9 cosas que te debes plantear antes de regalar un perro en Navidad

Desde elegir un nombre corto, a preparar la casa y a la familia, pasando por saber cuál es la mejor comida, los expertos nos explican la mejor forma de darle la bienvenida

Se acerca la Navidad y más de uno tendrá en mente traer un cachorro a casa para aumentar la familia. Si ya estamos concienciados de que un cachorro no es un juguete, que debemos hacernos cargo de él el resto de su vida, y queremos darle los mejores cuidados, los expertos nos recomiendan algunos consejos claves para dar la mejor bienvenida a nuestro cachorro a su nueva casa:

1. ¿Comprar o adoptar?


Teniendo en cuenta la cantidad de perros que hay en nuestras perreras, siempre es mejor opción adoptar que comprar. Sabiendo esto, muchas veces la ...

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Se acerca la Navidad y más de uno tendrá en mente traer un cachorro a casa para aumentar la familia. Si ya estamos concienciados de que un cachorro no es un juguete, que debemos hacernos cargo de él el resto de su vida, y queremos darle los mejores cuidados, los expertos nos recomiendan algunos consejos claves para dar la mejor bienvenida a nuestro cachorro a su nueva casa:

1. ¿Comprar o adoptar?

Teniendo en cuenta la cantidad de perros que hay en nuestras perreras, siempre es mejor opción adoptar que comprar. Sabiendo esto, muchas veces la pregunta que se nos plantea es si habrá alguna diferencia en la educación de un cachorro si lo adoptamos o lo compramos. Sobre la misma el director de EDUCAN, Marcos González, explica que las diferencias pueden existir “si el perro ha pasado los primeros 2 meses con su madre y con el resto de la camada o no ha sido así”. En este sentido, en el caso de perros a partir de los 3 meses, lo que influye es el trato y socialización que hayan tenido, “lo que no implica que sea mejor un perro comprado que uno adoptado. En muchos casos los perros en tiendas o en criadores con malas prácticas, presentan mayores predisposiciones a tener problemas de comportamiento que perros adoptados en una protectora tratados por personal con la formación suficiente”.

2. Escoger la raza adecuada

Anna Romero, titulada en Educación Canina, explica que si has optado por un cachorro de raza “lo más importante es que escojas la que más se asemeje a tu estilo de vida”. Por ejemplo, si resulta que eres una persona muy deportista, y te encanta realizar actividades al aire libre, como senderismo o running, un perro activo podría ser un gran compañero de vida. Si por el contrario, eres una persona que no dispone de mucho tiempo libre y que prefiere una vida más bien urbanita o sedentaria, entonces, busca una raza que requiera de poca actividad física. Ante esta disyuntiva su consejo es el de “asesorarte siempre antes de decantarte por una raza u otra. La mayoría de problemas de comportamiento suelen darse cuando las personas escogen una raza por su estética en vez de por su genética y temperamento”.

3. Preparar a la familia para su llegada

La llegada de un cachorro a nuestra casa es un cambio para el que todos debemos estar preparados. Así, Anna Romero apunta a que “es aconsejable establecer unas normas que deberán cumplirse desde el primer día por todos los miembros de la familia. Por ejemplo, ¿dónde va a dormir? ¿Se le va a permitir subir al sofá? ¿Y a la cama? Parecen preguntas absurdas, pero es importante que una vez decididas, se cumplan siempre para facilitar el aprendizaje al cachorro”. Si tenemos niños en casa, Marcos González puntualiza que “cuando se trata de niños pequeños, y sobre todo si llegan después del perro, recomendamos prestar más atención al perro cuando el niño esté presente”. Pese a ello, “un perro nunca debería estar a solas con un niño pequeño porque no somos responsables de su comportamiento, aunque tener un perro es muy recomendable para familias con niños ya que les proporcionan diversión, compañía y les dan mucho cariño”.

