Layering: el arte de combinar perfumes para crear una fragancia propia
La personalización llega a la perfumería. La maison Chloé explora su experiencia floral y lanza una nueva gama de perfumes pensada para mezclar en casa.
Cuando aterrizó en París, Gaby Aghion quedó decepcionada. Las mujeres de posguerra poco tenían que ver con la parisina que ella había elucubrado desde su Egipto natal: «Imaginaba una mujer libre y elegante, pero todas vestían copias de las prendas de los salones de alta costura», explica Geraldine-Julie Sommier, directora de patrimonio en Chloé. «Al fundar esta maison en 1952, Aghion inventó el ...
Cuando aterrizó en París, Gaby Aghion quedó decepcionada. Las mujeres de posguerra poco tenían que ver con la parisina que ella había elucubrado desde su Egipto natal: «Imaginaba una mujer libre y elegante, pero todas vestían copias de las prendas de los salones de alta costura», explica Geraldine-Julie Sommier, directora de patrimonio en Chloé. «Al fundar esta maison en 1952, Aghion inventó el prêt-à-porter de lujo: moda en serie, pero bella y de calidad». En el archivo de la casa se pueden investigar algunas de aquellas primeras piezas. También las prendas plagadas de flores y sutileza diseñadas por los sucesores: Karl Lagerfeld, Stella McCartney, Phoebe Philo, Clare Waight Keller o Natacha Ramsay-Levi.
Un histórico evocador que inspira el último lanzamiento de la firma: Atelier des Fleurs, familia de nueve fragancias que busca encapsular la pasión floral de Chloé. «En el briefing nos instaron a elegir una flor que tuviera un significado personal para nosotros», dice Quentin Bisch, uno de los seis perfumistas que han participado en el proyecto. Rosa, cedro, mimosa, jazmín… «Yo elegí la lavanda porque me retrotrae a mi infancia, a cuando mi madre entraba en casa con un ramo cargado de esencia. La sensación era como pasar de la luz a la sombra en un día de verano, y eso es precisamente lo que he querido reproducir: una faceta fresca y luminosa junto a otra más oscura, empolvada y femenina».
Cada flor trabaja como un acorde con el que componer un ramo propio que se traduce en un perfume. «Hay puntos tangentes entre los ingredientes de cada uno, para que funcionen al mezclarlos», dice Bisch. El ingenio responde a una nueva demanda: «La personalización en el mundo de la belleza, que permite a los consumidores expresar individualidad», cree el consultor de Mintel Andrew McDougall. «Combinar aromas es algo que ya hacemos a diario sin darnos cuenta, con todos los productos que nos aplicamos», señala la nariz Domitille Bertier-Michalon. Hay una regla al hacerlo con perfumes: «Que el bouquet final guste al que lo lleva».
Las nuevas fragancias ya están a la venta en exclusiva en El Corte Inglés de Diagonal (Barcelona) y en la tienda online del centro.