Hola, soy la sombra metalizada y he vuelto
Andaba de capa caída, pero ahora reaparece en los desfiles de Alta Costura. Así la llevaremos.
Antes de que algunas se pongan a dar palmas de alegría e hiperventilen de alivio, hay que advertir que el omnipresente ahumado aún sigue ocupando el trono del maquillaje de ojos. Pero, sentada esta base, traemos noticias: haciendo caso a los últimos desfiles de Alta Costura para el próximo invierno, la sombra de ojos reaparece con otros usos, más allá del smokey.
Una de las versiones de pasarela es la que ha utilizado las sombras de ojos como delineador, en tonos verdes, azules o grises, con acabados metalizados, como vimos en Schiaparelli, Armani Privé, El...
Antes de que algunas se pongan a dar palmas de alegría e hiperventilen de alivio, hay que advertir que el omnipresente ahumado aún sigue ocupando el trono del maquillaje de ojos. Pero, sentada esta base, traemos noticias: haciendo caso a los últimos desfiles de Alta Costura para el próximo invierno, la sombra de ojos reaparece con otros usos, más allá del smokey.
Una de las versiones de pasarela es la que ha utilizado las sombras de ojos como delineador, en tonos verdes, azules o grises, con acabados metalizados, como vimos en Schiaparelli, Armani Privé, Elie Saab, Atelier Versace o Ralph & Russo. En el desfile de Dior, la sombra de ojos tuvo todo el protagonismo, sin rastro de eyeliner, máscara ni de smokey eye, y en un sorprendente tono anaranjado, que en el conjunto de un rostro desnudo y con apenas maquillaje, conseguía ser el único punto de atracción de la mirada.
“En Schiaparelli, por ejemplo, usamos dos tonos azules que se utilizaron tanto para dar color a la totalidad del párpado, en el tono más claro, como para dar fuerza en la cuenca y en la línea de las pestañas inferiores, con el más oscuro”, explica Maite Tuset, senior artist de MAC Cosmetics.
Así fue el maquillaje en el desfile de Atelier Versace.
Getty
El delineado del ojo con sombra en lugar de lápiz obedece a una necesidad eminentemente práctica, según Tuset, por la que los productos se convierten en multiusos, sobre todo, en el mundo de los desfiles y el backstage, donde hay que economizar tiempo. “Más que una tendencia, creo que es un tema de ver las posibilidades del producto, sus características y sus beneficios a la hora de lo que estamos buscando; quizá una sombra nos pueda resultar suficiente para enmarcar el contorno de los ojos y podamos prescindir de otros productos, y quizá en otros casos busquemos más la textura, acabado o intensidad que nos puede proporcionar un eyeliner”.
¿Y en la calle? ¿Prescindiremos del lápiz de toda la vida para descubrir las facetas ocultas de la sombra de ojos? Para Roberto Siguero, make up artist de Lancôme, la respuesta es un rotundo no. “No lo veo porque la española está muy apegada al eyeliner. La velocidad en la tendencia de maquillaje no es la misma que en la moda, va un poco al margen. Esas sombras monocolor, sin estructurar para nada el ojo, son algo literalmente imposible para una mujer de 45 años. Igual se lo pone una niña de 18 para ir a una fiesta, pero no para ir a la oficina a las 9 de la mañana. La pasarela lo aguanta todo, pero la calle no aguanta nada. El mejor ejemplo es el labio rojo. Si aunque se vea constantemente en la pasarela las mujeres no se atreven a ponérselo, mucho menos lo van a hacer con una sombra azul a brochazos”.
El naranja como único tono en los ojos de las modelos de Dior.
Getty
Colores
Entonces, ¿qué sombras utilizaremos las mortales que no subimos a la pasarela? Aquí es cuando el smokey eye se ríe en plan Maléfica y advierte que sigue siendo el rey. “Las españolas ya se han atrevido con los colores oscuros para el invierno y, siguiendo la tendencia del ahumado, han utilizado granates, grises, tierras, negros… siempre adaptándolos a su personalidad y a su pericia, porque este maquillaje no es fácil”, admite el experto de Lancôme. El salto para la próxima temporada va a estar en incorporar a la paleta otros colores que no sean los del típico ahumado, como el azul índigo o el azul tinta. Pero el negro y el gris continuarán, por supuesto.
“Los usaremos con un aspecto de sombra emborronada o desgastada, con tonos grisáceos que serán los protagonistas –detalla Maite Tuset desde MAC Cosmetics. La técnica de aplicación será con inspiraciones de punk rebelde, pero con una visión más elegante, como de un maquillaje vivido, que cuenta una historia de quién lo lleva puesto, desgastado… con brochas que sean suaves y flexibles que ayuden a conseguir estos efectos y acabados”. Pues ánimo y manos a la obra, porque si el ahumado se nos daba regular, esto parece que también requiere de mucha práctica.
El ahumado que propone la firma Ralph & Russo.
Getty