Dura más y es más precisa: todo lo que necesitas saber sobre la manicura rusa
Ni tiene nada de eslava, ni es nueva. Y, sin embargo, es la más demandada en los salones y la más fotografiada en Instagram. Así se hace.
Dicen que los zapatos definen a una persona antes de que se presente. Las manos, también. Y a tenor del fervor por las uñas siempre perfectas que sacude al mundo de la belleza, podemos concluir que 1) la obsesión por la manicura impoluta es algo real y 2) es en los pequeños detalles donde más nos atrevemos a arriesgar con las tendencias. Quien nunca probaría un labial azulado ni unas mechas frías sí se lanza a probar técnicas de lo más exóticas en sus uñas. Y quizá ...
Dicen que los zapatos definen a una persona antes de que se presente. Las manos, también. Y a tenor del fervor por las uñas siempre perfectas que sacude al mundo de la belleza, podemos concluir que 1) la obsesión por la manicura impoluta es algo real y 2) es en los pequeños detalles donde más nos atrevemos a arriesgar con las tendencias. Quien nunca probaría un labial azulado ni unas mechas frías sí se lanza a probar técnicas de lo más exóticas en sus uñas. Y quizá por ello la más demandada en los salones es también la más fotografiada en Instagram: la manicura rusa.
Esta técnica, que ni es nueva ni viene de Rusia, está alcanzando cotas muy altas de popularidad. Lo que hace especial este arte frente a manicuras tradicionales es el método empleado para trabajar la cutícula. Con este procedimiento se consigue una manicura mucho más precisa que la tradicional, eso sí, algo en lo que todos los expertos coinciden es en que siempre debe hacerse a cargo de un profesional especializado. ¿Los utensilios necesarios? Un torno de uñas, un primer libre de ácidos para deshidratar la uña natural sin dañarla y asegurar una adherencia perfecta del producto, una base que proteja la uña antes del esmaltado, un esmalte, un top coat o brillo sin residuo y un aceite especial para cuidar las cutículas.
Tal es la fama de la manicura rusa que en Madrid hay un salón dedicado específicamente a este ritual. Siberia Salon lleva trabajando esta técnica desde hace cinco años, en los que ha amasado una comunidad de 65.000 seguidoras en la red social que más prescribe en manicura, Instagram. “No hay nada de ruso en esta técnica”, nos confirma su fundadora, Sofya Khasanova. Ella sí llegó a nuestro país en 2015 desde Novosibirsk con el proyecto de abrir el primer salón especializado en la capital. La asociación, dice, tiene que ver con la infinita cantidad de fotos de mujeres rusas en la red social luciendo uñas perfectas logradas con esta técnica: “En Rusia es algo muy habitual e incluso tradicional realizar la manicura y quitar la cutícula”, nos explica. Como máximos exponentes están la modelo, influencer y filántropa Lena Perminova o la top Natalia Vodianova, que este 1 de enero anunciaba su compromiso con Antoine Arnault luciendo diamante y manicura rusa.
Khasanova trajo con ella a una manicurista rusa experta para formar a las profesionales de su centro y actualmente, incluso, imparte cursos sobre esta técnica tanto en Madrid como en otras ciudades españolas. “La principal diferencia entre la manicura tradicional y la rusa es que la primera se suele hacer utilizando un remover (un producto multiusos con base de acetona para rebajar, extraer o retirar el acrílico, el esmalte o el molde de las uñas postizas) y alicates o tijeras, es lo que llamamos un modo húmedo. La técnica rusa se aplica de forma seca, se elimina la cutícula y el esmalte se dibuja lo más cerca posible del borde de la uña, con lo que permite llevarla más tiempo sin que se note tanto el crecimiento”, puntualiza Khasanova.
Pero ¿no es peligroso retirar la cutícula?
“No es peligroso, pero sí muy importante que la manicura la haga un profesional que ha pasado los cursos de formación para trabajar con el torno. Y es obligatorio utilizar todas las herramientas esterilizadas”, indica la manicurista. De esta manera se asegura el cuidado de la uña y el tratamiento dura hasta tres semanas impoluto.
“Es como una limpieza de cutis, pero en las manos. Se ven las uñas más limpias, más arregladas. Además, si se tienen las uñas pequeñas y cortas, después de quitar la cutícula se verán más largas sin necesidad de extensiones”, añade.
Uñas en tendencia
A pesar de que, como dicen en Nails Factory, las uñas redondeadas son la mejor opción para evitar rasgaduras y enganches, esta tendencia de manicura se lleva llamativa o no se lleva. Instagram está plagado de fotografías de uñas larguísimas y decoradas (bien con pedrería, bien con lacas de acabado mate) pero entre todas las opciones que permite la manicura rusa, hay dos en tendencia. Triunfan las llamadas stiletto (muy largas y acabadas en punta, como el famoso tacón de los zapatos) o las ballerina (largas y con acabado recto, principalmente en tonos rosas empolvados, como homenaje a los zapatos de ballet). No es casualidad: las uñas rusas son los zapatos de la belleza.