¿Está contraindicado pintarse las uñas durante el confinamiento?

La mayoría de expertos apuestan por dejarlas descansar. Si se opta por continuar, tranquilizan: no pasa nada con los cuidados necesarios.

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Si bien los dermatólogos y la industria cosmética recomiendan durante esta cuarentena (que se adivina larga, y ya oficialmente va para un mes) aprovechar el aislamiento para dejar descansar nuestra piel y uñas del maquillaje, hay quienes no pueden renunciar a él. Forma parte de su rutina y les hace sentir bien. Los psicólogos aconsejan mantener esos hábitos que nos alegran.

Sobre las manicuras, ha corrido como la pólvora por las redes la preocupación por que los esmaltes puedan suponer un cúmulo de bacterias y virus. La doctora Lourdes Navarro, dermatóloga de la ...

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Si bien los dermatólogos y la industria cosmética recomiendan durante esta cuarentena (que se adivina larga, y ya oficialmente va para un mes) aprovechar el aislamiento para dejar descansar nuestra piel y uñas del maquillaje, hay quienes no pueden renunciar a él. Forma parte de su rutina y les hace sentir bien. Los psicólogos aconsejan mantener esos hábitos que nos alegran.

Sobre las manicuras, ha corrido como la pólvora por las redes la preocupación por que los esmaltes puedan suponer un cúmulo de bacterias y virus. La doctora Lourdes Navarro, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), declara tajante. «No es habitualmente así». El doctor José Luis Ramírez Bellver, de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI), opina igual, y tira de investigación. «Hace años se realizaron varios estudios que examinaban el número de bacterias en enfermeras que tenían las uñas con y sin esmalte. La conclusión es que, si se mantiene una adecuada higiene, no tiene por qué haber más bacterias en las grietas de los esmaltes».

Claro que acepta la diferencia entre las profesionales sanitarias, acostumbradas al lavado correcto de manos, y la usuaria de la calle. «La gente con manicuras muy cuidadas puede lavarse menos esa zona para estropearla lo menos posible, y esto contribuir a la acumulación de gérmenes. Pero el uso de esmalte no tiene por qué afectar a la correcta limpieza, que se debe realizar igual que si no lo lleváramos».

Es importante señalar que, al menos de momento, ninguna autoridad sanitaria internacional, nacional o regional ha advertido sobre el peligro de pintarse las uñas frente a esta pandemia ni ha desaconsejado hacerlo y que es diferente lo que se exige y se recomienda al personal médico de lo que se recomienda al público general.

Descartado el producto en sí como nido para los patógenos, ¿puede serlo el hiponiquio, esto es, el espacio entre la uña y el dedo? La doctora Navarro aclara que el uso continuado de los esmaltes permanentes lo agranda. «Puede aumentar ante traumatismos de repetición y agresiones en la uña por una manicura excesiva. En estas circunstancias, puede favorecer un mayor cúmulo de suciedad e irritación de la piel debajo de la uña». Ahora bien, librarla de esas impurezas depende, de nuevo, de la usuaria. «Si se utilizan colores oscuros, impediría la visualización de lo que se ha acumulado debajo de la uña, pero no dificultaría su correcta limpieza».

Consejos para una manicura sin riesgos

Sin embargo, existe una costumbre en muchas manicuras que sí podría potenciar ese peligro de acumular patógenos no deseados. Nos referimos a la cutícula. «En algunas manicuras retiran esta estructura, y puede ser perjudicial ya que puede producir heridas que actúen como puerta de entrada para infecciones», comenta el doctor Ramírez. La cutícula, por tanto, debe permanecer en su sitio. Miriam Guerra Pérez, responsable de formación de la firma Mavala, prefiere incluso que no llegue a cubrirla. «El esmalte seca la piel y por tanto seca esta parte alrededor de la uña». Y una piel mal hidratada se encuentra más indefensa ante los ataques exteriores.

Para evitar que la laca se quiebre y se formen zonas donde se puedan asentar los gérmenes (que, cabe recordar, con una correcta limpieza no tiene por qué suceder), Guerra aconseja una base de protección. «Nos ayuda a mantener la adherencia del esmalte para que dure más tiempo». Después, la responsable de formación incluiría un barniz por encima para alargar aún más su duración.

Al retirar la manicura con quitaesmaltes con acetona, también debilitamos la protección contra el exterior que aporta la queratina. «Pueden producir unas uñas secas, quebradizas y frágiles», avisa la doctora Navarro. Por ello, existen ahora en el mercado opciones sin acetona que respetan la uña, aunque ralentizan el proceso de eliminación de la pintura. «Si nos gustan con acetona, porque son más rápidos y eficaces, lo ideal es contemplar utilizar algún tipo de aceite que hidrate», cuenta Guerra. La doctora Navarro aconseja aplicar siempre crema en toda la lámina de la uña y la piel que la rodea para fortalecerla.

¿Y para limpiarlo? Como ya han dicho los expertos, la limpieza se debe realizar del mismo modo que si no hubiese laca. El jabón y el agua, recomendado por la OMS y las autoridades sanitarias nacionales y comunitarias, no puede faltar. Para eliminar la suciedad y las bacterias entre la uña y el dedo, mejor usar un cepillo diseñado para la zona. En su defecto, se puede hacer uso de un cepillo de dientes (diferente al que usamos para la higiene bucal, claro).

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