El calor la dispara y puede hacer ganar hasta cuatro kilos: qué hacer contra la retención de líquidos
Guía práctica para reaccionar cuando los tobillos desaparecen, los anillos ya no caben y las piernas pesan por las tardes.
Si al empezar la tarde te aprietan los zapatos, según avanza el día notas las piernas cansadas y al llegar a la cama te cuesta quitarte los anillos, probablemente estés padeciendo uno de los efectos clásicos del calor sobre tu cuerpo: la retención de líquidos. En sí misma no es una enfermedad, es más bien un enemigo silencioso, ya que sus síntomas -que afectan principalmente a las mujeres y más intensamente en verano- hacen de estos días caniculares un viacrucis. Por si los síntomas anteriores fueran poco, se estima que la retención de líquidos puede hacernos acumular entre dos y cuatro kilos ...
Si al empezar la tarde te aprietan los zapatos, según avanza el día notas las piernas cansadas y al llegar a la cama te cuesta quitarte los anillos, probablemente estés padeciendo uno de los efectos clásicos del calor sobre tu cuerpo: la retención de líquidos. En sí misma no es una enfermedad, es más bien un enemigo silencioso, ya que sus síntomas -que afectan principalmente a las mujeres y más intensamente en verano- hacen de estos días caniculares un viacrucis. Por si los síntomas anteriores fueran poco, se estima que la retención de líquidos puede hacernos acumular entre dos y cuatro kilos de más, y que es una de las chispas que originan la celulitis edematosa, una de las más difíciles de tratar y que puede resultar dolorosa.
Es bien sabido que somos agua en un 70 por ciento. Ese agua se encuentra dentro de nuestras células y cuando se acumula entre ellas, en una zona llamada espacio intersticial, se genera la retención de líquidos. Lo explican así en los centros Felicidad Carrera: “El sistema linfático es el encargado de drenar todos los fluidos de los órganos hacia la sangre, pero a veces no funciona correctamente y los fluidos no se eliminan de forma adecuada, se quedan en los tejidos, en los espacios entre las células y se produce la retención de líquidos. Este desequilibrio en la regulación de líquido de la zona vascular se atribuye a factures orgánicos -como trastornos circulatorios, herencia genética y cambios hormonales- o constitucionales -un estilo de vida sedentario, el estrés, el exceso de peso, la alimentación, la humedad ambiental… o el calor-. Cuando acusamos retención de líquidos es típico que nos “desaparezcan” los tobillos y aunque es más frecuente que se manifieste en la parte inferior del cuerpo (también en rodillas y muslos) muchas se habrán dado cuenta de que estos edemas (como se les conoce médicamente) también pueden aparecer en el abdomen, en los párpados o en las bolsas de los ojos.
Las mujeres somos más propensas a sufrirla por varias razones, tal y como explica el doctor Moisés Martín Anaya, cirujano plástico y estético: “Uno de las causas que pueden provocar la retención de líquidos es hormonal, porque las hormonas tienen un papel importante en el equilibrio intravascular e intracelular. Los estrógenos y la progesterona tienen una capacidad mayor en la retención de líquidos. Además, las mujeres tienen la piel más delgada, una masa muscular inferior y los problemas circulatorios son más frecuentes” en SModa. La buena noticia es que se puede prevenir y aliviar, y para eso es importante conocer estos cinco puntos.
Me noto hinchado con el calor, ¿es grasa o es agua?
El agua (tanto su exceso como su falta) suele estar detrás de los cambios de peso repentinos. Para identificar mejor a qué se deben esos kilos que no cuadran existe una técnica que permite saber si el aumento de volumen es por exceso de grasa o por retención de líquidos. Se llama impedanciometría y mide el cambio de velocidad que experimenta la corriente eléctrica al pasar por los diferentes tejidos: básicamente lo que hace es calcular el porcentaje de masa grasa, masa magra y de agua que tiene cada persona para conocer cómo está repartido el peso. Además valora el metabolismo basal, es decir, las calorías que quemamos en reposo.
Sobre el drenaje linfático
Uno de los alivios más conocidos para la retención de líquidos es el drenaje linfático manual. Lo primero que hay que saber es que este masaje, que sirve para estimular el drenaje natural de la linfa y con ello ayudar al organismo a eliminar los residuos, deben realizarlo fisioterapeutas formados y especialistas. Sus técnicas principales son Vodder y Leduc.
En la clínica de Carmen Navarro lo realizan durante al menos 60 minutos con maniobras suaves en movimientos repetitivos, lentos y de bombeo, con presiones, siguiendo el camino de los conductos linfáticos. Aseguran que es indoloro y relajante, y lo describen así: “Se trata de una técnica de masajes suaves, superficiales, rítmicos a lo largo de distintas zonas del cuerpo (o rostro) con el fin de mejorar la circulación de la linfa y, como consecuencia, el sistema linfático. Nos ayuda a liberar edemas y cualquier tipo de anomalía que se deriva de esa mala circulación. No olvidemos que la linfa es como el camión de la basura encargado de llevar todos los deshechos que se producen en el proceso de nutrición que realizan nuestras células. Si ese “transporte” no funciona de manera correcta se producen edemas, quedando detenidos y estancados líquidos y sustancias. El drenaje linfático se encargará de ayudar a “desatascar” y liberar esas áreas arrastrando los líquidos al sistema circulatorio. Tampoco debemos olvidar que el sistema linfático cumple con una función de defensa fundamental gracias a los ganglios linfáticos y que debemos cuidar”.
