Adiós, gomina: estamos en la era de los texturizadores
Los productos que apelmazan el cabello tienen los días contados en nuestro cuarto de baño. Los nuevos aliados definen el rizo y las ondas, pero dejan movimiento al pelo.
Ya no quedan mañanas como las de antes. Esas en las que te levantabas con el tiempo pegado, no te daba tiempo a pulir tu melena y tirabas de espuma y gomina para implorar a tus ondas o rizos naturales y parecer que estabas peinada (pero no), a sabiendas de que lo que lo único que conseguirías sería un pelo de plástico que ni el mismísimo Ken.
Ahora las cosas han cambiado y el efecto más deseado es parecer que todas las mañanas vienes de darte un bañito en el mar, el clásico (y mainstream) look “perfectamente despeinado”.
¿Por qué no podemos conseguir esos resultados con las e...
Ya no quedan mañanas como las de antes. Esas en las que te levantabas con el tiempo pegado, no te daba tiempo a pulir tu melena y tirabas de espuma y gomina para implorar a tus ondas o rizos naturales y parecer que estabas peinada (pero no), a sabiendas de que lo que lo único que conseguirías sería un pelo de plástico que ni el mismísimo Ken.
Ahora las cosas han cambiado y el efecto más deseado es parecer que todas las mañanas vienes de darte un bañito en el mar, el clásico (y mainstream) look “perfectamente despeinado”.
¿Por qué no podemos conseguir esos resultados con las espumas y gominas de toda la vida? Beatriz Mora, hair stylist de Art Lab, nos guía a través de esta nueva era y nos aclara que “las texturas son totalmente diferentes. Las espumas y gominas acartonan el cabello, dejando melenas más estáticas. Sin embargo, los texturizadores aportan más movimiento y cuerpo, potenciando la textura natural”.
Aunque lo de darte un baño en la playa todos los días antes de salir a trabajar es más que improbable en el 99% de los casos, existe una solución que recoge el secreto del agua del mar para lograr el mismo efecto en tu pelo. Hablamos de los texturizadores con sal. Son perfectos para lograr las aclamadas ondas surferas gracias al plus de textura y volumen que se consigue con muy poca cantidad, logrando hacer el pelo más manejable con resultados no grasos, ni pegajosos. Además, actúan como fijadores y se obtiene un resultado mate y natural. Su modo de uso no es otro que agitar, vaporizar sobre el cabello seco o húmedo y secar.
Como recién llegada de la playa.
Imaxtree
Pero no solo de texturizadores de sal se ha poblado esta nueva era. Beatriz Mora, continúa explicándonos que existen muchos más formatos: “Podemos encontrarlos en spray, crema, gel o polvo. Suelen ser muy concentrados y por tanto se necesita muy poca cantidad de producto para lograr un resultado 100% natural”.
Para unos rizos perfectos, prueba con uno en formato crema o gel. La estilista de Art Lab nos da una serie de consejos a la hora de su aplicación: “Para definir ondas y rizos, es mejor aplicar sobre cabellos húmedos. Controlan el encrespamiento y potencian el brillo gracias a su componente hidratante. Y para lograr un mayor volumen y definición, lo mejor es utilizar un difusor con la temperatura máxima y la mínima potencia”.
‘Be curly’ de Aveda y texturizador de Davines.
“Be curly” de Aveda (26,50 €), puede aliarse en esas mañanas de locos. Su combinación de proteínas de trigo se expande cuando el cabello está mojado y se contrae cuando el cabello se seca, marcando los rizos y ondulaciones. Este tipo de texturizadores se utilizan después de quitar la humedad del cabello con una toalla y antes de secar con el difusor o bien, toma nota de este truco con resultados probados y efectivos: mezcla una pequeña cantidad con agua en un bote con vaporizador y utilízalo sobre el cabello seco, dejando secar al aire. Una dosis de vitamina para despertar tus rizos apagados.
¿Mejor para melenas largas o cortas? Beatriz Mora nos da un mensaje esperanzador: “Son totalmente recomendables para cualquier tipo de cabello. En melenas cortas o pixies, aportan frescura y movimiento (sin acartonar) y en cabellos largos dan mayor control y naturalidad (sin apelmazar)”.