El flamenco rosa hinchable. Este verano no eres nadie en Instagram si no te has fotografiado con uno de ellos. Estamos ante una tendencia que ha llegado a ser tan popular en la red social que inevitablemente morirá de éxito.Bañadores personalizados. Con el nombre o cualquier otro mensaje, están creados por firmas como Calzedonia y diseñadoras como Adriana Degreas. Todo viene de una tendencia impuesta por la marca Private Party. La misma que ya los popularizó el año pasado.Los minicapazos. Los hemos explotado muy por encima de nuestras posibilidades. Tanto los típicos de rafia de toda la vida, como los redondos, aquellos venidos de Bali o esos de bambú o acrílicos tan de moda y virales firmados por la marca Cult Gaia.
Viseras de plástico rosas. Rihanna ya nos advirtió de lo que nos esperaba cuando se colocó una de Lanvin en 2013. Este verano ha sido uno de los complementos más vistos en piscinas, festivales y tu Instagram, claro.Los posados 'de culo'. Es el posado no robado del verano. De espaldas a la cámara, a poder ser con un bonito paisaje de fondo para despistar un poco la atención y apretando bien las nalgas.De festival, decora tu cara. La purpurina, los brillos y el estilo de Gwen Stefani en No Doubt en los 90 vuelven a los macroeventos sin miedo al fracaso. Es celebrarse un concierto al ocaso y rostros con todo tipo de artilugios brillan en la oscuridad.
Los macropendientes. Especialmente los aros, este ha sido el verano de los pendientes de proporciones
extraordinarias. Y todo por culpa de la vuelta de la bisutería como tendencia de joyería impuesta sobre la pasarela y en la calle.Los microtops: Una cosa son los tops ombligueros y una muy distinta esas escuetas piezas estilo
sujetador que muchos se han empeñado en que llevemos este verano independientemente de tener los abdominales a punto o no. Especialmente aquellos asimétricos o con volantes.Las vacaciones en Italia. Ha sido el destino de moda este año, por encima de Grecia, con su sus idílicos pueblecitos de postal e incomodísimas playas. De Amalfi a Cinque Terre pasando por La Puglia o, cómo no, Sicilia.
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