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‘The Glow Up Show’: El original ‘reality’ de Amelia Gray que desvela las prendas de la temporada

Desigual continúa inspirándose en la cultura del entretenimiento para sus originales propuestas. La firma barcelonesa desgrana los esenciales para este otoño junto a la modelo californiana en una irónica campaña que rinde homenaje a los programas de telerrealidad y su influencia estética y antropológica

Mucho antes de que las redes sociales difuminaran los límites de lo público y lo privado, los reality shows abrieron el camino, enseñándonos la extravagante belleza de lo cotidiano. Un placer culpable que nos abre las puertas a las vidas de los otros, mientras nos pone frente al espejo, revelando lo mejor y lo peor de la condición humana. “Estoy haciendo un documental de mis amigos, pero en realidad es de gente que busca una identidad sin ejemplos o héroes a seguir”, defendía una jovencísima Winona Ryder en Reality Bites, la película que no solo retrató el desencanto de la juventud, también anticipó como la cultura audiovisual abrazaría la ‘telerrealidad’, acudiendo a un formato en el drama humano se entremezclaba, irónicamente, con una provocadora estética y artificialidad.

“Kim [Kardashian] y yo lo hemos ensalzado todo, desde chándales de terciopelo hasta selfies”, apunta Paris Hilton en En la cocina con Paris Hilton (Netflix), un extravagante programa de cocina que nos recuerda cómo los actuales iconos y referentes de estilo emergieron entre cámaras domésticas. El impacto de los reality shows en la cultura popular y en la moda contemporánea, comparten desde Desigual, es innegable. La última propuesta de la firma, que sigue encontrando la inspiración en la industria del entretenimiento, rinde homenaje al espíritu irónico y desenfadado de estos programas en una explosiva campaña que, además, refleja sus principales valores: alegría, originalidad y creatividad.

No es casualidad que Amelia Gray sea la protagonista del original The Glow Up Show de la firma barcelonesa. Con tan solo 23 años, la californiana no solo es la modelo del momento —su presencia enigmática y su feminidad casi alienígena ha cautivado a la industria–, ha crecido bajo el foco mediático de Real Housewives of Beverly Hills —su madre, la actriz Lisa Rinna, recordada por su papel de villana en Melrose Place, es una de las estrellas—, desarrollando esa naturalidad ante la cámara y un estilo personal que irradia confianza y rebeldía. La misma superestrella que emerge entre los micrófonos de pérgola y las cámaras VHS del particular show de Desigual, repleta de piezas icónicas, en las que mandan los estampados y los tejidos, y rinden tributo a la experimentación.

Con una estética noventera y rabiosamente juvenil, The Glow Up Show se desarrolla entre el estudio y una lujosa casa modernista que desata nuestro voyeurismo. Al estilo de Matthew Broderick en la icónica comedia ochentera Ferris Bueller’s Day Off si hubiese respetado el toque de queda, Gray encarna su particular ‘todo en un día’, en un suceder de escenas cotidianas que, a golpe de estilismo, potencian su lado más irónico y refrescante: paseos en patinete eléctrico por los pasillos, unos arreglitos mecánicos a la moto ataviada con vestidazo y botas cowboy, yoga junto a una piscina con vistas al mar, videojuegos hasta el anochecer o, por qué no, una sesión de cotilleos consigo misma. La it girl californiana es esa amiga única y divertida que la generación Z querría tener.

Tampoco es casualidad que la nueva embajadora de Desigual se encargara de cerrar su último desfile de otoño-invierno, con el que la marca celebró sus 40 años en la industria. Un acto simbólico que inaugura un nuevo capítulo para la marca, mucho más conectada con las nuevas generaciones. Las mismas que “no pensaron que vestirían Desigual” y, gracias a una profunda renovación de su universo, acabaron encontrando en la firma las prendas clave para expresar su individualidad.

Porque The Glow Up Show es, ante todo, un decálogo de las tendencias que se llevarán esta temporada: los abrigos se llenan de colores vivos con una capacidad única para sacudir el frío invernal, el punto revela su lado más arty y sensual, mientras que el vaquero lavado de los 2000 y las prendas college saltan la veda escolar para formalizar los looks más urbanos y desenfadados. “Es un tributo a una chica cosmopolita auténtica y desenfadada que no teme mezclar patrones, ama probar nuevas formas y colores, y siempre está en busca de piezas únicas y exclusivas”. Palabra de Desigual.

Los esenciales (que no básicos) de la temporada

El perfecto vestido de punto

Versátil, cómodo y muy, muy calentito: el vestido de punto es el básico que no debe faltar esta temporada. Con la sensualidad de los noventa y estampado arty, el diseño que propone Desigual es perfecto para sumarse a la tendencia rom-comcore, una corriente que triunfa en TikTok, inspirada en el vestuario de las protagonistas de nuestras series favoritas. Una prenda muy Rachel Green o Lorelai Gilmore, al que solo hay que sumar unas sandalias de tacón y un bolso todoterreno, para acaparar todos los flashes.

Un abrigo para refugiarse

La temática: “La chica de al lado que lleva una doble vida”. La prenda: un abrigo de textura gustosa y estampado college. Desigual propone subir el termómetro este invierno apostando por los tejidos cálidos y el contraste de colores vivos, como naranjas, rojos o azules; una propuesta que extiende también a cárdigans y jerséis, con la capacidad de elevar (y alegrar) cualquier look.

Un traje vaquero

El tejido más rebelde de nuestro armario también configuró el uniforme de gala de las celebrities de los 2000. Aquellos trajes denim de Paris Hilton y Nicole Ritchie, cuando compartían cámaras en el delirante reality The Simple Life, continúan inspirando los moodboard de la nueva generación. Nos gusta este dos piezas de inspiración cargo de Desigual que potencia la sensualidad urbana del vaquero lavado.

Una prenda verde oliva

La paleta cromática de la temporada viene cargada de colores vibrantes que invitan a la mezcla y la experimentación. El verde oliva, omnipresente en las pasarelas italianas, tiene un puntito nostálgico y luminoso. Para muestra, esta chaqueta de cuero verde, con todas las posibilidades de alcanzar la viralidad.

Un botín de fantasía

Las botas del lejano Oeste vuelven pisando fuerte en su versión más preciosista y festiva. Esta versión plateada de Desigual combina tanto con una llave inglesa como con las noches más especiales del año. Directa a la lista de los deseos.

Una pieza de espíritu college

La elegancia de la sastería y la inocencia de uniformes escolares confluyen en este minivestido de raya diplomática y desparpajo juvenil. ¿El toque que marca la diferencia? Unas merceditas de suela contundente, el zapato más deseado del otoño; y unos calcetines hasta la rodilla. Lo confirma Amelia Gray: lo college es el nuevo cool.

Un bolso cargo

Aupado por la corriente Y2K, los bolsos también se llenan de bolsillos, para organizar todo lo que necesitamos encima: cartera, móvil, cascos, pintalabios... Con las nuevas siluetas de Desigual no perderás tiempo buscando.

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