Del aguarrás al ‘eyeliner’ prodigioso de Brigitte Bardot y la magia del ‘waterproof’: breve historia del maquillaje de playa
Todo comenzó con una terrible máscara de pestañas hecha con aguarrás. Hoy, la tendencia es la de un maquillaje invisible con efecto buena cara.
En 1965 Dios creó a la mujer. Lo hizo en la playa de Pampelonne, cerca de Saint Tropez, en Francia. Le dotó de una belleza tórrida enmarcada con un rotundo eyeliner negro. Nacía así, de un plumazo, el mito de Brigitte Bardot pero también el del maquillaje de playa. Los años 60 y 70 fueron los de la fiebre por el bronceado (cuanto más moreno, mejor), y además fueron las décadas en las que los productos de maquillaje se hicieron asequibles y con ello, accesibles.
La profunda mirada de Bardot era posible gracias a un invento que n...
En 1965 Dios creó a la mujer. Lo hizo en la playa de Pampelonne, cerca de Saint Tropez, en Francia. Le dotó de una belleza tórrida enmarcada con un rotundo eyeliner negro. Nacía así, de un plumazo, el mito de Brigitte Bardot pero también el del maquillaje de playa. Los años 60 y 70 fueron los de la fiebre por el bronceado (cuanto más moreno, mejor), y además fueron las décadas en las que los productos de maquillaje se hicieron asequibles y con ello, accesibles.
La profunda mirada de Bardot era posible gracias a un invento que no era nuevo sí recientemente mejorado, la máscara de pestañas a prueba de agua. La primera máscara impermeable había salido al mercado en 1938: formulada a partir de una mezcla que contenía un 50% de trementina, aquel rímel waterproof causó numerosas alergias debido a su fuerte química en quienes la probaron. Lash Lure se llamaba y tenía, además, un olor a aguarrás tremendamente desagradable. No fue hasta principios de los 60 cuando una máscara segura e impermeable finalmente llegó a las droguerías. En 1957 Helena Rubinstein había lanzado el primer tubo moderno con cepillo integrado, lo que facilitaba mucho su aplicación, y pronto otras marcas como Revlon y Maybelline lanzaron sus propias máscaras “automáticas”. Todo esto hizo que la máscara de pestañas se convirtiera en el primer producto de maquillaje impermeable, pero también portátil, fácil de llevar a todas partes. Así, la iconografía popular le hizo un hueco en la postal de verano. Ursula Andress con su bikini dorado y sus pestañas infinitas saliendo del agua en James Bond contra el doctor No o las fotos de Veruschka con sombras de ojos de colores en playas paradisíacas en las páginas de Vogue USA a mediados de los 60 eran, en el fondo, un sueño alcanzable. El del combo de maquillaje y playa.
Hoy el sello waterproof se extiende a muchos más cosméticos, desde delineadores y bases fijadoras hasta fondos de maquillaje o sprays de acabado. Lo que también ha cambiado es la intención: de aquella fantasía que explosionó en los 70 y 80 (con sombras de ojos blancas, plateadas y azules, y llamativos coloretes rosa) al ideal de la naturalidad (el maquillaje no maquillaje, lo llaman los profesionales). El maquillaje de playa sigue exigiendo una garantía de resistencia ante el calor y el agua, pero hoy la clave es conseguir un efecto buena cara que parezca natural.
¿Cómo funciona el maquillaje waterproof?
El cosmético impermeable más vendido es la máscara de pestañas y el principal químico que se utiliza para hacerla resistente al agua es dimeticona copoliol, un tipo de silicona repelente al agua empleada en muchos cosméticos, como champús y acondicionadores, por sus propiedades suavizantes. El agua no reacciona con este ingrediente, lo que permite que la máscara permanezca en el tiempo sin emborronarse. Además de la ventaja obvia de poder nadar con este tipo de máscara sin miedo a las manchas, este tipo de producto es muy recomendado por los expertos para ambientes húmedos y calurosos, así como para practicar deporte, ya que su acabado no se estropea con el sudor.
Cómo maquillarse (sin que lo parezca) para la playa o piscina
Existen tantos motivos como personas decididas a hacerlo, pero para maquillarse antes de ir a la playa o a la piscina las premisas siempre deberían ser dos: 1) que el maquillaje no se estropee por el agua o el sudor y 2) que, además de maquillar la piel, se lleve debidamente protegida.
El primer mito que deberíamos arribar es que el maquillaje protege del sol. Esto no es cierto. Aunque algunas bases incorporan protección solar, sus filtros SPF suelen ser bajos o medios, entre factores 15 y 20, lo que es insuficiente ante una exposición directa al sol. Las recomendaciones más seguras son: aplicarse primero una crema con protección alta, usar un fotoptotector con color (hoy hay fórmulas que se adaptan a todos los tipos de piel, con texturas fluidas con un efecto base de maquillaje tradicional, o en formato compacto), o, escoger un producto base que especifique un SPF 50.
