Balmain para H&M arrasa en Nueva York (y los Backstreet Boys vuelven para celebrarlo)

Un inesperado concierto de la ‘boy band’ más famosa de los 90 cerró por todo lo alto una noche marcada por la presencia de todas las ‘instamodels’ más veneradas.

Matteo Prandoni/BFA.com (Matteo Prandoni/BFA.com)

El evento de presentación de la colección de Balmain para H&M ha puesto Nueva York patas arriba. Ya lo adelantaba el propio Olivier Rousteing en la rueda de prensa previa al desfile de la última colaboración del gigante sueco. “El show de esta noche irá mucho más allá de la moda. No será lo que suele esperarse de un evento así. Nos aseguraremos de que sea algo que recordéis toda la vida”, afirmaba. No es que los allí presentes dudásemos de su palabra, pero nadie sospechó que ‘algo inesperado’ pudiese significar reunir a los Backstreet Boys para cerrar (por todo lo alto) el show. Pero vay...

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El evento de presentación de la colección de Balmain para H&M ha puesto Nueva York patas arriba. Ya lo adelantaba el propio Olivier Rousteing en la rueda de prensa previa al desfile de la última colaboración del gigante sueco. “El show de esta noche irá mucho más allá de la moda. No será lo que suele esperarse de un evento así. Nos aseguraremos de que sea algo que recordéis toda la vida”, afirmaba. No es que los allí presentes dudásemos de su palabra, pero nadie sospechó que ‘algo inesperado’ pudiese significar reunir a los Backstreet Boys para cerrar (por todo lo alto) el show. Pero vayamos por partes.

Son las 7 de la tarde y más de un centenar de periodistas e influencers se aproxima al número 100 de la calle Barclay (localización privilegiada, justo enfrente de la bolsa y en pleno distrito financiero de Wall Street) para descubrir la última colección cápsula que firma el gigante sueco en colaboración con la casa francesa. Chaquetas plagadas de perlas (la prenda favorita del diseñador), abrigos de aires marineros, vestidos ajustados, sandalias acordonadas y un sinfín de accesorios respiran por los cuatro costados el ADN de la maison. Sensualidad y lujo a precios asequibles convierten la colaboración en una tentación que pocos pueden resistir.

Dentro del edificio, repleto de imágenes de la campaña, los invitados se acomodan mientras un tropel de celebrities hacen su entrada triunfal y se apoderan del photocall. Gigi Hadid y Kendall Jenner, Alexa Chung, Diane Kruger, Coco Rocha, Kylie Jenner, Rosie Huntington-Whiteley, Hamilton, Elena Perminova o Veronika Heilbrunner consiguen enloquecer a los flashes y lograr que sus estilismos ­–todos de la colección cápsula de Balmain para H&M, claro­–, se conviertan en objeto de deseo instantáneo para los allí presentes. Pero eso sería algo anecdótico comparado con lo que estaba a punto de suceder.
 

Alessandra Ambrosio, Jourdan Dunn y Karlie Kloss luciendo los diseños de la última colaboración de H&M durante el desfile de ayer.

H&M

En una sala contigua, de estilo industrial y con luces discotequeras, los invitados (unas mil personas en total) fueron tomando asiento para asistir al desfile. Dos plantas repletas de sofás y decenas de pantallas repartidas por todas partes incrementaban la expectación de los asistentes. Antes de la primera salida, protagonizada como no podía ser de otro modo por Kendall Jenner, las televisiones mostraron una especie de fashion film musical en el que sus protagonistas (el propio Olivier Rousteing y sus chicas ­­) se marcaban un baile de aires futuristas en el metro (algo así como ver el making of de la campaña en versión videoclip). Nada más acabar la proyección, una armada de bailarines inundó el edificio dándolo todo en cada movimiento acompañados por música a todo trapo. Así, en ese ambiente festivo, las modelos fueron haciendo su aparición. Kendall ataviada con un top con bordados dorados y pantalón negro, Jourdan Dunn con vestido de tubo fiel al ADN de la casa, Gigi Hadid con el mismo mono con el que minutos antes posaba Diane Kruger en el photocall… y así hasta completar las incontables salidas en las que Karlie Kloss o Alesandra Ambrossio, entre otras, descubrieron un incansable surtido de combinaciones (y otras tantas prendas nuevas que ni siquiera estarán a la venta).

Tras el saludo de rigor de Olivier Rousteing, la ‘Balmain Army’ cerró el desfile poniendo a bailar los últimos looks de la pasarela –mención especial merecen las bailarinas que las acompañaban y que incluso le dieron al twerking­–. Pero antes de que el final del show permitiese a los asistentes salir disparados a hacerse con las prendas de la colección (el plus del evento consistía en poder comprar acto seguido y en primicia todas las piezas), un grupo de cinco jóvenes hizo su enigmática aparición. El público, ojiplático, tardó en asimilar lo que estaba pasando. Esos chicos que estaban bajando las escaleras hacia el primer piso eran los mismísimos Backstreet Boys. Y en ese momento la locura se apoderó de la sala. Todo el mundo abandonó sus asientos para bailar al ritmo del mítico Everybody y centenares de personas comenzaron a agolparse intentando inmortalizar el momento (momentazo) smartphone en mano. Así, Rousteing, que ha repetido en varias ocasiones que forma parte de la cultura pop, rememoraba su adolescencia al tiempo que se metía en el bolsillo a centenas de periodistas e invitados VIP. Tras deleitar al entregado público con sus greatest hits ­­­–Hadid y las hermanas Jenner no dejaron de bailar tarareando cada canción–, la boy band abandonó el escenario y sus fervientes fans cambiaron rápido el chic: era hora de comprar.
 

Matteo Prandoni/BFA.com (Matteo Prandoni/BFA.com)

Los Backstreet Boys durante su concierto al final del show.

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Atendida por unos pacientes y solicitados dependientes que no dejaban de rellenar huecos vacíos, la locura reinó (de nuevo) durante el turno de compras. En los primeros minutos se agotó el blazer que llevaba Alexa Chung (que, por cierto, andaba por allí intentando hacerse con alguna prenda) y la camiseta con el logo de Balmain en verde militar. Al cabo de un rato la zona que albergaba la colección masculina estaba medio desvalijada y la gente hacía colas interminables para pagar sus preciadas adquisiciones. Alessandra Ambrosio o Coco Rocha arrastraban montones de perchas y las editoras de moda luchaban por hacerse con esa prenda que habían fichado. Incluso los menos entusiasmados se animaron a comprar. Lo cierto es que las piezas ganan (y mucho) en directo y los precios algo elevados de algunas de ellas quedan justificados por su calidad plagada de detalles.

Mientras algunos salían cargados con hasta cinco bolsas, en la planta alta del edificio (llegar a la pop up store suponía recorrer varios pasillos subterráneos y laberínticos), decenas de personas finiquitaban la noche dándolo todo en la pista. No hay duda de que Balmain y H&M saben cómo organizar un fiestón. Y vista la emoción que despertó la colección en la Gran Manzana, también parece evidente que se formarán colas kilométricas para entrar a formar parte de la #Balmaination (esa “nueva nación” en la que tengas la edad que tengas y sea cual sea tu presupuesto estás invitado a vestir de Balmain) el próximo 5 de noviembre.


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