Aurelia Gil: “Para cumplir un sueño no tienes que renunciar a todo”
La diseñadora canaria celebra dos décadas de su marca y su primer desfile en MBFWMadrid.
La firma canaria Aurelia Gil cumple veinte años y para celebrarlo ha saltado a la pasarela MBFW Madrid, inaugurando la jornada del sábado en Ifema con su colección para la próxima primavera-verano 2023. Era un objetivo pendiente que se permite solo al haber encontrado el equilibro en su compañía: “Cuando empiezas en el mundo de la moda, estudias en Madrid, te vienes a hacer las prácticas, trabajas en los desfiles… desfilar aquí siempre era un sueño pendiente”, explica la diseñad...
La firma canaria Aurelia Gil cumple veinte años y para celebrarlo ha saltado a la pasarela MBFW Madrid, inaugurando la jornada del sábado en Ifema con su colección para la próxima primavera-verano 2023. Era un objetivo pendiente que se permite solo al haber encontrado el equilibro en su compañía: “Cuando empiezas en el mundo de la moda, estudias en Madrid, te vienes a hacer las prácticas, trabajas en los desfiles… desfilar aquí siempre era un sueño pendiente”, explica la diseñadora, que ya había desfilado en Gran Canaria Moda Cálida, MFShow o en la pasarela Valenciana. “Esa ha sido mi trayectoria, he ido lenta y haciendo las cosas poco a poco. Llegó un momento en que dejé las pasarelas y nos fuimos a ferias para crecer. Después me centré en mi taller y ahora creo que es el momento de venir aquí. Estamos más holgados económicamente, porque a veces estas cosas son casi un capricho”.
La pasarela aporta repercusión, pero ya no es el único camino para darse a conocer, lo que permite que los creativos tracen sus propios caminos. El de Gil lo ha marcado ella misma, sin dejarse llevar por lo que se presupone estipulado: “Viví en Madrid, pero terminé volviendo a Las Palmas. Me he dado cuenta de que para cumplir un sueño no tienes que renunciar a todo y para mí es muy importante estar rodeada de todo lo que quiero”. La creación se ha deslocalizado gracias a las nuevas tecnologías y, de rebote, ha ampliado la mirada más allá de los núcleos tradicionales en los que se movía el sector: “Ya da igual de dónde salga la creación. A mí me parece que mi visión estando en Canarias aporta algo totalmente diferente y eso es bueno. Antes el mundo era más plano y ahora nos estamos dando cuenta de que puede ser muy diverso”.
La colección que ha mostrado en Madrid, bautizada 365, fue concebida como una carta de presentación de la enseña a un nuevo público y como tal engloba su filosofía y grandes éxitos: “Es una propuesta de lo que yo considero que hago bien. Hay ropa de baño, ropa de fiesta y básicos para la mujer a diario”. Ostenta con orgullo el ‘hecho en España’ y también todo lo que sume a la hora de ir alimentando el sector en nuestro país. “Todos los tejidos los compro a proveedores nacionales. Para las novias sé que las sedas las traen de Italia, porque no tenemos esa producción aquí, pero por lo menos sé que el proveedor es nacional”. Su confección, en las islas, se abastece de las artesanías locales, que en las nuevas propuestas elaboran bordados (como el calado de ingenio), croché o los zuecos de madera, con tacón en forma de esfera que han calzado las modelos. “He trabajado con una crochetista de La Palma, Eloísa Pascual, que está inventándose un tejido con una hilatura de lycra que estamos haciendo nosotros en el taller. También con Raquel Hammerhoj, de Tenerife, con la que hemos diseñado el calzado. Pilar Urueña, que es una tejedora de la fibra de plátano, ha convertido este material de desecho en bolsos y pendientes. Todo esto vengo a contar, lo que somos y lo que hacemos, vengo a hablar de las artesanías canarias. De la ‘canariedad’ como yo la entiendo, no como la ven con los patronatos de turismo.
¿Un balance de estos primeros veinte años? “En esta profesión tan compleja el balance es positivo porque podemos vivir de ello”.