¿Puede un ingrediente natural como el bakuchiol ser tan efectivo como el retinol?
El furor por la cosmética verde eleva al olimpo de la atención mediática a cualquier activo no sintético. ¿El último? El bakuchiol, que promete los beneficios del retinol pero sin sus desventajas.
Bakuchiol es un término que ha duplicado sus búsquedas en Google en el último año. En Pinterest despierta un interés aún mayor: ha crecido un 275%. Los resultados prometidos por este ingrediente derivado de la planta india Psoralea corylifolia merecen tal fascinación: «Es un fitoquímico que ha demostrado tener efectos antienvejecimiento cuando se aplica tópicamente», explica la doctora Laura López, médico estético en Clínica Dermatológica Internacional. «Se ha encontrado que el compuesto tiene actividad antiproliferativa, antiinflamatoria, antioxidante y antia...
Bakuchiol es un término que ha duplicado sus búsquedas en Google en el último año. En Pinterest despierta un interés aún mayor: ha crecido un 275%. Los resultados prometidos por este ingrediente derivado de la planta india Psoralea corylifolia merecen tal fascinación: «Es un fitoquímico que ha demostrado tener efectos antienvejecimiento cuando se aplica tópicamente», explica la doctora Laura López, médico estético en Clínica Dermatológica Internacional. «Se ha encontrado que el compuesto tiene actividad antiproliferativa, antiinflamatoria, antioxidante y antiacné. Los beneficios en cuanto a su capacidad para mejorar el fotoenvejecimiento (debido al daño solar) son los mismos que los que produce el retinol», añade. Sus ventajas frente a este pasan por ser mejor tolerado en todo tipo de pieles –incluidas sensibles y reactivas– y por ser «una vía totalmente segura, estable y derivada de fuentes naturales», apunta Raquel González, directora técnica en España de Medik8 y Omorovicza.
Precisamente su origen vegetal es lo que le garantiza atención inmediata: la inclinación por la cosmética natural aumentaba un 33% en los últimos cinco años, según Nielsen. Un mercado que, solo en Estados Unidos, facturaba 1.300 millones en 2017. «Hoy las historias sobre ingredientes naturales ayudan a vender productos; si alguien puede dar con el equivalente verde a un sintético, consigue un empuje comercial», señala Perry Romanowski, químico cosmético independiente. Por ello cabe preguntarse qué porcentaje del revuelo que levanta el bakuchiol se debe al marketing y cuánto a unas cotas de eficacia equiparables a las del retinol, ‘estrella de los activos cosméticos’ para los expertos.
Según la farmacéutica Esther Sansi (Sansi Farma), la vitamina A y sus derivados (entre los que se encuentra el retinol) son capaces de «mejorar la piel gracias a su poder de regeneración cutánea, incrementar la hidratación, controlar la pigmentación o estimular el colágeno y la elastina». Evidencias avaladas a nivel clínico y científico por la comunidad dermatológica. «La molécula más estudiada, el ácido retinoico (también llamado tretinoína), a través de ciertos mecanismos complejos que ocurren en el núcleo de las células, puede modificar la actividad de estas», expone Lorea Bagazgoitia, dermatóloga en el Hospital Ramón y Cajal en su libro Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel. El bakuchiol activa los mismos mecanismos de reparación, pero aún es difícil afirmar (se han hecho pocas investigaciones) que actúe de la misma manera que el retinol en el interior de la célula. «No se ha analizado a esa profundidad. El único estudio al respecto era una pequeña comparativa sin grupo de control que medía los efectos de aplicar una loción con retinol y otra con bakuchiol. Ante rendimientos similares, se teorizó que su acción en el interior de las células era análoga. Se cree que funciona a nivel intracelular, pero no se ha investigado», dice Romanowski. Si las células fueran lámparas, bakuchiol y retinol serían capaces de encenderlas. El retinol, además, sería capaz de cambiar la bombilla.
Para González, elegir uno u otro dependerá de la inclinación. «Si se prima lo natural o se tiene piel reactiva, bakuchiol; vitamina A o derivados si se quieren productos activos en los que tener mayor control de la vehiculización del principio».