¿Cada cuánto hay que cortar el pelo para que esté sano y bonito?
No hay nada que repare unas puntas abiertas en profundidad sin recurrir a las tijeras. Los expertos explican cuándo y por qué debemos cortar el cabello.
Hay un poderoso efecto en cortarse el pelo: cuando lo haces, de alguna manera, te conviertes en otra persona. Se dice que quitar centímetros a la melena después de una ruptura sentimental simboliza romper con el pasado y sirve para sentir que se tiene el control sobre la propia vida. Un cambio de look no tiene rival como intento de purificación. Según desprendía una encuesta capitaneada hace años por el estilista británico Andrew Collinge entre 3.000 mujeres, el estilo de peinado se modifica hasta 104 veces a lo largo de toda la vida. Y concluía que había dos momentos clave en la vida...
Hay un poderoso efecto en cortarse el pelo: cuando lo haces, de alguna manera, te conviertes en otra persona. Se dice que quitar centímetros a la melena después de una ruptura sentimental simboliza romper con el pasado y sirve para sentir que se tiene el control sobre la propia vida. Un cambio de look no tiene rival como intento de purificación. Según desprendía una encuesta capitaneada hace años por el estilista británico Andrew Collinge entre 3.000 mujeres, el estilo de peinado se modifica hasta 104 veces a lo largo de toda la vida. Y concluía que había dos momentos clave en la vida en los que se suele recurrir a un cambio drástico: después de dar a luz o tras una separación o ruptura. Porque, como ya dijo Coco Chanel, una mujer que se corta el pelo está a punto de cambiar su vida.
A la lista de motivos para cortar hay que añadir el mantener el cabello sano. Tal como asegura Pastor Espinoza, doctor especialista en salud capilar de Insparya Madrid, “los cambios de temperatura, frío o calor extremo, la exposición a rayos solares, uso de tintes, secadores, planchas, peinados excesivamente tirantes y la polución debilitan el pelo”. Son factores que contribuyen a que este se vuelva cada vez más poroso y seco, se rompa con facilidad y las puntas envejezcan. Cuando esto sucede, es necesario cumplir con el ritual del corte porque eliminando las puntas estropeadas se consigue una melena con más fuerza, volumen y cuerpo. No hay nada que repare unas puntas abiertas sin recurrir a las tijeras.
Dicho esto, ¿cada cuánto hay que cortar? Marcar una pauta general no es fácil, ya que depende de cómo se cuide el cabello, del uso que se haga de secador y planchas y de la naturaleza de cada persona. “Hay que tener en cuenta que cada uno es diferente y envejece también de forma distinta. Mientras unas personas necesitan retoques constantes debido al alto ritmo de crecimiento de su cabello, otras ven minada su paciencia cuando intentan dejarlo crecer”, analiza Óscar Sánchez, director de formación de la firma capilar Davines España. “Además, no es lo mismo un cabello natural que uno tratado químicamente, que por lo general está más debilitado, precisa de cuidados más constantes para impedir que se rompa y acusa antes el paso del tiempo. Aun así, cuando se busca sanear, lo ideal es hacerlo en un periodo de entre uno y tres meses como norma general”. El doctor Espinoza lo corrobora: “No se puede establecer un tiempo exacto pero se recomienda cortar cada dos o tres meses. Conviene hacerlo porque las puntas se debilitan cuanto más tiempo pasa, aunque existe variabilidad en el ritmo de crecimiento del pelo y hay quienes necesitan recurrir a la tijera cada mes y otros cada cuatro o cinco meses. Lo que hay que cortar lo marca la forma del cabello según la evolución del crecimiento para crear un look coherente”, asegura el médico quien para sanear recomienda desprenderse, como mínimo, de unos dos centímetros de largo.
Mantener un estilismo impoluto y un buen peinado es determinante ante la llamada de la tijera. Al menos así lo concibe Anna Wintour y su sempiterno bob. La célebre editora mantiene su flequillo perfecto gracias a que un peluquero se lo recorta una vez a la semana. Sin la necesidad de llegar a este extremo, según asegura la peluquera y estilista Nadia Barrientos, “normalmente un cabello cuidado y sano solo requiere cortarse cuando se busca recomponer la estructura del peinado inicial, es decir, cada mes y medio. Si la melena está sana, los únicos cortes necesarios son para modificar la forma o dos veces al año, después del invierno y el verano, por los efectos derivados del cambio de estación, ya que factores como el roce de los abrigos en el pelo, el sol o el agua de las piscinas desgastan la punta y rompen el cabello”, cuenta esta profesional al frente del centro The Madroom.
En el ritual de cuidado del cabello ayuda a que este no se debilite. “Si mantenemos el cuero cabelludo en condiciones, no tiene por qué haber desgaste en las puntas. Pero cuando hay exceso de grasa, el bulbo se abre y el pelo tiende a caerse porque no tiene sujeción. Por otra parte, el estrés cierra el bulbo y puede asfixiar el cabello”, cuenta Barrientos, quien recomienda ir al especialista cuando se perciba que el cabello pierde brillo y densidad. “A veces es cuestión de exfoliación y de controlar el cuero cabelludo y otras veces es necesario un tratamiento”. Para mantener el cabello sano, el doctor Espinoza aconseja “lavar el pelo siempre que se necesite, sin importar que sea a diario, así como secar el cuero cabelludo con el secador, manteniéndolo a una distancia de unos 15 centímetros y a temperatura media”.
Y cuando el pelo está estropeado y necesita adquirir de nuevo el brillo y la densidad pero no se quiere quitar centímetros, también existen soluciones. “Para aquellas personas que no quieren hay productos con proteínas y lípidos que recuperan el grosor y la elasticidad de la fibra a través de tratamientos como Renaissance, un ritual de salón que recupera el cabello desde el interior gracias al ácido hialurónico, que aporta brillo y un aspecto saludable”, tranquiliza Barrientos.