¿Qué tipo de mujer siempre quiso ser Marta Nieto?
La protagonista de la película ‘Madre’, nos desvela de la mano de For Her, el perfume que homenajea al universo femenino de Narciso Rodriguez, el significado de ser mujer y su feminidad en cada uno de sus papeles
«Originalidad», responde tajante. Esa ha sido la lección más valiosa que Marta Nieto ha aprendido en su trayectoria. También la más compleja. «Es más fácil copiar, porque todos tenemos referentes que nos inspiran y el ser humano aprende por imitación; pero la verdad es que el siguiente escalón en la fase creativa tiene que ver con la originalidad, con abrir nuevos espacios para crear nuevos personajes», puntualiza la intérprete murciana. Asegura que eligió esta profesión para convertirse en otras mujeres y olvidarse de sí misma; aunque también es cierto que ha sido despojándose de sus referentes cómo ha alcanzado la madurez interpretativa. Sobre la creación, el método y la feminidad nos habla en este nuevo capítulo, una aproximación de la mano del perfume For Her de Narciso Rodriguez a la actriz del momento.
Porque la originalidad, para Marta Nieto, es sinónimo de feminidad. «Para mí significa fuerza, carisma, esencia… Ejercer el poder creativo, el poder de la cooperación, el poder del carisma… «, reflexiona la actriz, que sin duda ha puesto en práctica todas esas cualidades en la película Madre, en cines desde el pasado 15 de noviembre. Un papel puramente emocional y complejo, sobre una mujer que pierde a su hijo (desaparece, literalmente, en una playa francesa) con el que ha demostrado todo su potencial y talento. O, como puntualizaba el jurado del Festival de Cine Europeo de Sevilla al entregarle recientemente el premio a mejor actriz, «la feroz intensidad con la que encarna un conflicto interior hondo y apenas verbal».
«El proceso creativo es muy farragoso. En mi caso no hay unos pasos estipulados. Te basas en la intuición, la experiencia… vas encontrando distintas claves o utilizas un recuerdo que puede funcionar. Hay mucho ensayo-error», explica la intérprete, que para dar vida a Elena realizó un ejercicio de construcción y comprensión. Recopiló testimonios de madres que habían pasado por el mismo trauma, construyó mentalmente lo que podría haber pasado durante los diez años que separan temporalmente el corto y la película, e incluso aprendió francés para el papel. Un trabajo de fondo que no se narra en la película pero se refleja en cada plano.
Igual de laborioso es su método para despojarse del personaje y volver a conectar con «su centro». Una palabra que, como apasionada del yoga, repite a menudo. «Porque cuando no estoy ahí, no me siento muy femenina, no me siento muy poderosa. Para rehacerme, los aceites esenciales me ayudan mucho», confiesa. Un método que parte de la respiración y las fragancias para empezar a tomar consciencia de sí misma. «Me encanta las rosas. El agua de rosas me da tranquilidad, es como un aroma para ocasiones especiales», puntualiza.
Las rosas también son un símbolo de esta nueva feminidad que tanto ha reivindicado el cine o la moda en los últimos años, con nuevas perspectivas femeninas o con prendas que fortalecen a la mujer. Desposeídas de todas esas connotaciones históricas –lo cursi, lo débil, lo insustancial–, se han convertido en sinónimo de actitud y fuerza. En la fragancia For Her Fleur Musc de Narciso Rodriguez, las rosas encarnan la pasión y la feminidad moderna. El ramo floral, acentuado por los granos de pimienta, realzan el corazón de almizcle del perfume, mientras que las notas ámbar y pachulí aportan vitalidad y calidez. Porque como canta Janelle Monaé, «el rosa es la verdad que no puedes esconder». Un despertar femenino que abandera Marta Nieto y plasma en todos sus papeles.