Los nueve errores que más se cometen al maquillarse, según expertos maquilladores

Pasarse con la base, recargar las pestañas con múltiples capas y aumentar sin sentido el contorno de labios... Estas son solo algunas de las equivocaciones que más conviene evitar

Elegir una base inadecuada para el tono y tipo de piel, uno de los errores más comunes.Jonathan Storey (Getty Images)

De nada sirve gastar tiempo y dinero en una buena rutina de cuidado de la piel si, en el paso final, algo falla. Así, mientras invertimos en sueros hidratantes y mascarillas de última generación, ciertos gestos arruinan sus efectos. Desde una mala elección de la base hasta unas cejas descuidadas: todo importa al hablar de maquillaje. El informe de predicción de tendencias de belleza 2025 de Spate, la plataforma que analiza los comportamientos del consumidor en redes, indica que la búsqueda de un maquillaje luminoso y resplandeciente continua en boga y señala, como una de las mayores preocupaciones, lucir una piel espesa o un contorno de ojos cuarteado por el uso de un corrector inadecuado. En una época en la que tenemos acceso a millones de tutoriales de belleza llama la atención que los errores de maquillaje sean uno de los principales quebraderos de cabeza. “El exceso de información produce confusión. El motivo es que no importa las veces que veas a alguien maquillarse, porque si no lo adaptas a tus rasgos y tono de piel no sirve de nada. Dar en el clavo con el maquillaje depende de su personalización, de saber lo que nos favorece y lo nos gusta”, afirma Isabel Auernheimer, diseñadora de maquillaje de cine y televisión.

En líneas generales ¿en qué fallamos? “Para que el maquillaje luzca natural y permanezca inalterable es importante preparar la piel con limpieza, tonificación e hidratación. Si esto falla el efecto no es limpio. Otro de los errores más comunes es querer ocultar en lugar de resaltar la belleza natural. También es importante maquillarse con luz natural para evitar excesos. Por último, hay que elegir productos adecuados a cada tipo de piel y asegurarse de que estén en buen estado. En pieles maduras, interesa aplicar cosméticos de color ricos en activos antiedad para proteger y tratar la piel mientras se llevan puestos”, explica a S Moda David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD. Giner Muñoz, national brow & beauty authority de Benefit Cosmetics puntualiza “uno de los errores más comunes a los 20 años es no usar protección solar diaria; a los 30 fallan en la hidratación y los cuidados correctos de la piel antes y después del maquillaje y a los 50 suelen cargar demasiado la tez para cubrir imperfecciones con texturas muy polvadas que acentúan más las arrugas y resecan la piel. Si hay un fallo común en todas las edades es el de errar a la hora de elegir el tono correcto de los productos, desde la base al lápiz de cejas”. Para evitar todos estos problemas, expertos maquilladores ofrecen una práctica guía con los errores más comunes que podemos evitar.

1. No limpiar e hidratar antes y después de maquillar

Es una obviedad, pero limpiar bien el rostro es la base de toda rutina de belleza que conviene realizar por la mañana (sobre todo en pieles grasas), antes de maquillarse y, por supuesto, de noche. Dormir con el maquillaje puesto obstruye los poros, impide que la piel se regenere y favorece la aparición de brotes de acné, irritaciones y puntos negros. “La limpieza debe hacerse con delicadeza para no irritar la piel. Si frotamos los ojos al desmaquillarnos con un disco de algodón o una muselina podemos romper las pestañas e irritar los párpados. Recomiendo aplicar el producto sobre un algodón y aguantarlo unos segunditos sobre los párpados para eliminar el maquillaje de forma suave. La limpieza debe ser equilibrada y adaptada a nuestro tipo de piel. Si desmaquillamos en exceso o con productos demasiado agresivos, podemos alterar la barrera protectora de la piel”, comenta Marta Arce, maquilladora y codirectora de imagen creativa de U/1ST. Después de la limpieza siempre hay que hidratar. “Si no lo hacemos y la piel tiene sed tiende a absorber la base de maquillaje, lo que provoca que se parchee o se asiente de forma desigual por zonas. Este efecto es, a mi modo de ver, de lo peor que nos puede suceder con el maquillaje”, afirma Isabel Auernheimer.

Limpiar la piel es el primer paso de un maquillaje de éxito. Limpiador 'La Mousse' de Chanel.

