El ejercicio facial que puedes hacer hasta en el coche para que no se te descuelgue el rostro
Las repeticiones de movimientos para ejercitar los músculos de la cara retrasan y revierten la aparición de los primeros signos de la edad.
A partir de los 30, la capacidad de síntesis de colágeno y elastina de la piel, proteínas que la mantienen tersa y sana, disminuye. Como resultado, pierde grosor y firmeza, y aparece la temida flacidez del rostro. Desde hace unos años, el ejercicio facial se ha abierto camino en la rutina diaria como complemento natural para combatir los signos del envejecimiento. Reservar unos minutos al día a trabajar los músculos que sostienen ...
A partir de los 30, la capacidad de síntesis de colágeno y elastina de la piel, proteínas que la mantienen tersa y sana, disminuye. Como resultado, pierde grosor y firmeza, y aparece la temida flacidez del rostro. Desde hace unos años, el ejercicio facial se ha abierto camino en la rutina diaria como complemento natural para combatir los signos del envejecimiento. Reservar unos minutos al día a trabajar los músculos que sostienen la piel mediante series de movimientos repetidos para fortalecerlos y que la mantengan en su sitio se ha extendido como la pólvora. Términos como yoga facial ya no extrañan al oído o a la vista, y las expertas, prueba fehaciente de los resultados de estas técnicas, instruyen a sus clientes sobre cómo realizarlos.
Sin embargo, el esfuerzo y tiempo que requieren echan para atrás a muchas personas. El uso de las manos para ejercer presión y el número de series desaniman a los principiantes. «Algunas rutinas se pueden realizar en cualquier lado para aprovechar momentos muertos», cuenta Diana Bordón, experta en yoga facial. «Por ejemplo, tengo uno perfecto que puedes practicar mientras estás parada en un semáforo o en un atasco», asegura.
El ejercicio, con su vídeotutorial colgado en YouTube, lleva apenas dos minutos. «Sin soltar las manos del volante, puedes fortalecer tu rostro. Empezamos con el beso: levantamos un poco la barbilla y lanzamos besos hacia fuera, tenemos que notar la intensidad en la zona nasolabial. Repetimos tres series de 15 movimientos». Después, pasa a uno un poco más complicado con los labios. «Proyectas los labios hacia delante con la boca abierta, bajas con una O intensa, sonríes con los labios debajo de los dientes y vuelves. Igual, tres series de 15 repeticiones». Concluye con lo que llama el ejercicio estrella. «Si los pómulos están arriba, el nasolabial también y los párpados inferiores suben». Con el mentón ligeramente hacia delante, realiza una O hacia abajo y sube una sonrisa con la boca cerrada, siempre en tres series con 15 repeticiones. «Con estos ejercicios, estamos quitando una serie de cuello, nasolabial y pómulos».