Este es el perfume floral para regalar esta Navidad a las mujeres que idolatramos (y Zendaya es su embajadora)

Patrick Süskind no exageraba en El perfume al afirmar que “quién dominaba los olores, dominaba el corazón de las personas”. Porque, a pesar de su condición de clásico navideño, regalar un perfume es una auténtica declaración de intenciones: significa que no solo conoces sus gustos, sino quién es o quién quiere ser. Precisamente, Idôle Le Parfum de Lancôme nació para acompañar a todas esas mujeres, fuertes y decididas, que no tienen miedo de soñar a lo grande, hasta convertirse en sus propios ídolos. “Les insta a potenciar y superar sus propios límites y disfrutar de su libertad”, apuntan desde la firma que, con su propia fragancia, han puesto en jaque los preceptos de la perfumería clásica, gracias a una fórmula elaborada por materias de origen sostenible y un corazón floral que inauguraría una nueva familia olfativa: el chipre limpio.

No es casualidad que Zendaya sea el rostro de su perfume. “Un ídolo es cualquier definición que tú quieras darle, y creo que es importante hacerla para uno mismo y no dejar que el resto lo defina por ti”, afirmaba la intérprete y cantante californiana en una entrevista como embajadora. Carismática y perseverante, la protagonista de Euphoria se ha convertido en un icono generacional por no tener miedo ni a saltarse las normas ni a imponer sus propias condiciones. La salud mental, el racismo o el feminismo son algunas de las causas por las que lucha y para ello se sirve de herramientas tan poderosas como la interpretación, la moda y, por supuesto, la perfumería. Porque una fragancia es una audaz combinación de notas y valores.

Idôle Le Parfum ha sido concebido para ser el aliado diario de esta nueva y poderosa generación de líderes. Un aroma floral y luminoso, creado por y para mujeres. Las maestras perfumistas Shyamala Maisondieu, Nadège le Garlantezec y Adriana Medina son las artífices de una fragancia que reivindica el legado de la maison francesa para mirar con optimismo el futuro. La rosa radical late en el corazón de una fórmula elaborada con materias primas obtenidas de forma respetuosa con el medioambiente: un acorde fresco y muy femenino, creada en exclusiva para Lancôme a partir de la fusión de cuatro rosas distintas. La pureza y la suavidad de la fórmula se la debemos al absoluto de jazmín, mientras que las notas persistentes del Chipre blanco, completa la tríada de ingredientes, otorgándole esa estela de elegancia y confianza que persiste en el camino (y en la memoria).

Como un perfume no solo es la firma invisible de una persona, también tiene una capacidad única para detonar en nuestra mente momentos y recuerdos, Lancôme ha creado un preciosista cofre de edición limitada de Idôle para regalar en estas fechas tan especiales a las mujeres que más nos inspiran en nuestra vida. O, haciendo honor al espíritu de la fragancia, regalárnoslas a nosotras mismas. Inspirándose en el hechizo de una noche mágica en el Louvre —en Lancôme son defensores de que “la belleza es un arte en movimiento”—, la artista francesa Lydie Bossuet se ha encargado de reinterpretar la icónica rosa Agora de la firma transformando su lujosa caja en un auténtico objeto de deseo.

El emblemático frasco de Idôle Le Parfum destaca en el interior. Su diseño, obra de Chafik Gasmi, es una proeza en sí misma: un delicado perfil, de apenas 15 milímetros, que lo convirtió en el perfume más fino del mundo. También fue pionero en abrir un camino más sostenible en el mundo de la perfumería, apostando por un formato recargable que lo convierte en uno de esos accesorios para toda la vida. Para hacerlo más especial, Lancôme incluso nos permite personalizarlo, grabando algún mensaje en la botella. Porque como apuntan desde la firma, el aroma puro e intenso de Idôle es como una página en blanco: la oportunidad de cada mujer de ser quien quiera ser. ¿Acaso existe un regalo mejor?

El cofre se completa con un frasco de Idôle Le Parfum en formato viaje (10 ml) para dejar nuestra estela cualquier parte del mundo. La firma propone vaporizarlo sobre la piel, a unos 20 centímetros de distancia, sobre las zonas más cálidas del cuerpo: la parte interior de las muñecas, detrás de los lóbulos de las orejas o las rodillas, para que el aroma nos acompañe más tiempo. También la Power Crème Idôle del cofre revela el poder de las rosas: una loción corporal, intensamente perfumada, con una fórmula tan ligera y absorbente como hidratante, perfecta para despertar la piel para los días más especiales del año. La nota final la pone su máscara de pestañas Idôle de Lancôme, con una fórmula ligera y suave, que define y alarga la mirada. Una invitación abierta a comenzar el año con una nueva perspectiva. O al menos, un nuevo aroma.