¿Qué es el bótox capilar? Qué beneficios tiene para el pelo y cómo aplicarlo

Este tratamiento flash promete dar brillo y volumen mientras mejora la salud del cabello. Expertos aclaran qué es, para qué sirve y cómo usarlo, tanto en un salón profesional como en casa

Aunque no funciona como el bótox de la piel, los productos que rejuvenecen el pelo son conocidos como bótox capilar.PeopleImages (Getty Images)

La skinificación en los cuidados capilares es una tendencia al alza que consiste en utilizar activos propios de la rutina facial en el cabello. Hace tiempo que un arsenal de champús, acondicionadores, mascarillas, exfoliantes y sérums enriquecidos con colágeno, niacinamida, ácido hialurónico o péptidos inundan estanterías de supermercados, tiendas de belleza y peluquerías. El rastreador de tendencias Scape nombró #scalpexfoliation (exfoliación de cuero cabelludo) como unos de los hastags principales en las tendencias estrella de 2024 porque tratar el cabello como la piel está en boga. En los cuidados capilares suben también los tratamientos propios de la medicina estética como las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP), que estimulan el crecimiento capilar; el microneedling para frenar la caída y facilitar la penetración de activos; la mesoterapia con vitaminas y péptidos que da fuerza a la melena o el bótox con un plus rejuvenecedor.

Entre los protocolos de medicina estética facial, la toxina botulínica ocupa un lugar preferente. Según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética, los neuromoduladores son uno de los tratamientos más solicitados junto con el láser IPL, los rellenos de ácido hialurónico, la mesoterapia y el PRP. Y ahora TikTok se llena de tutoriales que muestran las bondades del bótox capilar con impactantes imágenes de antes y después de su uso. El famoso peluquero de famosos, Dimitris Giannetos, con clientas de la talla de Amal Clooney, Megan Fox o Gigi Hadid, revelaba en su cuenta de Instagram las claves del peinado que la actriz Joey King lució en el desfile de Tory Burch en la pasada semana de la moda neoyorkina. “El secreto de su cabello liso y sedoso es el tratamiento de bótox capilar”, asegura. Después de esto solo podemos preguntarnos ¿hay algo que el bótox no pueda hacer? O mejor ¿de verdad el pelo necesita bótox?

¿Qué es el bótox capilar?

Si nada más pensar en el concepto de bótox capilar te vienen a la mente inyecciones que planchan el cabello como las arrugas del ceño, te equivocas. Natividad Cano, dermatóloga del GEDET y del Instituto Natividad Cano explica a S Moda “la toxina botulínica es un miomodulador que genera un efecto paralizador sobre los músculos donde lo inyectamos. Nosotros lo llamamos así porque en realidad el bótox es una marca de toxina. Pero el tratamiento capilar no tiene nada que ver con las inyecciones ni con el activo, porque no utiliza toxina. Es algo tópico con activos y resultados totalmente distintos”. Se llama así por el efecto rejuvenecedor que logra en la melena. ”Es un tratamiento no invasivo diseñado para restaurar la estructura del cabello deforma tópica con una fórmula rica en nutrientes, proteínas y agentes hidratantes. No contiene toxina botulínica ni es inyectable. Su nombre solo hace referencia a su capacidad para “rejuvenecer” el cabello, similar a como el bótox actúa en la piel”, explica el Dr. José María Ricart, director del IMR (Instituto Médico Ricart).

Entonces ¿podríamos decir que se trata de un invento de marketing ideado para captar nuestra atención? “El nombre atrae la atención sobre los efectos rejuvenecedores. La toxina botulínica bloquea la liberación de acetilcolina en las terminales nerviosas e inhibe la contracción muscular para reducir las arrugas. Pero el bótox capilar es un tratamiento tópico que no afecta el sistema nervioso. Se enfoca en reparar la fibra dañada a través de proteínas y moléculas hidratantes”, puntualiza el Dr. Ricart.

¿Qué beneficios tiene?

