El pelo también se quema: así se protege del sol
El verano es el peor momento del año para el cabello. El sol lo quema, lo rompe y lo vuelve poroso. Esta es la guía para protegerlo a tiempo.
Tomar el sol siempre con moderación y protección es el mantra de los dermatólogos para la piel. Esta máxima podemos aplicarla, punto por punto, para el pelo. Al cabello le gustan los rayos solares y, en su dosis justa, les son beneficiosos. Sin embargo, la sobrexposición tiene unos efectos devastadores. “El sol tiene tendencia a quemar el cabello, romperlo y volverlo poroso. Apaga los colores y aclara los tonos naturales”, explican los expertos de René Furterer.
Lo peor es que...
Tomar el sol siempre con moderación y protección es el mantra de los dermatólogos para la piel. Esta máxima podemos aplicarla, punto por punto, para el pelo. Al cabello le gustan los rayos solares y, en su dosis justa, les son beneficiosos. Sin embargo, la sobrexposición tiene unos efectos devastadores. “El sol tiene tendencia a quemar el cabello, romperlo y volverlo poroso. Apaga los colores y aclara los tonos naturales”, explican los expertos de René Furterer.
Lo peor es que el sol no suele venir solo, sino con otros elementos habituales del periodo estival como son el agua, la sal marina, el cloro de las piscinas y el viento. Todos ellos conforman un cóctel explosivo altamente nocivo para el cabello, que alteran su film hidrolipídico y lo vuelven seco, áspero, roto, apagado, delicado, quebradizo, frágil y difícil de peinar.
El agua amplifica las agresiones acentuando los efectos negativos, degradando la melanina y decolorando las puntas. La sal del mar deshidrata intensamente el cabello. Junto con la arena provoca que el cuero cabelludo se irrite y se produzcan picores. El cloro elimina las coloraciones y despigmenta el pelo. El viento acentúa la deshidratación. Por último, la alteración de la queratina hace que el cabello sea más frágil.
Qué hacer antes
La sequedad de los meses de invierno también es especialmente perjudicial para el cabello y la primavera es un buen momento para acondicionarlo y revitalizarlo. Junto a buenos productos de higiene, champú y acondicionador adecuados a cada tipo de cabello, se pueden introducir otras rutinas como mascarillas, aceites de tratamiento y sérum. Todo ello ayudará a mantener el cabello sano y que no llegue previamente castigado a la exposición solar.
Prevenir los daños estivales sobre el cabello es posible, según Philip B., reconocido estilista de celebrities. “Una manera de hacerlo es cubrir el cabello con un sombrero o un pañuelo bonito. Si vas a nadar es recomendable utilizar algún acondicionador sobre el cabello o un gorro que proteja de los efectos del cloro. Pequeños hábitos pueden hacer maravillas sobre la salud del cabello”.
Otra opción es ponerse en manos de un experto. “Para esta época, nosotros recomendamos hacer un tratamiento de hidratación profunda en el salón, como Keratin Miracle que deja la cutícula capilar cerrada y sellada, y por tanto más protegida frente a los agentes externos”, dice la estilista Yolanda Aberasturi.
Qué hacer durante
Una vez en verano, en la playa y la piscina, lo ideal es utilizar una línea solar específica para el cabello, en la que, desde el champú a la mascarilla, la loción en spray para toque final en seco del peinado o el sérum de cuidado “contengan todos los ingredientes necesarios para proteger el cabello de la acción solar y preservar la fibra capilar de los posibles daños”, dice Aberasturi, que apuesta por el spray Micro-Voile Protector de Kérastase con protección solar, “porque deja un velo inapreciable sobre el cabello mientras lo mantiene protegido”.
Muchas firmas de dermocosmética apuestan por este tipo de productos para el pelo en verano, la mayoría de ellos en formato aceite (como el célebre de Moroccanoil o el Aceite Maravilloso de Nuxe) y algunos de uso doble, para el cabello y la piel, como es el caso de Bariésun de Uriage. Todos protegen de los efectos descantes de la exposición solar y del contacto con la sal y el cloro del agua. René Furterer, por su parte, posee una gama completa de cuidados solares capilares. Hay aceite protector, mascarilla reparadora para después del sol y fluido protector, formulados, entre otros ingredientes, con aceite de sésamo, manteca de palma y keratina, elementos esenciales para sanear el cabello. Durante el verano, y más si el cabello es rizado, poroso o tiende al encrespamiento, en el neceser no pueden faltar mascarillas como Total Repair de L’ Oreal o Katira de Philip B, para regenerar las cutículas y sellar el pelo.
Micro-Voile Protector de Kérastase, Katira de Philip B, aceite Moroccanoil, mascarilla de René Furterer y Total Repair de L’ Oreal son algunos de los productos recomendados.
Yolanda Aberasturi recuerda que “es importante no mantener el cabello mojado mucho tiempo o se incrementarán los daños capilares”, mientras que Philip B. aconseja evitar los peinados tirantes durante los meses de verano. “Los moños sueltos, las trenzas deshechas, el cabello suelto brillando con el sol o un corte pixie juvenil serán las mejores opciones para hacer frente al calor y la humedad”.
Qué hacer después
¿Y después? Cuando acabe el verano el cabello estará más seco y dañado, por lo que necesitará una nutrición intensa para recobrar su aspecto suave, brillante y fácil de peinar. Si el pelo se ha sensibilizado demasiado, quizá sea necesaria alguna sesión intensiva de tratamiento en salones especializados.
En el Instituto Médico Dermatológico se utiliza un tratamiento de Bio-Estimulación Transdérmica (B.E.T.), una terapia en varias sesiones que prepara la piel del cuero cabelludo, aumentando el nivel de penetración natural de los principios activos aplicados de un 3 a un 90 por ciento.