Guerra a las manchas (y no es un anuncio de detergente)

Pasada la temporada playera y piscinera, toca borrar la pigmentación excesiva y evitar que vuelva a aparecer. No es rápido, pero funciona.

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No será porque no nos lo han advertido. Hay que tomar el sol con cautela, siempre con protección, sin abusar. Lo sabíamos. Pero bajamos la guardia. Y ahora es tarde. Ahí están las manchas, los lentigos solares. Esas que embarran el rostro y le añaden, de golpe, varios años más. Una de cada tres mujeres reconoce tenerlas, según datos de Kantar Worldpanel. “La hiperpigmentación cada vez preocupa más a mujeres de todas las edades. En España hay 1,5 millones de usuarias de cremas antipigmentación, un 54% más que en 2010”, explica Susanna Roca, miembro de la Sociedad Española de Qu...

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No será porque no nos lo han advertido. Hay que tomar el sol con cautela, siempre con protección, sin abusar. Lo sabíamos. Pero bajamos la guardia. Y ahora es tarde. Ahí están las manchas, los lentigos solares. Esas que embarran el rostro y le añaden, de golpe, varios años más. Una de cada tres mujeres reconoce tenerlas, según datos de Kantar Worldpanel. “La hiperpigmentación cada vez preocupa más a mujeres de todas las edades. En España hay 1,5 millones de usuarias de cremas antipigmentación, un 54% más que en 2010”, explica Susanna Roca, miembro de la Sociedad Española de Químicos Cosméticos (SECQ) y formuladora en Bella Aurora Labs, una marca española centenaria y especializada en el tratamiento de lesiones pigmentarias.

 ¿Por qué salen?

La melanina es un método de defensa de la piel frente al daño solar. La fabrican los melanocitos cuando los queratinocitos, las células que dan dureza a la parte superficial de la piel, solicitan algo así como un escudo frente a la radiación solar.  “En circunstancias normales la melanina debe repartirse homogéneamente, pero por una disfunción del organismo puede concentrarse en un punto generando las temidas manchas”, explica Roca.

 ¿Por qué a unos más y a otros menos?

Nadie dijo que el mundo fuera justo y, efectivamente, algunos humanos son más sensibles que otros. Además del nivel de exposición solar y la protección que se haya (o no) usado, influyen factores hormonales (embarazo, estar tomando ciertos anticonceptivos orales…), la herencia genética, la edad (de niños el sistema funciona como un reloj, más tarde, suele desprogramarse), el uso de productos fotosensibilizantes (cosméticos con retinoides, vitamina C, perfumes…) y la presencia de lesiones postinflamatorias (las rojeces del acné pueden convertirse en manchas).

 ¿Qué es eso de que la piel tiene memoria?

La piel es como una madre. Es el mayor órgano de nuestro cuerpo y el que más nos protege de las agresiones externas. Pero si la hemos descuidado, aunque lo arreglemos más tarde, se acordará de por vida y volverá a darnos un toque de atención en cuanto bajemos la guardia. Ojo con quemarse en la adolescencia pensando que no pasa nada. Una quemadura de hace veinte años deja una huella silenciosa, una región de piel dañada. Y pasados los lustros, en cuanto vuelva a dar el sol, esa región puede ser una mancha que te recuerde aquello de ‘sé lo que hiciste hace veinte veranos’.

 He dejado de broncearme. ¿Se irán por sí mismas?

No, son como los aliens: han venido para quedarse y colonizarnos. “No queda más remedio que tratar las ya existentes y evitar que aparezcan otras nuevas”, advierte Roca.

 Los antimanchas, ¿borran o impiden la pigmentación?

Las dos cosas. Hay que diferenciar entre los que las eliminan y los que las previenen. Lo normal es usar dos productos conjuntamente a o un producto que cumpla ambas funciones.

¿Hay que seguir usando protección solar todo el año?

Sí. Aunque esté nublado, los rayos UV llegan a la superficie terrestre. Ni que decir tiene que también a tu cutis. Salvo que se salga con yelmo medieval, pasamontañas o burka, hay que salvaguardar la piel. De nada sirve gastarse un presupuesto en cremas antimanchas si luego nos exponemos al sol a rostro limpio.
Operación borrado. ¿Cómo se hace?

Puede hacerse con cosméticos despigmentantes o mediante procedimientos médico-estéticos.

¿Cómo funcionan las cremas? ¿Tardan mucho?

Quienes opten por la primera vía deben tatuarse mentalmente la palabra ‘paciencia’, porque el proceso lleva meses (los efectos solo se atisban a partir de las 6 semanas) e implica mucha constancia. Suelen llevar ácido glicólico y salicílico que realizan un suave peeling, arrastrando consigo las manchas y dejando el cutis más resplandeciente.

Serum Mission Perfection de Clarins y mascarilla despigmentante y luminosa de Nature Bissé.

 ¿Y los protocolos médico-estéticos?

Son más rápidos. Y más caros (desde 100 euros por sesión). “Lo más efectivo contra los lentigos solares es el láser Q-Switched. En una o dos sesiones pasan a la historia”, señala la doctora Katy Eftekhar. “En cambio, el IPL es perfecto para atajar la poiquilodermia de civatte (esas manchas rojizas o marrones que salen en los laterales del cuello, en espacial, a partir de los 45 años). Atención: después de estos tratamientos, la piel queda especialmente desprotegida. Toca elevar la fotoprotección y, a la vez, hidratar con toneladas de ácido hialurónico y calmar con ingredientes como la alantoína. Algunos cosméticos, como Foto Ultra 100 ISDIN Spot Prevent, une todos esos efectos en un solo producto. Aplicar varias cremas con la misma función es más engorroso pero funciona igual.

Impedir que se formen más manchas, ¿cómo se hace?

O poniendo trabas al funcionamiento del melanocito, normalmente con un ingrediente llamado hexylresorcinol, o complicando la llegada de la melanina al queratinocito. Fácil de decir, complicado de llevar a efecto. Los laboratorios trabajan duro buscando sustancias innovadoras. Entra las últimas están el ácido elágico, uno de los grandes enemigos de la tirosinasa, la enzima responsable de la síntesis de la melanina. Lo llevan, entre otros, Diamond White de Natura Bissé y Advanced Pigment Corrector de Skinceuticals. El melanyde (D-Pigment, de Avène) o la vitamina C (Cellmax C, de Suiskin) también entorpecen las funciones de la tirosinasa. La vitamina B3, por su parte, detiene el viaje de la melanina hacia los queratinocitos (Clarifying Surge de Valmont).

Otros científicos apuestan por matar al mensajero. O lo que es lo mismo: interceptar los mensajes que le piden al melanocito que se ponga a trabajar a destajo (los exosomas). Es la táctica de Clarins. Su recién estrenado Mission Perfection Serum bloquea hasta un 24,5% esos exosomas mediante el extracto de acerola.

La vitamina C, ¿las borra o las estimula aún más?

Es un arma de doble filo: reorganiza el tono de la piel pero es fotosensible, por lo que, bajo un solazo de justicia, pueden ocasionar manchas. Lo ideal es usarla en verano por la noche y el resto del año, por la mañana. Para que sea realmente eficaz debe tener una concentración mínima del 8%.

¿Y qué pasa con la hidroquinona?

Es uno de los mejores agentes despigmentantes conocidos pero también es tóxico. La UE prohíbe su uso cosmético doméstico en concentraciones superiores al 2%. “Más allá solo están autorizados los dermatólogos. Suce, por ejemplo, con el peeling despigmentante con hidroquinona y retinol”, explica la doctora Mª Rosa García Maroto, de la Clínica de La Fuente.

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