Trucos para evitar la invasión del ‘mascné’, los granitos que salen por el uso de la mascarilla
Las mascarillas generan acné porque no permiten la correcta transpiración. Estos son los remedios de experto para evitar la temida reacción cutánea.
Vivimos nuestra nueva realidad con la boca y la nariz protegida por un trozo de tela cada vez que salimos a la calle. Las preventivas mascarillas,son necesarias y obligatorias y convivir con esta responsabilidad, a veces, conlleva que la piel responda con un efecto que no es el deseado. Estos elementos de protección están en contacto con la piel, la rozan, la irritan, dificultan la transpiración y, cuando se llevan durante varias horas al día, pueden crear un ambiente húmedo y oclusivo, propicio para la aparición de deshidratación y granos en la parte de la barbilla y alrededor de la boca.
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Vivimos nuestra nueva realidad con la boca y la nariz protegida por un trozo de tela cada vez que salimos a la calle. Las preventivas mascarillas,son necesarias y obligatorias y convivir con esta responsabilidad, a veces, conlleva que la piel responda con un efecto que no es el deseado. Estos elementos de protección están en contacto con la piel, la rozan, la irritan, dificultan la transpiración y, cuando se llevan durante varias horas al día, pueden crear un ambiente húmedo y oclusivo, propicio para la aparición de deshidratación y granos en la parte de la barbilla y alrededor de la boca.
Esto ha dado lugar a un nuevo término, el mascné (maskné en el inglés original), un tipo de acné que aparece o se acentúa por el roce del tejido con la piel y la falta de oxigenación que genera. «Las mascarillas generan acné porque no permiten la correcta transpiración, provocan una oclusión del poro y del orificio de salida de la glándula sebácea. Además, se acumula un mayor número de toxinas y se genera una vasodilatación e inflamación cutáneas», explica la doctora Adriana Juanes, dermatóloga del Instituto Médico Láser. La especialista señala que ha habido «un incremento notorio de consultas por brotes de acné inflamatorio, acné oclusivo y acné rosácea y el porcentaje aproximado es de un 35% de pacientes más».
Existen, al menos, tres tipos de mascarillas: higiénicas, quirúrgicas y filtrantes. Para que cada uno elija la mascarilla más adecuada, sepa como usarla y dónde comprar una, el Ministerio de Consumo ha publicado una guía detallada sobre este mecanismo de protección para evitar contagios. Cada tipo tiene una función y según su composición, sus efectos en el rostro son diferentes. «Las mascarillas de papel, materiales plásticos y sintéticos son más agresivas para la piel, ya que generan una mayor irritación y ocasionan problemas dermatológicos tales como eccemas de contacto, irritativos, acné rosácea y acné comedogénico. En principio materiales como el algodón son menos dañinos para la piel y además se pueden higienizar de forma más sencilla y menos irritativa», detalla la dermatóloga Juanes. Por su parte, Leticia Carrera, licenciada en Farmacia y directora del Centro Médico-Estético Felicidad Carrera especifica que las mascarillas FP2 y FP3 al ser más rígidas, van más ajustadas al rostro, por lo que dañan más en las zonas de roce que las quirúrgicas o higiénicas. Añade que «las zonas más susceptibles son las mejillas, el mentón, los pómulos, la nariz y la parte de atrás de las orejas».
Qué hacer para evitarlo
Para evitar que el poro se obstruya por el uso de estos elementos de protección, los expertos apuntan la importancia de elegir unos cosméticos adecuados para la rutina de belleza diaria, que puede ser sencilla pero eficaz. Si mantener una rutina de limpieza de piel ha sido siempre importante, ahora, en la nueva realidad cobra una importancia fundamental. Agilizar la rutina de la piel ayuda. «Debemos realizar la higiene por lo menos una vez al día, sin excedernos en el uso de jabones muy agresivos e irritantes y usar lociones micelares suaves, tónicos calmantes y nuestras cremas de uso habitual. Cuando retiremos la mascarilla, debemos intentar realizar una limpieza inmediata con productos calmantes y purificantes para evitar la acumulación de toxinas y detrits», advierte la dermatóloga Juanes.
En el proceso de cuidados se impone rutina con productos suaves «y evitar los cosméticos oclusivos con excesos de aceites, maquillajes muy densos y compactos«, como advierte la especialista del Instituto Médico Láser. Desde los laboratorios Cantabria Labs para el día recomienda utilizar cosméticos no comedogénicos que ayuden a regular el uso de sebo. Además, señalan que el uso de fotoprotector es fundamental para evitar que las lesiones se pigmenten y se conviertan en futuras manchas. La apuesta para las noches se centra en fórmulas que eviten la obstrucción del folículo pilosebáceo y que incluyan activos exfoliantes y renovadores.
Por último, los expertos señalan la importancia de renovar con frecuencia la mascarilla y beber agua, dos factores que ayudarán a evitar el clima hostil que invita a que se desarrollen el acné.