Por qué ‘They’re Real!’ se ha convertido en la máscara de pestañas que arrasa en ventas

Tiene un poder transformador. Crea la ilusión de que nuestros ojos parezcan más grandes de lo que son. Ayuda a dar coherencia al resto de maquillaje, añade profundidad y dramatismo a la mirada y da volumen y longitud incluso a las pestañas más cortas. Desde que en el siglo XIX, el entonces perfumista Eugène Rimmel creara la primera mascara de pestañas, este invento de múltiples propiedades se ha convertido en un básico del neceser.

El obligado uso de la mascarilla y los meses de confinamiento hicieron que la venta constante de barras de labios, dejara de tener sentido. En la nueva norma...

Tiene un poder transformador. Crea la ilusión de que nuestros ojos parezcan más grandes de lo que son. Ayuda a dar coherencia al resto de maquillaje, añade profundidad y dramatismo a la mirada y da volumen y longitud incluso a las pestañas más cortas. Desde que en el siglo XIX, el entonces perfumista Eugène Rimmel creara la primera mascara de pestañas, este invento de múltiples propiedades se ha convertido en un básico del neceser.

El obligado uso de la mascarilla y los meses de confinamiento hicieron que la venta constante de barras de labios, dejara de tener sentido. En la nueva normalidad, el sector de la cosmética manifiesta cambios adaptados a la demanda del consumidor que busca resaltar la parte superior del rostro. “Está claro que este 2021 los protagonistas son los ojos. Las máscaras de pestañas, eyeliners y sombras de ojos están experimentando un crecimiento online por encima de la media”, corrobora Irma Ugarte, directora de marketing y e-commerce de Sephora España.

Ahora que la mirada se ha vuelto en la gran protagonista, el objetivo está en encontrar el cosmético perfecto que ofrezca el ansiado efecto buena cara y que, además, no manche la piel y no deje grumos en el proceso. Benefit cuenta con algunas de las más máscaras más vendidas y favoritas durante años, como Roller Lash, famosa por la forma en que riza las pestañas, y Badgal Bal, que alarga con un efecto natural. Desde que la marca lanzó en 2011 They’re Real! esta máscara se ha convertido en su producto de pestañas más popular y, según cuentan, se vende una cada cinco segundos en todo el mundo. Su éxito es tal que ha inspirado una amplia gama de productos, que incluyen una prebase de pestañas, delineadores, desmaquillantes de ojos, productos para cejas e incluso lápices labiales. Su tubo gris metálico se conoce por albergar un cepillo con cerdas finas que cubren toda la varita y una punta en forma de bola que le permite alcanzar esos pelos más pequeños en la línea de las pestañas inferiores y la esquina interna del ojo.

Benefit ha arrancado el año sorprendiendo con una versión mejorada: They’re Real! Magnet, que como su nombre indica, usa un efecto imán para conseguir mejores resultados. A primera vista, la versión magnética no parece diferente de la primera, aunque el secreto está en que la novedad tiene un núcleo cargado magnéticamente que le permite atraer la fórmula enriquecida con minerales magnéticos, agarrar fácilmente el vello y aplicar el producto con facilidad y sin dejar grumos y expandir las pestañas más allá de su longitud natural. “Es la primera máscara en el mercado con esta innovadora tecnología”, explica Carol Rancel, formadora nacional de Benefit sobre este cosmético que la primera de su lanzamiento vendió más de 4.700 unidades y se posicionó como la máscara número 1 en Sephora España. Un éxito que la especialista de atribuye a que “el efecto es visible con tan solo una capa. Además, es modulable y dependiendo las capas que te apliques puedes conseguir no solo una longitud extrema sino que puedes jugar con el volumen”.

Según explica la directora de marketing de Sephora: “Gracias a su cepillo, con este cosmético se consiguen unas pestañas un 40% más largas e intactas durante 36 horas”. Los consumidores de esta cadena de venta de perfumes y cosméticos han valorado el lanzamiento con una puntuación de 4.4 sobre cinco. “Me ha dejado pestañones y dura el rizo muchísimo tiempo”, ha comentado una usuaria. “Me ha sorprendido mucho ya que me levanta las pestañas y con el paso de las horas no se bajas como con otras mascaras de pestañas, es muy negra y si la trabajas bien no deja grumos”, ha escrito otra. Su facilidad de aplicación es común en los comentarios, pero también hay quien no está pone sus pegas: “Hay máscaras de pestañas muchísimo más baratas”, protesta un comentario anónimo en alusión al precio de este cosmético que está disponible en dos formatos y puede adquirirse por 29,29 euros y 16,99 euros el tamaño mini.