2. Con la base de maquillaje ‘menos es más’

El origen de una piel espesa y artificial está en la elección de una base inadecuada en cuanto a textura, tono o cantidad. “Soy partidaria de usar bases ligeras, incluso en caso de imperfecciones, porque las más compactas pueden destacar el problema en lugar de camuflarlo. El truco es aplicar la base y dejar un tiempo para que la piel absorba lo que necesita. Si dudamos siempre es mejor quedarnos cortos que pasarnos. Recomiendo elegirla en un lugar con luz natural y aplicarla con los dedos porque es la forma ideal de controlar la cantidad de producto. Para evitar el efecto máscara rocía una brocha con agua termal y extiende incidiendo en la frontera de la mandíbula y el cuello. La técnica más peligrosa es con una esponja, porque se sobrecarga con facilidad y es más fácil que nos pasemos de producto”, explica la maquilladora Isabel Auernheimer. Para que la piel se vea sana, bonita y real el color de la base tiene que ser lo más parecido al tono de tez. “El color correcto debe probarse en la línea de la mandíbula o en la parte superior del cuello, nunca en la mano ni en el brazo. La base debe fundirse con el tono de tu piel, ni más claro ni más oscuro. En cuanto a la cantidad, menos es más: comienza con una capa fina y añade solo donde necesites cobertura adicional. Recuerda que siempre puedes construir capas, lo difícil es quitar el exceso”, apostilla David Deibis.

Una capa fina es sinónimo de un rostro natural. Cuidado con el exceso de producto y el efecto máscara. Base de maquillaje de Perricone MD.

3. Confundir corrector con iluminador

Maquillar la zona oscura de las ojeras puede convertirse en una misión imposible para la mayoría de los mortales. Las ganas de borrarlas nos llevan a abusar de producto o elegir un tono muy claro que provoca el efecto ojos de panda y marca aún más las líneas finas. “El corrector, como su nombre indica, es para corregir y el iluminador para iluminar y confundirlos destaca las imperfecciones. Para evitarlo debemos elegir un corrector de textura ligera, que no marque las líneas de expresión, con alta pigmentación y de un tono asalmonado que es el más versátil para fundirse con todos los tonos de piel. No hay que extenderlo a lo loco, sino justo encima de la mancha que queremos disimular y, siempre, poca cantidad para luego difuminar los bordes y lograr que se funda con el rostro”, apunta Marta Arce. En cuanto al orden de aplicación y su manual de uso Xabier Rodrigues, maquillador de M.A.C Cosmetics habla caro “yo aplico primero el corrector en la zona de la ojera y lo difumino bien hacia los pómulos para que no se vea una línea definida. Después, extiende la base pisando un poco el difuminado del corrector y fundiéndolo bien para que no haya cortes entre productos y se aprecie donde acaba el corrector y empieza la base. Por último se aplica el iluminador para resaltar las zonas más altas del rostro como pómulos, puente de la nariz, corazón del labio y barbilla”.

Difuminar el corrector y no usar tonos demasiado claros son las claves de un buen resultado. Corrector de M.A.C.

4. Descuidar el mantenimiento de las cejas

La tendencia de dejar las cejas lo más naturales posibles puede llevar a no depilarlas nunca ni darles forma para evitar que se vean finas. “Es un error que veo a diario. Existe la creencia errónea de que para tener unas cejas naturales no debemos darles forma. Esto es falso. Un buen diseño de cejas, adaptado a las características y necesidades del rostro, puede lograr un efecto lifting instantáneo en la mirada. Incluso puedes conseguir que se vean más gruesas, como ocurre con un laminado de cejas, por ejemplo. Otro error frecuente es utilizar tonos demasiado oscuros o pensar que solo hay dos opciones de color: marrón y negro. Esto puede resultar en un acabado poco natural y desentonado con el rostro. Por último, uno de los errores más graves es depilarlas en casa sin la técnica adecuada lo que deriva en un diseño desequilibrado, o mucho peor, dejarlas muy finas. Para llevarlas siempre perfectas hay que mantenerlas e invertir en un diseño de cejas cada mes. En casa es necesario tener un lápiz de idéntico tono al del pelo para dar forma y un gel fijador para peinarlas y mantenerlas bien todo el día”, dice Giner Muñoz de Benefit Cosmetics.

Lápiz de ojos de Benefit.

