Acuosas y oleosas: el truco de mezclar dos texturas para conseguir una piel más joven
Hay ingredientes que se funden mejor con agua y otros con aceite. Aprovechar lo mejor de unos y otros ayuda a regenerar la dermis. Si vienen en un mismo frasco, gana en comodidad.
La relevancia del sérum en nuestras rutinas cosméticas diarias es indudable. La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, (STANPA), lo define como «una fórmula muy rica en principios activos, a veces incluso activos puros, con textura muy ligera y una formulación altamente tecnológica que permite que sus ingredientes penetren hasta las capas más profundas la piel». Los dermatólogos las incluyen en sus recomendaciones para combatir los signos de la edad y los daños de los agentes externos. Y la famosa cos...
La relevancia del sérum en nuestras rutinas cosméticas diarias es indudable. La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, (STANPA), lo define como «una fórmula muy rica en principios activos, a veces incluso activos puros, con textura muy ligera y una formulación altamente tecnológica que permite que sus ingredientes penetren hasta las capas más profundas la piel». Los dermatólogos las incluyen en sus recomendaciones para combatir los signos de la edad y los daños de los agentes externos. Y la famosa cosmética coreana (que la pandemia parece haberse llevado por delante a favor de rituales más minimalistas) no podía prescindir de ella.
Fue esa tendencia asiática la que nos acercó otro truco: el doble sérum. La propuesta, como indica su nombre, consiste en mezclar dos sueros diferentes para tratar distintas necesidades de la piel. Generalmente se hace directamente sobre la mano, puesto que no se puede garantizar que unidos antes en un mismo frasco la conservación en el tiempo sea idónea. Y, como ya dijeron los expertos a S Moda, mejor no mezclar dos productos de diferentes marcas. «Es imposible prever si la mezcla de productos de una y otra marca, que no están pensados para tal fin, podría hacer pelotillas, modificar el pH de ambos y hacerlos menos eficaces o producir un olor raro, así que conviene combinar cosméticos ideados para reforzarse entre sí», nos contaba aquí Amparo Violero, técnica de producto de la tienda de cosmética coreana MiiN Cosmetics.
Existen muchas ofertas, sobre todo de marcas del país oriental, que cuentan con líneas pensadas para este fin. Pero no hace falta irse tan lejos para encontrar estas propuestas. Ni tan cerca en el tiempo. Firmas como Clarins cuentan ya con un sérum con esta idea en mente: su famoso Doble Sérum. Mucho antes de que se extendiese por el mundo, concretamente en 1985, la casa francesa presentaba este producto. La idea que tenían en mente, facilitar a sus clientes la adquisición de dos texturas que contasen con los mejores ingredientes para preservar la juventud de la piel.
En el libro El éxito de la belleza de 2006, su fundador, Jacques Courtin-Clarins, cuenta cómo se gestó. Ocurrió durante una conversación en el laboratorio que tienen en Pontoise, Francia, entre el creador y un investigador. «¿Y si elaboráramos el mejor producto del mundo? ¿Si colocáramos en un solo producto todos los ingredientes que pueden incidir en la juventud de la piel?», empezaba Courtin-Clarins. «Es imposible», respondía el científico. «¿Por qué?», se cuestionaba el dueño. «Nunca podríamos ponerlos en un mismo producto. No podrían coexistir». La razón: existen ingredientes hidrosolubles (se disuelven en agua) y liposolubles (en aceite). «¡Entonces coloquémoslos en dos frascos separados! La mezcla se hará posteriormente, en el momento de la aplicación», propuso.
Así surgió la idea de generar un producto que, actualizado durante los años, se ofrece en un frasco doble que junta las dos texturas con un dispensador especial. Su diseño permite que se dispensen las cantidades adecuadas: dos tercios del acuoso y un tercio del oleoso.
¿Cuáles son los mejores ingredientes que se le pueden pedir a estos sérums? Si se mira la etiqueta, en las texturas oleosas destacan algunos como la turmerona. Se trata de una molécula lipófila (funciona en aceite) volátil que atrae a los insectos polinizadores para reproducirse. En la piel, ayuda a la comunicación entre las células, fundamental para mantener su buen funcionamiento. El extracto de cúrcuma, cada vez más común en la lista de ingredientes, tiene gran cantidad de esta molécula. También el aguacate, que purifica la piel, y el cacao, que la nutren y la protegen de la deshidratación.
En cuanto a los elementos hidrosolubles, destaca la avena. Parte indispensable de nuestra dieta, alivia las pieles sensibles. Su azúcar, por otro lado, otorga un fuerte poder tensor. El extracto de banana verde favorece la síntesis
de colágeno y contribuye al efecto redensificante de la piel. Y el kiwi destaca por su alto contenido en vitaminas C, A y E, que realzan la luminosidad.