Para quienes desean una mayor cobertura, desde L’Oréal Paris recomiendan optar por una BB Cream, ya que es un producto multipropósito que sustituye tanto a la base como al corrector. Existen también CC Creams con alto nivel de protección y hasta cinco beneficios (unificar, hidratar, corregir, proteger y potenciar la luminosidad de la piel), como CC Cream Corrección Completa SPF 50 de Chanel. En Maybelline insisten en que la clave para un buen maquillaje de playa es utilizar una base ligera y que siempre deberíamos evitar las bases compactas o muy untuosas: la idea es un fondo que aporte un velo de color al rostro y lo unifique difuminando las pequeñas líneas de expresión y las imperfecciones.
A la hora de elegir el color de la base, es recomendable escoger tonos beige y evitar los más rosados, ya que con el calor y la exposición al sol, la piel terminará por enrojecerse de manera natural.
La segunda recomendación es iluminar las áreas del rostro que más golpea el sol por su inclinación: huesos sobre la sien, pómulos, puente de la nariz y barbilla con un iluminador. De esta manera, se creará un efecto de mayor volumen en cuanto el sol comience a dorar la piel. Para disimular las marcas e imperfecciones que suelen aparecer alrededor de la nariz y en las ojeras el producto más adecuado es un corrector resistente al agua.
En cuanto al colorete, hay que tener en cuenta que en el momento en que la piel entra en calor, dilata los poros, y si retocamos a base de brochazo, acabaremos por obstruirlos. Los coloretes en formato crema, gel, líquidos o en barra son mucho mejores para el maquillaje de playa, ya que resultan mucho más fáciles de reaplicar con los dedos. La manera ideal es hacerlo a base de pequeños toques.
Para la mirada, además de escoger una máscara waterproof que evite manchas, los profesionales suelen utilizar un truco de aplicación: en lugar de cepillar la pestaña completa, de la raíz a la punta, para la playa suelen manchar únicamente el comienzo del pelo, dejando el resto libre de producto. De esta forma se crea un efecto mucho más natural, y si bien se consigue esa apariencia de mirada más marcada, el rastro de la máscara es imperceptible.
Si la intención es que el maquillaje dure muchas horas, entonces hay dos soluciones: o hidratar y refrescar la piel recurrentemente con una bruma tipo agua termal, u optar por un fijador de maquillaje en spray que asegure una mayor duración.
Seis productos para un maquillaje de playa perfecto, seguro y natural:
1. Una base de protección con color.
Cuál: CC Cream Corrección Completa SPF 50 de Chanel.
Por qué: Aúna un maquillaje de alta cobertura, una protección alta de la piel ante el sol y una fórmula de tratamiento. Contiene un poderoso extracto natural procedente de la ciruela murunga, gran antioxidante, así como ácido hialurónico de nueva generación. Tiene una textura fluida que se extiende fácilmente.
2. Un colorete en crema.
Cuál: Mate Múltiple de Nars.
Por qué: Esta barra multiusos cremosa puede utilizarse en ojos, mejillas, labios y cuerpo. Deja un acabado mate (lo que resulta interesante cuando se va a estar expuesto al sol) y ofrece una aplicación muy sencilla con los dedos.
3. Un corrector waterproof.
Cuál: Full Coverage Waterproof Concealer and Foundation de Tom Ford.
Por qué: Es dos productos en uno (base y corrector), se trata de una base transpirable y con cobertura completa, que además oculta las imperfecciones y hasta las manchas más oscuras.
4. Una máscara de pestañas waterproof.
Cuál: Diorshow Iconic Overcurl Waterproof, de Dior.
Por qué: Al legendario cepillo curvo de la firma, inspirado en las herramientas profesionales para curvar pestañas, incorpora una fórmula resistente al agua con un efecto stretch que imprime un rizo pronunciado sin necesidad de utilizar rizador. Para un efecto más natural es recomendable optar por un tono marrón en lugar del clásico negro.
5. Un definidor de cejas de alta fijación.
Cuál: Stylo Sourcils Waterproof de Chanel.
Por qué: Un lápiz retráctil de doble punta permite por un lado cepillar las cejas para disciplinarlas (y difuminar el color), y por el otro, definir y colorearlas con el extremo de la mina biselada. Está formulado con una combinación de pigmentos y aceites de alta adherencia y fundentes ceras naturales que dejan una película de maquillaje de larga duración resistente al agua.
6. Un spray fijador del maquillaje.
Cuál: Beauty Amplifier, de Sephora Collection.
Por qué: Este spray de acabado y retoque fija el maquillaje y deja una sensación refrescante. Está infusionado con extractos de hierbabuena y menta, que aportan luminosidad al rostro y brindan una sensación de frescor a la piel de manera instantánea.
7. Un sello waterproof para el maquillaje no resistente al agua.
Cuál: Aqua Seal de Make Up Forever.
Por qué: Gracias a su fórmula, permite transformar cualquier base o crema de maquillaje en resistente al agua. Su modo de uso es muy sencillo: basta con mezclar un par de gotas con el maquillaje no waterproof, y maquillar inmediatamente después de la manera habitual. También sirve para convertir un delineador en uno impermeable: después de dibujar el trazo habitual, repásalo con un pincel impregnado en Aqua Seal.