No existe una lista fija de ingredientes que se deben incluir en un tratamiento para que se pueda llamar “bótox capilar”, ya que los componentes cambian según el fabricante del producto. “Aporta brillo y grosor porque se vuelve más rígido de medios a puntas”, dice Alberto Sanguino, education manager de Llongueras. La mayoría de fórmulas incluyen aceite de caviar, antioxidantes, pantenol, ácido hialurónico y colágeno. “Hay que aclarar que estos componentes son de aplicación tópica y tienen una capacidad de actuación limitada”, dice la dermatóloga Natividad Cano. El Dr. JoséMaría Ricart nos enumera los beneficios de este tratamiento:

• Combate los radicales libres: “Los activos antioxidantes, como el pantenol y la vitamina E, neutralizan los radicales libres y protegen las proteínas del cabello del daño oxidativo asociado con la pérdida de elasticidad y brillo”.

• Repara el cabello dañado: “El colágeno es una proteína estructural con propiedades higroscópicas. Su aplicación tópica genera una película protectora que incrementa la resistencia a la rotura y aporta mayor flexibilidad a la fibra capilar”.

• Hidrata: “La mayoría de las fórmulas incluyen ácido hialurónico, un polisacárido que destaca por su capacidad de retener grandes cantidades de agua (hasta 1,000 veces su peso). Su uso en el cabello aumenta la hidratación, mejora la elasticidad y disminuye la fragilidad”.

• Aporta la suavidad y el brillo: “El pantenol, precursor de la coenzima A, actúa como humectante y acondicionador. Además, los aceites naturales de caviar, argán o coco son ricos en ácidos grasos esenciales omega 3, 6 y 9 que protegen contra el daño ambiental y restauran la suavidad”.

• Refuerza el cabello: El Dr. Ricart agrega “muchos de estos tratamientos incorporan queratina hidrolizada, una proteína responsable de los enlaces de disulfuro que mantienen la estructura del cabello. La versión hidrolizada, con un menor peso molecular, permite su penetración en la cutícula capilar, facilita la reparación de áreas dañadas, mejora la resistencia y reduce la porosidad”.

¿Cómo se aplica?

El protocolo puede variar según fabricantes, pero hay unos puntos comunes. “Se empieza con un champú clarificante, que elimina residuos de productos y abre la cutícula para facilitar la absorción de los ingredientes activos. Después, se aplica el bótox capilar (la mezcla rica en proteínas y activos hidratantes) de forma uniforme en el cabello. Se deja actuar entre 20 y 30 minutos para permitir la penetración de los activos y se utiliza calor (secador o plancha) para sellar los ingredientes dentro del cabello. Retiramos el producto con un enjuague y secamos”, explica el Dr. José María Ricart. Aunque el bótox capilar se ofrece como un servicio en el salón, el tratamiento también se puede aplicar en casa. Como explica Alberto Sanguino “los productos que se venden para casa no son iguales. En el salón lo tenemos en formato vial de un solo uso”. El Dr. Ricart añade “es cierto que existen versiones comerciales del bótox para uso doméstico. Aunque no ofrecen los mismos resultados que los tratamientos profesionales, mejoran la hidratación y la salud del cabello. El procedimiento en casa sigue pasos similares: lavado con champú clarificante, aplicación del producto, y sellado con calor mediante un secador o plancha. Sin embargo, la calidad de los resultados dependerá del producto y de la técnica utilizada. Hay que tener en cuenta que el bótox capilar es una mascarilla capilar avanzada con ingredientes súperconcentrados y una formulación y sofisticada. Ofrece un nivel de restauración estructural que las mascarillas convencionales no alcanzan”.

¿A quién beneficia?

A diferencia de los tratamientos de queratina, que son ideales para acabar con el encrespamiento en el cabello grueso y rizado, el bótox capilar funciona con todos los tipos de cabello, sobre todo para tratar las puntas abiertas, dar volumen al pelo fino, aportar brillo y reparar el pelo dañado. “Es muy bueno para solucionar la deshidratación sin aplastar el cabello porque aporta volumen y grosor”, dice Sanguino. La dermatóloga Natividad Cano apostilla “los componentes del bótox capilar tienen una capacidad de actuación limitada. Para conseguir mejores resultados a largo plazo, lo ideal sería realizar este tratamiento varias veces en periodos cortos de tiempo”. Su precio oscila entre los 60 y los 120 euros.

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