoy en su estudio de Ondara, en Alicante, pero como el nombre del frasco indica, homenajea a la ciudad donde la creó, inspirado en su trabajo en la planta de oncología de la Harley Street Clinic: Catalá quería poner en práctica sus conocimientos en botánica y en química de productos cosméticos. “A algunos de los pacientes les costaba vestirse después de las sesiones de radioterapia, por eso el primer producto que creé fue un bálsamo corporal para aliviar la piel seca, reactiva y estresada. El éxito entre los pacientes me animó a seguir con la investigación y crear más productos, siempre teniendo en mente una piel más sensible y delicada”, nos cuenta. Así, antes de la eclosión por la cosmética verde, nació su marca cosmética basada en plantas y, poco después, su famosa mascarilla. Hoy la marca cuenta con seguidoras tan famosas como la actrices Emma Watson o Glenn Close.
Siete ingredientes clave
La marca debe su nombre a 12 ingredientes que Catalá ha investigado durante años, y cada producto Twelve contiene una exclusiva mezcla de potentes antioxidantes y nutrientes de origen biológico. En el caso de la mascarilla londinense son siete los magníficos:
· Caolín: Tiene propiedades hidratantes, calmantes, detox y antiacné. Ayuda a eliminar las impurezas al absorber la suciedad en la piel.
· Alantoína: Reduce la irritación de la piel al estimular la regeneración natural de las células de la piel y mejora la retención de humedad de la piel al tiempo que proporciona un efecto suavizante.
· Vitamina B5: Es un excelente agente acondicionador de la piel para proporcionar una hidratación profunda, estimulando la epitelización que ayuda a la cicatrización de heridas y ofrece un efecto calmante. Su elevada dosis ayuda a mejorar la calidad del película hidrolipídica.
· Almidón de arroz: Crea una película protectora y suavizante.
· Extracto de pepino: Agente calmante y refrescante que aporta elasticidad y flexibilidad a la piel.
· Flor de Malva: Calmante, antiirritante con suaves propiedades hidratantes.
· Escualano: Este aceite fluido transparente tiene una afinidad natural con la piel, siendo uno de los componentes principales del sebo humano y la película hidrolipídica.
¿El resultado? Este ungüento orgánico promete ayudar a eliminar las toxinas y a reparar la piel de los posibles daños que le haya podido causar la contaminación atmosférica, calmar y suavizar incluso la piel más estresada y sensible, proporcionar luminosidad y mejorar el tono.
Cómo utilizarla
Es sabido que una correcta aplicación de una mascarilla facial es tan importante para su eficacia como la propia elección del producto. Así, el modo de uso lo explica el propio Catalá: “Aplica una capa fina en todo el rostro, evitando la zona de los ojos y deja actuar unos 10-15 minutos. Después, retírala con agua tibia”. La recomendación para pieles mixtas con tendencia al acné es la de utilizarla dos o tres veces por semana, y las pieles normales, secas, o sensibles, una o dos veces por semana.