Mientras el actor asegura que las acusaciones son «falsas y difamatorias», ya son cinco las actrices que aseguran que Deen abuso de ellas en varios rodajes y fuera de escena.Getty

4. Las comprar previas

Antes de irnos de compras para darle la bienvenida al nuevo inquilino de la casa, desde EDUCAN aconsejan “tener juguetes interactivos de calidad, la inversión en juguetes de calidad nos libra de problemas de destrozos, ansiedades, etc.” Por su parte, la educadora canina Anna Romero recomienda “tener una cama, una manta (si la temperatura así lo requiere), un juguete y sus comederos. Además, tenéis que tener en cuenta que tenga un espacio en casa dónde hacer sus necesidades antes de que aprenda a hacerlo en la calle”. Para ello es importante tener en cuenta otro consejo, “alejar lo máximo posible el lugar de descanso y comida, de la del sitio dónde tenga que hacer sus necesidades”.

5. Elegir un nombre corto

Los perros también tienen su propio lenguaje, por lo que si contamos con un adiestrador que nos “traduzca” que quieren decir sus gestos “nos evitaremos malas interpretaciones”, explica Anna Romero. Otro punto importante es la elección del nombre, que según la experta “debe ser corto, de dos sílabas como mucho, pues será mucho más fácil para el cachorro aprender a asimilarlo y a reaccionar ante él”. En cuanto a las palabras o señales que queramos enseñarle, este será el mejor momento, y es que como explica la educadora “los cachorros pasan por una de las etapas más importantes de su vida entre las 7 y las 12 semanas de edad. Es cuando tienen una ‘esponja’ en el cerebro, y todo lo que vivan durante esa etapa, les influirá desde ese momento en adelante.”.

6. Enseñarle a respetar la casa

“Un cachorro necesita morder, jugar, relacionarse con otros de su misma especie y con humanos (los últimos estudios muestran una predisposición de los perros a la interacción con personas sobre la interacción con los de su misma especie) etc. y si no le proporcionamos herramientas para cumplir con estas necesidades, puede que lo paguen con nosotros o con nuestros muebles”, recuerda González. Para ello lo mejor es darle alternativas. Todo irá bien siempre que tenga algo mejor que morder que nuestros zapatos.

Conviene esforzarse en la educación para no llevarse desagradables sorpresas.

7. Orinar en su sitio, la gran cuestión

Que consiga hacer sus necesidades en su sitio no es cosa de magia, sino que depende de cómo le eduquemos desde que llega a casa. Romero propone “habilitar un lugar en casa con empapadores (valen los de bebés) o papeles de periódico y llevarlo allí en los momentos de mayor riesgo (después de dormir, después de comer y después de jugar).” Por otra parte, “cuando veas que está a punto de hacerlo fuera de sitio, cógelo y llévalo rápidamente a los empapadores. Hazle ‘fiestas’ siempre que lo haga en aquella zona y prémiale inmediatamente después de hacerlo, sin que hayan pasado más de dos minutos para que pueda relacionarlo”. ¿Y si hemos llegado tarde y lo ha hecho fuera de su sitio? “Sobre todo, mucha paciencia en este punto, pues cada perro necesita su tiempo para aprender y no olvidemos que una vez lo haya aprendido, los accidentes ocurren, así que seamos comprensivos con ellos. No dejan de ser animales”.

8. No hacer cambios bruscos en su alimentación

“Cualquier cambio en la alimentación debe hacerse de manera progresiva al menos durante una semana aunque lo ideal es dos o tres semanas de cambio”, explican desde EDUCAN respecto a lo que a la alimentación se refiere. ¿La más adecuada? “Un buen pienso libre de cereales, con proteína fresca, sin subproductos cárnicos y adecuado al nivel de actividad de nuestro perro”. En cuanto al comportamiento se debe también fijar horarios de comida (3 hasta el año y 2 tomas a partir de entonces) y retirar la comida pasados 15 minutos sin acumularlo para la siguiente toma.

9. La visita al veterinario

Antes de decidirte a adoptar un perro, tienes que saber que para ellos ir al veterinario debe ser algo así como para nosotros el dentista. Por eso, cuanto antes se familiaricen con él, mejor. “Es bueno que le realicen un chequeo y que os informéis sobre el programa de vacunación y desparasitación. La visita al veterinario debe estar siempre relacionada con una experiencia positiva, así que es bueno premiarle cada vez que esto sucede, ya sea por una visita rutinaria o por una visita algo más desagradable”, concluye Anna Romero.

Ronald Reagan y su mujer Nancy no se resistieron a pedir una mascota por Navidad.

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