5. Aplicar el colorete con la brocha por toda la cara

El colorete es un as en la manga para dar el toque saludable de unas mejillas sonrosadas, e incluso, el comodín para realzar los pómulos, pero no debe utilizarse sin control en otras zonas. “El colorete no es un bronceador, ni un corrector que podemos utilizar en más zonas del rostro. Hay que aplicarlo en las mejillas o en el puente de la nariz si queremos un efecto de rostro bañado por el sol”, asegura Marta Arce maquilladora de U/1ST. Giner Muñoz incide “aplicarlo en zonas incorrectas del rostro, como demasiado cerca de la nariz o muy abajo en las mejillas, puede alterar las proporciones faciales y restar armonía al maquillaje. Recomiendo difuminarlo muy bien, para que no quede muy marcado y artificial”. La elección del color es muy personal, pero en líneas generales los expertos aconsejan los rosas en pieles claras; entre rosa y melocotón para tonos medios y colores tierra para pieles más oscuras.

Blush en crema para mejillas y labios de U/1ST.

6. Extender las sombras en bloque

El error principal que cometemos con las sombras es no difuminar lo suficiente. “Sí, aplicar el color en bloque crea líneas rígidas que no favorecen a nadie. Para aplicarlas correctamente hay que difuminar con una brocha y trabajar bien los colores de más claro a más oscuro. Menos es más; sobre todo si no tenemos mucha experiencia. Para el día, el error más común es usar productos demasiado cargados o brillantes, cuando la clave está en la naturalidad y frescura. En el maquillaje de noche, se suele abusar del color y de los brillos sin equilibrar el resto del rostro. Si haces ojos intensos, los labios deben ser más sutiles, y viceversa”, asegura David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD.

Conviene trabajar las sombras con la ayuda de un pincel. Paleta de cinco colores de Byredo.

7. Delinear los ojos con un tono demasiado oscuro

El eyeliner es un arte y, también, el caballo de batalla de muchas personas porque pocos cosméticos ocasionan tantos errores a la hora de lucirlo y de realizarlo. La maquilladora Marta Arce habla sin ambages “no todas las formas de los ojos admiten un delineado. A veces, cuando los queremos enmarcar, lo que conseguimos es potenciar el cansancio de los ojos o transformar la mirada de manera contraproducente. Si, además, las líneas no son limpias y cuidadas, el efecto no será favorecedor. Si delineamos hay que hacerlo con atención, sin prisas y conociendo muy bien nuestros rasgos”. Y es que el afán por hacer un delineado perfecto en un solo trazo solo trae frustración. “Esta acción suele terminar en líneas irregulares o demasiado gruesas. Mi consejo es empezar trazando líneas finas e ir construyendo poco a poco. También es un error alargar demasiado el cat eye, sobre todo si no armoniza con la forma de los ojos”, afirma Deibis.

Trazar líneas final e ir construyendo poco a poco es el consejo experto para un buen delineado. Lápiz de ojos de Dior.

8. Aplicar muchas capas de máscara de pestañas

Recargar los ojos con máscara no es la mejor de las opciones. “Es un error muy común que potencia el cansancio de los ojos. Si aplicamos muchas capas el aspecto es pesado y sucio por culpa de los inevitables grumos”, dice Marta Arce. La maquilladora Giner Muñoz coincide “aplicar demasiadas capas hace que las pestañas se vean grumosas y se sientan pesadas. Lo ideal es optar por una máscara con efecto volumen que permita lograr la intensidad deseada sin necesidad de insistir con múltiples capas”.

Aplicar demasiadas capas de máscara puede provocar un efecto de ojo pesado y cansado. Máscara Hypnôse Drama de Lancôme.

9. Redondear el arco de Cupido

Uno de los efectos más llamativos que abundan en los miles de autorretratos que vemos en redes sociales, y que los expertos desaconsejan, es el redondeo del arco de Cupido con el objetivo de aumentar el volumen de los labios. “Es más interesante resaltar la forma natural de cada persona que transformarla. Claro que podemos mejorar su forma con la ayuda de un perfilador y la textura de color que elijamos, pero no convertirlo en un labio que no nos pertenece y que en estos momentos vemos en gran parte de la población femenina. Los redondeos del arco de cupido son muy evidentes en las fotografías, pues la piel del labio y la del contorno son muy diferentes”, explica a S Moda Isabel Auernheimer. Otro de los errores al perfilar los labios es no rellenar las comisuras. “Esto hace que al hablar o gesticular se vea la falta de color y, también se pierde la forma completa del labio por lo que el efecto es inacabado. Debemos maquillar siempre los labios al completo”, concluye Marta Arce.

Los maquilladores recomiendan mantenerse fiel a la forma natural del labio. Barra de labios de Yves Saint Laurent.


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