Entre los muchos beneficios de este tipo de masaje, aseguran que al reactivar la circulación linfática se reduce la inflamación y, al mismo tiempo, se combate la celulitis y se mejora el aspecto de la piel.
El mito de la cola de caballo
Todo experto al que se consulte en este tema apunta en una misma dirección: la dieta juega un papel fundamental y, además de tomar alimentos saludables y ricos en agua, el peor enemigo de las piernas pesadas en el verano es la sal.
Dicho esto, existe algo que puede funcionar como una ayuda extra. Hemos crecido escuchando los innumerables beneficios de las infusiones herbales y hay una en particular a la que siempre suelen referirse los expertos en nutrición cuando hablamos de bebidas que ayuden contra la retención de líquidos. La cola de caballo (varias especies de plantas del género Equisetum) es un depurativo-diurético muy recomendado para los estados edematosos y específicamente para prevenir la hinchazón de piernas y tobillos y la sensación de piernas cansadas. Se recomienda tomar entre horas y no ingerir más de tres tazas al día porque su ingesta excesiva puede disminuir el potasio en el cuerpo. La proporción ideal es unos 40-50 gramos de esta planta por litro de agua: si la tomamos caliente tendrá un efecto saciante, pero en frío puede ser un alivio de la sed en los días de más calor.
¿Anticelulítico o reductor?
La cosmética es un universo en el que cada problema tiene infinidad de soluciones. Cuando hablamos de retención de líquidos, en + Farma Dorsch indican que no es lo mismo un producto anticelulítico que uno reductor y que la especialización es la clave para ganar la partida. Si estamos buscando algo que nos ayude a mejorar el problema de la retención de líquidos nos conviene más utilizar un anticelulítico (como Crema Anticelulítica Reductora Intensiva de + Farma Dorsch, con ingredientes como la hiedra, el castaño de indias, la zanahoria, la vitamina E natural y el extracto de café que mejoran notablemente el aspecto de piel de naranja y activan visiblemente el drenaje de los líquidos retenidos y acumulados en los tejidos para terminar con la sensación dolorosa que produce el edema) que actúa en las zonas de los glúteos, las caderas, los muslos y las rodillas, que además activará la microcirculación de la piel y cuyos ingredientes se encargarán de reducir los nódulos de grasa rompiéndolos y descomponiéndolos. Por su parte, las cremas reductoras deben utilizarse en zonas afectadas por acumulación de grasa ya que sus ingredientes bloquean la vía por la que el adipocito “engorda”, no le deja que fabrique más tejido adiposo.
El truco en los días de calor (y antes de que llegue la regla)
Es sabido que las altas temperaturas son gasolina para este problema y aunque no existen recetas exprés para impedir la retención de líquidos, sí hay algunos trucos sencillos y efectivos para ayuda a sentirte más ligera en el verano si eres constante. Empieza por beber mucha agua (sin pasarte, ya sabes), unos dos litros repartidos a lo largo de todo el día, evita las bebidas con gas, olvida la sal en tus comidas e incluye apio y pepino en la dieta. No dejes el ejercicio a pesar del calor, pero recuerda que los ejercicios de impacto no son los más recomendables. Si notas la inflamación en la zona del abdomen, disciplinas como el pilates o los hipopresivos pueden ayudarte a mejorar. En los días que en los que la hinchazón de piernas sea más llamativa, procura dormir con los pies elevados unos centímetros por encima de la cabeza.
Si sabes que tiendes a la retención te interesará poner en práctica estos trucos antes de que te llegue la regla porque tal y como explican en Mayo Clinic, la retención de líquidos es un síntoma premenstrual. “La retención premenstrual de agua es probablemente causada por fluctuaciones en tus hormonas”, y añaden, “la mayoría de las mujeres que menstrúa experimenta síntomas como distensión abdominal uno o dos días antes del comienzo de sus períodos. Otras experimentan regularmente síntomas durante los cinco días anteriores a sus períodos, que interfieren en algunas de sus actividades normales. Esto se denomina síndrome premenstrual (SPM)”. Esto es así porque antes de que comience el período el cuerpo produce estrógeno que, en niveles altos, puede hacer que se retengan fluidos y aparezca la hinchazón. La otra hormona presente durante el período, la progesterona, alcanza un pico muy alto en la segunda mitad del ciclo, lo que también causa retención de líquidos, dolor de pecho, y un posible aumento de peso temporal.